Este miíércoles se cierra la ventana de liquidez que Liberbank abrió el pasado 23 se septiembre para que sus antiguos preferentistas puedan canjear, si lo desean, sus híbridos por acciones del banco. De ahí que muchos inversores estíén, cual Hamlet de los mercados, preguntándose si canjear o no canjear.
La duda se ha visto alimentada en las últimas sesiones con la subida en bolsa del valor, que el viernes cerró en 0,62 euros, tras haberse revalorizado casi un 20% desde que se abrió esta ventana. Sin embargo, la respuesta varía en función de un amplio abanico de condicionantes.
El primero es, ¿quíé tipo de híbrido tengo? Porque existen tres tipos. El A tiene establecida una ecuación de canje a 3,5 euros; el B, a 2,98 euros; y el C, a 0,50 euros. Por tanto, con los actuales precios de cotización, sólo resulta interesante para los terceros. A los otros dos, por el momento, les sale más rentable seguir cobrando el interíés del 5% anual que ya perciben por estos instrumentos y esperar -todo apunta que bastante tiempo- a que Liberbank alcance esos niveles en el parquíé.
Los del tipo C, que son el 80% de los preferentistas, sí que obtienen ganancias con la ecuación de canje. ¿Signfica esto que lo aconsejable es convertir todos los híbridos? Tampoco, porque entonces puede tirarse abajo el valor y conseguir el efecto justo contrario al buscado: terminar perdiendo dinero con el canje.
Plusvalía latente y subida en bolsa
El razonamiento es el siguiente. Imaginemos un inversor que tiene 100.000 euros en híbridos del tipo C. Si hubiera canjeado todo el pasado viernes, habría conseguido 200.000 acciones, y una plusvalía latente de 24.000 euros. Estos cálculos resultan de multiplicar los 200.000 títulos por los 0,62 euros en que cerraron el viernes en bolsa, lo que da 124.000 euros. Pero como la cantidad invertida en híbridos era 100.000 euros, la ganancia en caso de realizar el canje y vender los títulos es la diferencia de 24.000 euros.
Como Liberbank es el banco cotizado español con la relación más baja entre el valor en libros y la cotización (0,6 veces), y teniendo en cuenta que cada vez más informes están hablando de un escenario de alzas bursátiles para todo el parquíé nacional, y especialmente para el sector financiero, debe considerarse tambiíén en este análisis la posibilidad de que el valor suba en los próximos meses.
Por ejemplo, asumiendo que su valor en libros se mantenga estable, el título tiene un recorrido del 60% para que su valor en bolsa se equiparara con su valor en libros en que ya se está moviendo la mayoría del sector financiero español. En el supuesto de que la acción hiciera en el futuro este recorrido, las plusvalías latentes ya no serían de 24.000 euros, sino de 100.000 euros. Desde este punto vista, parece que lo más interesante es canjear ahora, mantener los títulos y esperar para beneficiarse de la subida en bolsa.
Pero no es tan sencillo, porque existen otras variables. Por ejemplo, la necesidad de liquidez inmediata, el peligro de que el valor en vez de subir, baje; y la dilución que sufrirá la acción cuando se ejecute este primer canje, lo que previsiblemente presionará a la baja a los títulos, al menos, en el corto plazo.
Ampliación de capital y dilución del valor
De hecho, si todos los preferentistas del tipo C acudieran en esta primera ventana al canje, entrarían en circulación unos 600 millones de nuevos títulos, que representarían una cuarta parte de todas las acciones del banco una vez se llevara a cabo el canje. Dicho de otro modo, podría producirse una dilución del entorno del 25%.
Además, si todos los preferentistas optaran por vender sus títulos para conseguir liquidez, la presión a la baja del valor sería todavía mayor y las plusvalías latentes se verían reducidas e incluso podrían traducirse directamente en píérdidas. Tambiíén se estaría perdiendo la rentabilidad del 7% que dan estos híbridos, que sí está asegurada.
Por tanto, los titulares del tipo C debe hacer equilibrios entre todas estas variables en función de sus circunstancias particulares, pero manteniendo el razonamiento de que, en principio, interesa canjear en el precio de cotización más próximo posible a los 0,5 euros por título, si lo que se busca es beneficiarse de la subida potencial del valor; o en el precio de cotización más alto posible, ya sea en esta ventana o en otras futuras, si la estrategia pasa por canjear para vender inmeditamente en el mercado.