La cooperativa vasca Fagor Electrodomíésticos, el quinto fabricante europeo del sector y núcleo fundacional de la Corporación Mondragón, ha presentado un preconcurso de acreedores en un juzgado de San Sebastián para afrontar sus problemas de liquidez y ha comenzado a renegociar su deuda con los acreedores, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La firma, que acumula una deuda de 830 millones de euros y precisaba con urgencia alrededor de 120 millones, exploraba desde hacía semanas varias vías para encontrar financiación, con el fin de hacer frente a sus pagos y garantizar de este modo su viabilidad. La propia Corporación Mondragón, que en mayo inyectó 70 millones en la cooperativa, se había implicado en la búsqueda de soluciones y este mismo lunes se había celebrado una reunión de Mondragón Inversiones para analizar las distintas opciones.
Pese a estos intentos, la dinámica de la compañía, que en los últimos meses había agravado sus píérdidas, la ha abocado finalmente a la suspensión de pagos, una decisión que ha conmocionado a la localidad de Arrasate-Mondragón, donde tiene su sede la cooperativa, y a toda la sociedad vasca. "Es una mala noticia, problemente la peor del año", ha reconocido el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, poco despuíés de que se conociera la decisión, aunque todavía no era oficial.
Fagor Electrodomíésticos se constituyó en 1956 y cuenta con 13 plantas, cinco de ellas en Euskadi, distribuidas por cinco países. Su plantilla media es de 5.642 empleados, frente a los 6.998 del año anterior, una reducción derivada de las medidas de adaptación de la plantilla a la actual situación, ya que sus ventas caen desde 2007. Con todo, sigue siendo el quinto fabricante europeo de electrodomíésticos, con una cuota de mercado en España del 16,3% y presencia comercial en 130 países de todo el mundo, en los que opera a travíés de diez marcas comerciales.
Además, es el núcleo fundamental en torno al cual creció todo el conglomerado de empresas y cooperativas que componen la Corporación Mondragón, uno de los mayores grupos empresariales de España, que emplea a más de 83.000 trabajadores y agrupa a firmas tan relevantes como Caja Laboral, Lagun Aro, Eroski e incluso la marca de bicicletas Orbea. Todo ello explica su posición central en el tejido productivo vasco y el impacto que ha supuesto su suspensión de pagos.
En los últimos meses, la situación financiera de Fagor Electrodomíésticos se había agravado: en 2012 presentó unas píérdidas de 89 millones de euros, como consecuencia de la caída del consumo, de la inversión destinada a la expansión internacional y del proceso de adaptación a la nueva realidad de los mercados. Su facturación fue de 1.167 millones de euros, un 9% menos que en 2011.
Ya en el primer semestre de este año, las cifras empeoraron: la facturación cayó un 19% hasta los 491millones de euros, frente a los 609 millones de euros del mismo período de 2012. Y el resultado de enero a junio fue negativo en 66,8 millones de euros, triplicando las píérdidas de 22,5 millones que registró en el primer semestre del año anterior.
Todo ello a pesar de que el pasado mes de mayo la Corporación Mondragón aprobó por unanimidad la creación un fondo de reestructuración y empleo societario de apoyo a la cooperativa, dotado con 70 millones de euros, así como una rebaja salarial del 6,48% para los trabajadores de Fagor Electrodomíésticos. Previamente, los socios de Fagor Electrodomíésticos habían votado, en sendas asambleas generales, esa rebaja salarial del 6,48%.
Además, en julio, el Consejo Rector de Fagor Electrodomíésticos acordó suprimir la paga extraordinaria de verano, que los trabajadores de la cooperativa vasca debían percibir ese mes. Pero ninguno de esos ajustes han permitido reconducir la situación financiera, que la ha llevado hasta el concurso de acreedores.
En su comunicación a la CNMV, la cooperativa explica que, en cumplimiento del acuerdo adoptado por el Consejo Rector de Fagor Electrodomíésticos, este mismo miíércoles ha comunicado al Juzgado Mercantil número 1 de San Sebastián el inicio de las negociaciones con sus acreedores para alcanzar un acuerdo de refinanciación que "garantice" la estabilidad financiera de Fagor "en interíés de sus socios y acreedores".
El preconcurso, que ya había sido anunciado durante la mañana del miíércoles a los socios cooperativistas, implica que durante un plazo de cuatro meses la cooperativa puede negociar con los acreedores para evitar que alguno de ellos le conduzca a un concurso necesario, lo que obligaría a una quiebra forzosa.
Esas negociaciones ya se habían iniciado semanas atrás con la Corporación Mondragón, el Gobierno vasco, la banca acreedora y el resto de acreedores, todo ello, "para afrontar los pagos inmediatos que permitirían normalizar la actividad de Fagor", precisa la cooperativa en su petición al juzgado.
La situación de Fagor ha suscitado que partidos políticos y sindicatos reclamen medidas para salvaguardar a una de las principales empresas del País Vasco. El diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, ha señalado que es necesario "hacer una profunda reflexión sobre lo que nos ha traído hasta aquí, quíé es lo que se ha hecho bien y lo que se ha hecho mal". Se hará todo lo posible para garantizar la viabilidad de la empresa y minimizar su impacto económico
Desde el Gobierno vasco, Erkoreka ha asegurado que se hará "todo lo posible para garantizar la viabilidad de la empresa y minimizar su impacto económico".
En la rueda de prensa posterior al consejo de Gobierno, Erkoreka ha explicado que el Gobierno vasco se ha implicado para conseguir la viabilidad de la empresa, pero las circunstancias económicas y evolución de ventas han hecho "imposible" las salidas que se plantearon. Asimismo, ha renovado el compromiso del Ejecutivo vasco en trabajar "para hacer posible una reestructuración ordenada" de Fagor Electrodomíésticos. De esta forma, ha subrayado que se intentará "salvar lo salvable" de la sociedad.
Posteriormente, la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, ha lamentado la decisión "tan extrema" adoptada y ha pedido a la empresa un plan de viabilidad "más ajustado y realista", ya que ve "factible" reestructurar una parte de su actividad en Euskadi, "la de mayor valor añadido", para mantener "el máximo de empleos posible". El objetivo, en cualquier caso, sería salvar una de las joyas de la industria vasca que atraviesa la peor crisis de su historia.