Por... Amilcar Morales Garcia
El arribo del año nuevo significará para los franceses una carga de mayores tributos que aumentarán el costo de la vida e impactarán sobre todo en las familias con ingresos medios o bajos.
Particular inquietud provoca el alza del Impuesto al Valor Agregado (TVA, por sus siglas en francíés), que va a generar un incremento en los precios de la mayor parte de artículos y servicios, varios de ellos considerados de primera necesidad.
La tasa superior de esta contribución pasará del 19,6 por ciento al 20, lo que significa un aumento de cuatro díécimas de punto en la mayor parte de productos de uso cotidiano.
El golpe más fuerte al presupuesto familiar estará sin embargo en el TVA intermedio que brincará de siete a 10 puntos.
Esta franja incluye, entre otros servicios, al transporte público, como el metro, el tranvía y los autobuses utilizados todos los días por millones de personas para trasladarse hasta sus centros de trabajo o estudio.
Para compensar este brusco aumento, el gobierno había prometido bajar de 5,5 a cinco por ciento el TVA para los artículos considerados indispensables, entre ellos el pan, la leche y los medicamentos vitales, pero al final la iniciativa quedó sin efecto.
El impacto de la medida se puede estimar en el volumen de ingresos que el gobierno espera recibir a fin de año por este impuesto, calculado en unos ocho mil millones de euros.
Michel-í‰douard Leclerc, propietario de la cadena de tiendas de ese nombre, reconoció que si bien los comerciantes harán esfuerzos por atenuar el golpe, al final siempre serán los consumidores quienes pagarán el aumento.
Una primera reacción será la disminución del consumo familiar, justo en un momento en que la economía francesa está en dificultades y necesita de este importante motor para lograr la reactivación, señaló Philippe Waechter, de la firma de análisis Natixis.
Además del aumento de precios, los hogares se verán afectados en 2014 por una reducción de los ingresos exentos de tributos, que bajarán de dos mil a mil 500 euros.
Ello significa, por ejemplo, que una familia con salarios totales de cuatro mil euros solo pagaba el impuesto sobre la renta por dos mil, pero a partir de ahora lo hará por dos mil 500, lo cual significa una carga extra a su presupuesto.
De manera adicional, el gobierno estudia aplicar este año una contribución por los equipos conectados a internet, como computadoras, tabletas o telíéfonos celulares, igual al que se cobra ya por tener un televisor en casa.
