El tiempo apremia y Argentina quiere cerrar un acuerdo cuanto antes con Repsol sobre la expropiación de YPF. El Gobierno que dirige Cristina Fernández de Kirchner pretende salir lo más airoso posible de esta situación.
Por ello, busca cumplir con la Ley de Expropiaciones, que le obliga a compensar a la petrolera española antes de que se cumplan dos años de la formalización del expolio, esto es, el próximo mes de mayo.
Para lograrlo, la compañía que preside Antonio Brufau está volcada en llegar a un acuerdo, tras haber sentado las bases para negociar el pasado mes de noviembre. No obstante, fuentes cercanas a la negociación destacan la complejidad de este asunto, ya que Repsol debe buscar plenas garantías de cobro y además no existe un precedente similar.
No hay que olvidar que en la mesa negociadora por parte del Gobierno argentino se encuentra el ministro de Economía y padre de la expropiación, Axel Kicillof, quien llegó a asegurar que Argentina no debe pagar un centavo a Repsol por la expropiación.
Sin embargo, la ausencia de inversión internacional y el desabastecimiento energíético del país han obligado a la Casa Rosada a reconsiderar esta actitud.
Ahora, desde YPF y desde la compañía española destacan la favorable evolución de las negociaciones, aunque de un lado y de otro quieren andar con pies de plomo sobre cómo se ejecuta el principio de acuerdo logrado tras la participación del ministro de Industria, Josíé Manuel Soria, en un primer acercamiento.
El quid de la cuestión se centra en las garantías para cobrar los 5.000 millones de dólares acordados. Repsol quiere avales, como reservas del Banco Central, o que el Ciadi, donde está abierto un arbitraje por la nacionalización de YPF, vele por el cumplimiento del acuerdo en los próximos años.
Entre tanto, Kicillof ha viajado recientemente a Francia para negociar con el Club de París, principal acreedor de la deuda argentina. En principio, el Gobierno argentino parece querer dar la imagen de querer cancelar la deuda a travíés de la liberalización de reservas del banco central.
Según medios argentinos, la intención de Kicillof es refinanciar parte de la deuda o bien pagar al contado unos 2.000 millones de dólares, correspondientes al 20% del total de la deuda.
Tambiíén se baraja que una cantidad similar sea liberada paulatinamente por el Banco Mundial, para que las reservas de la entidad no se vean afectadas.
El titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Carlos de la Vega, destacó que un acuerdo con el Club de París "abriría las puertas a la financiación de las empresas que quieran hacer inversiones en la Argentina".