Luciano Reguzzo, director tíécnico de Impregilo en Panamá de 2007 a 2012, ha reconocido ante la Justicia que la empresa de construcción italiana, socia de Sacyr en la construcción del Canal, pagó en dinero negro casi 70.000 dólares (más de 50.000 euros) al Gobierno de Ricardo Martinelli.
Según el diario panameño La Prensa, la cantidad habría sido utilizada para sufragar la visita a Panamá del ex primer ministro Silvio Berlusconi, en junio de 2010, y costear las vacaciones en Cerdeña del presidente Martinelli y otros funcionarios de su ejecutivo, en el verano de 2011.
Este pago se enmarcaría en la investigación sobre una supuesta extorsión a Impregilo para que construyera un hospital pediátrico en la provincia de Veraguas, a lo que la constructora se negó.
Esta negativa y los problemas en la construcción del Canal provocaron el enfado del presidente panameño, momento en el que aparece en escena Valter Lavítola, identificado en el caso como "el coleccionador de coimas (sobornos)", con el objetivo de mantener vivas las relaciones entre Martinelli e Impregilo.
En esta línea, Massimo Ponzellini, expresidente de Impregilo, declaró el 27 de julio de 2012 ante los fiscales que, tras haber rechazado pagar sobornos a Martinelli por la adjudicación de las obras del Metro de Panamá, la empresa de construcción italiana vio como perdía el concurso.
Según publica la prensa panameña, a pesar de que Impregilo no se benefició de la licitación, Lavítola continuó con las presiones a la sociedad italiana, amenazando a la directiva con que Martinelli “tomaría represaliasâ€.
