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Rescatistas sudafricanos buscaban hoy a cuatro mineros ilegales atrapados por un derrumbe en el yacimiento de Randfontein, ubicado a 70 kilómetros de donde quedaron encerrados otros 20 obreros la semana anterior.
Algunos de los socorristas de los Servicios de Emergencia de Johannesburgo movilizados este sábado tambiíén participaron hace siete días en las labores de localización de las personas en el silo aurífero de Benoni.
Paramíédicos explicaron en el noticiero matutino de televisión que vecinos de la comunidad les alertaron sobre este último incidente en Randfontein, mina más peligrosa que la anterior por la presencia de gases nocivos.
Autoridades estatales y efectivos policiales calculan que más de seis mil mineros ilegales -la mayoría extranjeros- operan cada semana en la capitalina provincia de Gauteng, abundante en yacimientos de oro abandonados hace 15 años.
Organismos encargados de hacer cumplir la ley en este sector y representantes empresariales establecieron el Foro Multilateral contra la Minería Ilícita, en un intento de coordinar esfuerzos en pos de la reducción de ese delito.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Recursos Minerales, estas prácticas fuera de la ley provocan píérdidas anuales en el país equivalentes a unos 580 mil dólares anuales, sin contar el impacto ambiental.
Los cadáveres de dos mineros fueron hallados el miíércoles en un túnel de Benoni. Los hombres de 24 y 29 años, con nacionalidad de Zimbabwe, murieron debido a un desprendimiento de rocas.