Tras el largo periodo de turbulencias que padeció en los momentos más agudos de la crisis, el verano de 2012 actuó de catalizador para el selectivo español. El parquíé madrileño se tiñó de rojo con caídas de un 17,4% en 2010; un 13,1% en 2011 y un 4,6% en 2012. Entonces se produjo un punto de inflexión que pudo constatarse a lo largo de 2013, cuando el Ibex alcanzó una revalorización superior al 21% anual. La Bolsa despedía un ejercicio con subidas por primera vez desde 2009, cuando el incremento fue del 30%. En lo que llevamos de año ha mantenido la tendencia positiva, anotándose más de un 5%, y varios expertos apuntan que ï¬nalizará 2014 por encima del resto de las principales plazas mundiales.
El selectivo español goza de un notable atractivo entre los inversores y ha consolidado su posición como uno de los índices favoritos respecto a sus homólogos europeos o estadounidenses en los últimos meses. “Creo que lo más probable es que el Ibex ï¬nalice el año por encima del resto de mercados europeos, de Estados Unidos y de emergentes. Sobre Japón, hay dudas de si van a darle un giro más expansivo a su política monetariaâ€, aduce Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets.
Una evolución positiva que los analistas prevíén que se mantenga en los próximos meses. Máxime cuando la Bolsa nipona se revalorizó un 23% en 2012 y un 56% en 2013, la mayor subida del Nikkei en 40 años. Los índices de Wall Street y el Dax alemán –solo por encima del Ibex como la Bolsa con mayores alzas en 2013 entre las plazas del Viejo Continente– alcanzaron nuevos máximos históricos y los grandes mercados europeos cosecharon subidas de dos dígitos.
Dos escenarios
En tíérminos de rentabilidad, los analistas barajan para el Ibex un alza de entre el 10% y el 20%. “Pensamos que el Ibex puede terminar el año con una subida de entre un 10% y un 15%, para cerrar entre los 11.000 y los 11.500 puntosâ€, explica Daniel Pingarrón. “Barajamos un escenario base para el Ibex de 10.800 puntos y otro más optimista que nos llevaría a una valoración de 12.100 puntos (un alza del 22%) –lejos aún de sus máximos históricos alcanzados en noviembre de 2007, cuando tocó los 15.945 puntos–. La diferencia la marcará el ritmo de recuperación económica global y su menor o mayor traslado a los resultados empresarialesâ€, expone Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4.
Pero para que este último escenario se cumpla “es necesario que los beneï¬cios empresariales tomen el relevo a la liquidez de los bancos centrales, que suponen una reducción en los costes de ï¬nanciación, como impulsores de nuevas subidas en las Bolsasâ€, concluye. En el campo de los resultados empresariales, Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, apunta que “las grandes compañías cotizadas españolas se verían beneï¬ciadas de una posible bajada del impuesto de sociedades, actualmente en el 30%â€.
Creo que el Ibex seguirá haciíéndolo mejor que el resto, pero es evidente que, como parte del recorrido ya está hecho con respecto a la infravaloración e infraponderación del mercado, la subida neta será más limitada en el año, no superior al 7% o 10%â€, considera Josíé Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citigroup en España.
Algunos analistas se muestran más cautos respecto al Ibex. “Pensamos que a medio-largo plazo el mercado español no está especialmente barato a estos precios. Incluso, estaría ligeramente sobreponderado, en torno a un 4%. A nuestro juicio, el mercado español no es el más interesante ahora mismo en cuanto a valoración. Vemos más potencial a largo plazo en determinados mercados emergentesâ€, advierte Fernando Luque, editor de Morningstar en España.
Detrás de los motivos principales que subyacen bajo la renovada conï¬anza de los inversores por el Ibex se encuentra la mayor conï¬anza sobre la estabilidad de la zona euro, que posibilitó el regreso de los inversores internacionales y redujo las tensiones en el mercado de deuda. Los activos españoles, castigados durante la crisis, cotizaban a precios muy bajos, y los inversores comenzaron a verlos con interíés. Se produjo el ansiado cambio de percepción sobre el mercado español, que de ser observado como un riesgo a evitar pasó a contemplarse de nuevo como una oportunidad de inversión. El dinero procedente del exterior regresó al Ibex, atraído por sus bajas valoraciones y las primeras pistas de una incipiente recuperación económica. Junto a todo ello, las medidas de políticas expansivas adoptadas por los bancos centrales harían el resto. Los analistas destacan además un factor diferencial, las reformas gubernamentales adoptadas, así como la estabilidad política, que desligan y distancian al mercado español de otros mercados de la periferia como Grecia o Italia.
Para cerrar el círculo, la prima de riesgo española, el diferencial de rentabilidad de deuda respecto a Alemania, continuó relajándose desde el segundo semestre de 2013, en niveles cercanos a los 290 puntos básicos. “Esto ha provocado un incremento de no residentes que deciden invertir tanto en nuestra deuda pública como en nuestras empresas. La bajada de la prima de riesgo ha permitido un mejor acceso a la ï¬nanciación en los mercados de deuda a las empresas de nuestro paísâ€, argumenta López-Gálvez.
Mejora de expectativas
Natalia Aguirre considera que ese cambio de tendencia se debe “fundamentalmente al recorte en los costes de ï¬nanciación, promovido a su vez por las declaraciones y actuaciones del Banco Central Europeo (BCE). Una parte viene por la conï¬rmación de que el proyecto del euro va adelante (algo que se ponía en duda en verano de 2012) y otra parte por la mejora de expectativas en la economía española tras los ajustes y reformas estructurales que se han llevado a cabo y que han permitido a los inversores internacionales recuperar la conï¬anza en nuestra economíaâ€. Y es que, como recuerdan los expertos, la Bolsa actúa como indicador adelantado de la evolución de la economía real.
“A lo largo de este periodo tambiíén hemos visto una mejora en los datos macroeconómicos, con mayores previsiones de crecimiento, y el desempleo parece haber tocado fondo. El consumo privado lleva tres trimestres en positivo, y ya es de los países que más crecen de Europa. Además, se ha seguido fraguando la recapitalización bancaria y el reajuste del sistema ï¬nanciero españolâ€, señala López-Gálvez. Entre las fortalezas del selectivo español que atraen a los inversores, el analista destaca que “la mejora de la competitividad y las exportaciones son un factor claveâ€. “El mercado inmobiliario tendrá que repuntar tarde o temprano. Respecto al críédito, creemos que se está produciendo un punto de inflexión: los últimos datos muestran que las nuevas operaciones de críédito han aumentado un 6% interanual para empresas y un 16% en los hogares, aunque en flujos netos sigue siendo todavía negativoâ€, concluye.
Daniel Pingarrón destaca el hecho de que “el selectivo español es un índice más cíclico, que ha recibido un castigo mayor en el pasadoâ€. “La economía española está siendo una de las que más están mejorando sus fundamentales respecto al ritmo anterior. Además, los activos perifíéricos son una inversión de modaâ€, afirma. Según Aguirre, “realmente los inversores se han decantado por los perifíéricos europeos porque el foco de riesgo se ha redireccionado hacia los mercados emergentes, afectados tanto por la retirada progresiva de los estímulos económicos planteados por la Reserva Federal de EE UU (Fed), mediante la reducción en la compra de bonos de deuda pública norteamericana, como por la desaceleración que se está observando en la economía chinaâ€.
Ese castigo padecido por la Bolsa española durante la tormenta ï¬nanciera ha posibilitado que la posición de partida con la que ha iniciado el selectivo la recuperación fuera más baja respecto a los principales índices europeos y mundiales. Esta es una de las claves del buen momento por el que atraviesa el Ibex. Paula Mercado, directora de análisis de VDOS, cree que “se trata fundamentalmente de una recuperación desde niveles muy bajos, no solo del Ibex, sino del país, que es percibido desde fuera como una oportunidad de inversión, en vista de la rápida recuperación de la balanza comercial y del esfuerzo ciudadano, que ha llevado a una notable reducción del coste de la deuda junto con una fuerte recuperación de la competitividadâ€.
Firmino Morgado, gestor del renombrado fondo Iberia Fund, coincide con el resto de expertos al resaltar que “el Ibex se ha visto rezagado en estos últimos años respecto a los otros índices europeos y ahora está barato frente a estosâ€. Y continúa: “Ello no sería un motivo por sí solo para que lo hiciese mejor; sin embargo, la economía española está mejorando rápidamente en muchos de los frentes que tenía abiertos: desde la prima del riesgo hasta el saneamiento del sector ï¬nanciero, pasando por la reforma laboral y la consecuente mejora de la productividad aparejada, que ha disparado un área clave como las exportacionesâ€.
Más rentabilidad
Morgado se muestra optimista respecto a la evolución del índice madrileño, “las acciones comienzan a subir antes que los indicadores económicos, y pensamos que seguirán haciíéndolo como antesala a una recuperación económica española más pronunciada en 2014â€. Por su parte, Felipe López-Gálvez alerta: “Tambiíén hay que tener en cuenta el hecho de que el Ibex es, dentro de los grandes índices del mundo, el que mayor rentabilidad por dividendo – aquella que procede exclusivamente de la retribución al accionista– va a ofrecer a lo largo del próximo año. Los datos estimados son: Ibex (4,6%), S&P500 (2,1%), Nasdaq (1,2%), Bovespa (4,1%), FTSE (3,9%), Cac (3,5%), Dax (3%), Nikkei (1,8%) o Hang Seng (3,7%). Esta circunstancia hace que el potencial del Ibex sea más limitado, aunque resulte atractivo para el accionistaâ€.
Natalia Aguirre espera un mejor comportamiento relativo de Europa frente a Estados Unidos. “Por su mayor potencial de recuperación de los beneï¬cios empresariales, sus mejores valoraciones y los posibles nuevos estímulos monetarios del BCE. Los países perifíéricos, incluido España, serían los más beneï¬ciados de nuevas medidas expansivas del BCEâ€, explica.
El discurso del presidente del BCE, a mediados de 2012, fue clave en el cambio de rumbo experimentado por la Bolsa española. Así lo resalta Fernando Luque: “En realidad, la recuperación del Ibex (y su mejor comportamiento respecto a los índices europeos) empezó cuando Draghi pronunció las ya famosas palabras de que iba a hacer todo lo que fuera necesario para salvar al euro, en verano de 2012. En cierto sentido, es un movimiento de normalización, ya que anteriormente a este momento el selectivo español había tenido una evolución bastante peor que las demás Bolsas europeasâ€.
El mejor comportamiento que ha mantenido el Ibex respecto al resto de plazas europeas se pone de maniï¬esto al compararlo con el Euro Stoxx 50, el índice bursátil de referencia de la eurozona, compuesto por 50 grandes empresas europeas, cinco de las cuales son españolas. Desde agosto de 2012, la evolución comparada del Ibex ha sido siempre superior respecto al Euro Stoxx 50. “En este movimiento tambiíén ha influido el fuerte peso del sector bancario en el Ibex, que alcanza el 40% en el caso del índice español, frente a un 25% en un índice como el Euro Stoxx, ya que este sector ha tenido un comportamiento relativo muy positivo desde la fecha indicadaâ€. Asimismo, concluye Luque, “una de las consecuencias de las palabras de Draghi ha sido una bajada de las rentabilidades de los bonos a largo plazo de la periferia europea, circunstancia que ha favorecido especialmente a los bancos españoles, muy cargados de deuda públicaâ€.
El cambio de panorama en el mercado de deuda ha sido profundo. La deuda española se ha librado al ï¬n de la etiqueta de activo de máximo riesgo y la rentabilidad del bono español a diez años se sitúa hoy rozando el 3%, cuando en el verano de 2012 superó ampliamente el 7%. Esto le ha permitido moverse hacia un territorio muy cercano a sus mínimos históricos, el 3,005% registrado en 2005. Una mejora que se ha trasladado a la prima de riesgo, estabilizada por debajo de los 160 puntos básicos y que se mueve en zona de mínimos desde 2010. Cabe resaltar que en Italia el interíés exigido al bono italiano a diez años ha marcado nuevos mínimos históricos, si bien se sitúa entre dos y tres puntos básicos por encima del equivalente español. El equilibrio político con la llegada al poder de Matteo Renzi desde febrero ha servido para inspirar conï¬anza en el principal país de la periferia europea. Entre el resto de países perifíéricos, en Grecia, que acaba de regresar al mercado con su primera colocación de deuda desde su rescate en 2010, la prima de riesgo se sitúa en 458 puntos básicos; la de Portugal, en 222, y la de Irlanda, en 134 puntos.
Marcadores de evolución
La evolución económica y su incidencia en los resultados empresariales, las actuaciones que adopte el BCE respecto a los riesgos deflacionistas y en materia de política monetaria, así como la Reserva Federal en EE UU, junto a las tensiones geopolíticas derivadas de la crisis de Ucrania, marcarán en gran medida la evolución del Ibex en los próximos meses. Pero, en cualquier caso, parece que el giro experimentado por el selectivo español y su tendencia positiva se ha asentado, y el fondo del mercado sigue siendo alcista. “Se ha creado un círculo virtuoso, en contraste con el círculo vicioso anteriorâ€, observa Tim Stevenson, director de renta variable europea de Henderson, quien añade que “España se ha recuperado porque hay signos evidentes de que el doloroso proceso de ajuste está empezando a dar sus frutos: el desempleo está empezando a declinar y una variedad de indicadores económicos parece alentadora. Además, se ha producido un fuerte descenso de los costes de ï¬nanciaciónâ€.
Llegados a este punto, la necesidad de refrendar todos los buenos augurios que los inversores han mostrado sobre el mercado español se hace imprescindible para mantener la senda positiva del selectivo español. Toca ratiï¬car las primeras señales positivas sobre la recuperación económica, materializadas con la salida oï¬cial de la recesión de la economía española, al crecer un 0,1% en el tercer trimestre y un 0,2% en el segundo trimestre de 2013, y la mejora de las previsiones de crecimiento cara a 2014 de distintos organismos. Pero conviene no perder de vista el incontrolable incremento de la deuda pública, ya en el 96% del PIB, 987.000 millones de euros, a pesar de los esfuerzos de consolidación ï¬scal, y la posible preocupación de los inversores en la capacidad atribuida al país para devolver la deuda. Porque, como recuerda Martínez Campuzano, “el mercado siempre vive de expectativas; ahora se trata de no decepcionar a las generadas de forma positiva sobre Españaâ€.
La renta variable busca atraer al inversor moderado
La esperada continuación de descensos en los rendimientos de productos ligados al ahorrador con un perfil más conservador, como la renta fija y los depósitos –con la mayoría de las ofertas por debajo del 2% TAE–, puede producir un movimiento de inversores hacia las acciones, en busca de unos ratios de rentabilidad más atractivos. “No sería de extrañar que muchos inversores, ante la situación de bajos tipos de interíés en el mercado de bonos y en los depósitos bancarios, pudieran buscar rentabilidad en otras clases de activos, como la Bolsa. Dentro de este contexto, no es descabellado buscar mayores retornos en el Ibex atraídos por la rentabilidad por dividendo que ofrece, la mayor entre las principales Bolsasâ€, expone López-Gálvez, de Self Bank.
Según Natalia Aguirre, “es evidente que en el entorno actual de tipos en mínimos históricos, y con la expectativa de que se mantengan así durante un largo periodo de tiempo, el inversor que pretenda obtener una mayor rentabilidad tendrá que estar dispuesto tambiíén a asumir un mayor riesgo, si bien hay que tener en cuenta que la renta variable puede no ser adecuada para todos los perfiles de riesgo, y cada inversor debe valorar cuál es su capacidad para asumir la mayor volatilidad de las inversiones en Bolsaâ€.
En su búsqueda de mayores márgenes de rentabilidad, “estamos viendo, poco a poco, un mayor apetito por el riesgo por parte del inversor español. De hecho, este mes de marzo ha sido el decimoquinto mes consecutivo de entradas netas de dinero en fondos de renta variable españolaâ€, cuantifica Fernando Luque. Así como en el de renta fija perifíérica –con la deuda española en manos de inversores extranjeros en zona de máximos, según datos del Tesoro–.
Paula Mercado incide en que “es algo que puede ya percibirse en los fondos de inversión de gestoras españolas. Fondos mixtos y de renta variable están creciendo de manera notable, a pesar de que aún les supera el crecimiento de los fondos de gestión pasivaâ€.