Cándido Míéndez e Ignacio Fernández-Toxo pedían ayer empleos de calidad en la celebracion del Primero de Mayo. Un llamamiento especialmente necesario en los medios de comunicación, que han destruido miles de puestos de trabajo durante la crisis. Sin ir más lejos, uno de los referentes del sector, el Grupo Prisa, ha enseñado la puerta a más de 3.750 profesionales, el equivalente a un 25% de la plantilla que tenía hace un lustro. En efecto, la compañía contaba con un plantel de 15.195 trabajadores en 2008. A 31 de diciembre de 2013, esa cifra se situaba en apenas 11.443, con la mayor carga del ajuste efectuada en España.
La evolución de las cifras refleja una reducción sostenida del número de empleados, con casi 750 salidas en el último ejercicio. De hecho, el grupo contaba con 12.191 profesionales al cierre de 2012; con 13.159 al terminar 2011; se iba a los 13.885 a 31 de diciembre de 2010 y mantenía 14.987 en el año 2009. "El descenso en el número de trabajadores (...) se debe a los diferentes procesos de reestructuración y ajustes de personal, así como a la no sustitución de empleados llevados a cabo por todas nuestras compañías, principalmente en España", subraya la firma en sus cuentas anuales para explicar la situación.
El propio presidente ejecutivo de la compañía, Juan Luis Cebrián, reconocía en la reciente junta de accionistas el duro coste en tíérminos de plantilla que ha tenido que afrontar la sociedad durante esos años de crisis, tras advertir que los grupos de medios parecen atisbar la luz al final del túnel. "A partir de finales de 2013, es del todo palpable el hecho de que hemos tocado fondo, al menos en lo que a nuestro sector se refiere. (...) Hemos llevado a cabo en los dos últimos años importantes y dolorosas reestructuraciones de personal, y una política de reducción de costes muy eficaz", remachó el factótum de Prisa.
Por origen geográfico, Prisa cuenta en España con 5.648 trabajadores en 2013, cuando en 2008 tenía en nómina 8.404. Esto es, 2.756 efectivos, el grueso del recorte, se concentra en territorio nacional, un escenario que se compadece bien con el planteamiento que tradicionalmente expone Cebrián, que en la citada junta insistió en que la editora de El País debe considerarse como "un grupo iberoamericano de empresas, antes que español". En esa línea, recordó que, sin consolidar las cuentas de Canal+, el porcentaje de ebitda previsto que se generará fuera de España en 2014 alcanzará el 85%.
Los ejecutivos y la base
En este escenario, todas las categorías profesionales han sufrido las estrecheces financieras de Prisa, tanto la cúpula como la base. La sociedad contaba a 31 de diciembre de 2013 con 446 ejecutivos, 1.403 mandos intermedios y 9.594 trabajadores englobados en la categoría de otros empleados. En 2008, el número de directivos era de 552, un centenar más; el escalón medio albergaba 1.564 contratados y el grueso de la plantilla ascendía a 11.837, lo que supone 2.243 puestos de trabajo menos en un lustro. El grupo tambiíén ha acometido en estos cinco años de crisis importantes reducciones salariales a su equipo.
"Todas las medidas se han implementado utilizando canales adecuados de negociación y por la vía del acuerdo con los representantes legales de los trabajadores y los sindicatos", explica en sus balances la firma, añadiendo que sus gestores están actuando con la máxima transparencia. "La compañía ha lanzado un amplio plan de comunicación en todas las unidades de negocio en el que se explica la estrategia para afrontar los profundos cambios en el mercado de trabajo y cada medida a adoptar. Los ajustes se han llevado a cabo desde la responsabilidad para alcanzar acuerdos", remacha, dejando claro que se han ofrecido condiciones de salida que mejoran las que contempla la actual legislación laboral.
Los números de Prisa en 2013 se vieron marcados por una carga financiera de 185,60 millones –la deuda neta total se incrementó hasta los 3.227,41– y, sobre todo, por el deterioro de DTS, sociedad que cobija Canal+, que ascendió a 844 millones. ¿Conclusión? Píérdidas cercanas a los 650 millones. Además, Prisa incrementaba sus dotaciones para hacer frente a regularizaciones derivadas de inspecciones fiscales. No consiguió salvar los muebles ni con El País. El rotativo, históricamente generador de importantes beneficios, registró píérdidas operativas de 2,02 millones. Todo tras un ERE en 2012 que supuso la salida de 130 personas. Para reflexionar.
