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El senado brasileño inicia una nueva semana con la prioridad de instalar mañana la Comisión parlamentaria que investigará la políémica compra en 2006 de una refinería en Estados Unidos por Petrobras.
La decisión fue anunciada por el líder de este órgano, Renan Calheiros, tras las presiones de las bancadas de oposición y el fallo a favor de la magistrada del Supremo Tribunal Federal (STF) Rosa Weber de dar luz verde al comitíé para pesquisar sólo a Petrobras.
Pido a los líderes de los bloques que informen de inmediato sobre los integrantes de este grupo, con miras a proceder a iniciar sus labores el martes venidero, destacó Calheiros. Voceros del Senado confirmaron que las bancadas de los partidos del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y de los Trabajadores (PT) presidirán la Comisión, debido a que cuentan con mayor número de legisladores.
El PMDB tiene 20 parlamentarios y anunció de antemano que ocupará la presidencia de ese grupo, mientras que el PT, con 13, se encargará de la relatoría.
Se trata de las principales funciones en la dirección de ese comitíé, que centrará su labor en verificar el desembolso de más mil millones de dólares para adquirir la refinería estadounidense de Pasadena, destacó el senador Eunício Oliveira.
Estas organizaciones políticas tienen derecho a cuatro puestos cada una dentro de ese grupo, mientras la oposición, encabezada por la Social Democracia (PSDB), debe contar con tres asientos.
Senadores del PT reiteraron asimismo que recogerán firmas para lograr su propósito de investigar los contratos sellados de 1998 a 2008 por gobiernos de Sao Paulo para dar mantenimiento a los trenes en ese territorio.
Según revelaciones de directivos de empresas extranjeras, empleados y ejecutivo de la gobernación de Sao Paulo, miembros del PSDB recibieron coimas a cambio de otorgar convenios para dar servicio de mantenimiento al metro y trenes urbanos.
En este contexto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, respaldó el pasado día 30 en un mensaje a la nación cualquier pesquisa a Petrobras, pero condenó la campaña de ciertos grupos interesados en destruir la imagen de la principal empresa del país.
Petrobras jamás se va a confundir con actos de corrupción o acciones indebidas de cualquier persona, aseveró.
La máxima representante de la petrolera estatal, Graza Foster, reconoció en días pasados que se pagó un precio alto por esa refinería, pero descartó cualquier irregularidad en dicha operación.
Foster dijo que no está en los planes del gobierno vender esa planta y estimó que las píérdidas pueden ser revertidas.