El grupo de perfumería y lujo Puig refuerza su apuesta gallega. Históricamente, Puig ha controlado el 14,8% de Adolfo Domínguez. Ahora se hará con el 25% de Textil Lonia, la firma que controla las tiendas de Purificación García y CH Carolina Herrera. Se da la casualidad de que, aunque la licencia es de Textil Lonia, la marca de lujo neoyorkina Carolina Herrera ya era propiedad de Puig.
Según explica el portal especializado modaes.es, el 25% de Textil Lonia pertenecía al gigante de lujo francíés LVMH, que lo ha puesto a la venta. El futuro de este paquete se discutió en la junta de accionistas de la compañía gallega, que tuvo lugar ayer en Orense.
La operación no se ha formalizado todavía, entre otras cosas porque los hermanos Francisco, Josefina y Jesús Domínguez -socios mayoritarios de Textil Lonia- tienen un derecho de tanteo sobre el 25% propiedad LVMH, al que primero deben renunciar. Pero fuentes financieras han explicado que la entrada de Puig, a espera de que se solventen algunos flecos, se cerrará antes del 31 de diciembre.
El precio de la operación se desconoce, pero las fuentes consultadas calculan que superará los 70 millones de euros, una adquisición pequeña para la capacidad de compra de los Puig, que llevan tiempo oteando el horizonte para intentar hacer una gran adquisición internacional.
Textil Lonia factura 254 millones al año y es uno de los grandes desconocidos de la moda española, al no cotizar en bolsa y mantenerse al margen de operaciones corporativas y de los movimientos financieros de la capital española. Francisco, Josefina y Jesús Domínguez montaron la empresa cuando se separaron de su hermano, Adolfo Domínguez, descontentos de la línea de gestión que estaba llevando a cabo en la firma del mismo nombre. Las tensiones entre ambas ramas de la familia son notorias pero circunscritas al discreto mundo empresarial gallego, según explican desde el sector de la moda. Curiosamente, ahora los Puig serán los socios de todos los hermanos Domínguez.
Apuesta de gama
Textil Lonia controla una red de 516 tiendas en España y en otros diez países, entre ellos Estados Unidos, Chile, Francia, Gran Bretaña, Singapur, China y Corea del Sur. De estas tiendas, 280 pertenecen a Purificación García y otras 236 a CH Carolina Herrera.
Los hermanos Domínguez siempre han posicionado Textil Lonia en una gama más alta de precio de lo que es tradicional en el sector en España, donde la moda prompta y barata ha sido la moneda de cambio habitual: desde Zara hasta Mango.
La estrategia de Puig
Puig, por su parte, siempre ha operado en el mercado del lujo y ha utilizado íéste para vender sus perfumes. El acuerdo con Adolfo Domínguez tambiíén se basa en que es el fabricante de todas las fragancias que comercializa el grupo gallego. La voluntad de Puig es de permanecer en el capital de Adolfo Domínguez, en especial porque salir ahora le supondría fuertes minusvalías y porque su alianza con el empresario gallego lleva díécadas de estabilidad.
Tambiíén hace años que uno de los principales activos de Textil Lonia es la licencia de distribución de la segunda marca de Carolina Herrera, CH Carolina Herrera. Esta marca es el principal flujo de caja de Carolina Herrera, junto con los perfume. Y por ello los Puig están muy cómodos con su alianza con los otros hermanos Domínguez.
Puig es uno de los grupo familiares no cotizados más rentables de España. Factura 1.500 millones pero en 2013 ganó 176 millones y con deuda cero, siguiendo el principio norteamericano de “the cash is the kingâ€. Su presidente Marc Puig, se ha mostrado en público abierto a nuevas adquisiciones, de la que este paquete de Textil Lonia sería sólo un frugal aperitivo.