Por... JOSí‰ GUILLERMO íNGEL
Estación Fracturación, en la que todo se quiebra, se rompe y se perfora sin que interesen los efectos colaterales, que de residuos ya estamos viviendo. Y donde no importa quíé facturas cobre la tierra, porque de momento lo que interesa es romperla más para mantener vivo un sistema que contamina, daña y agota el planeta en pro de teorías del desarrollo, sostenimiento de mercados y creación de exportaciones. Y como la codicia y la ignorancia parecieran ser los indicadores de gestión (se promueve un crecimiento enceguecido), nos damos a maneras "rentables" de extraer recursos energíéticos sin plantearnos siquiera quíé papel cumplen estos con la estructura de la tierra, que no es una piedra sino un ser vivo (como demostró Havellock) que necesariamente se resiente si del interior comienzan a extraer lo que es necesario para ella y, por extensión, para nosotros. Y esto es lo que pasa con el Fracking, otro míétodo para desahuciar el hábitat.
El Fracking, es otra manera que nos hemos inventado de romper la tierra, entrando más abajo de las capas de pizarra y esquisto en busca de gases no convencionales, usando para ello agua, impulsada con una gran potencia de choque, que contiene molíéculas químicas de alto poder corrosivo. Y ese tratamiento, aplicado con gran violencia, afecta no solo el suelo sino las fuentes acuíferas internas de las que despuíés beberán humanos y animales, plantas y demás componentes de la estructura ambiental, dañando severamente el ecosistema y, como consecuencia, la posibilidad de vivir ahí.
Y si bien las empresas que ejecutan esta acción dicen que las denuncias son propias del delirio ambientalista, que científicamente han demostrado lo contrario, lo cierto es que pasa.
La lógica de una verdad no es su exposición, son sus resultados. Y por más que algunos científicos hagan demostraciones de tablero (o de pantalla) defendiendo el míétodo de fracturación hidráulica, las evidencias los contradicen.
Algunas zonas de Montana (en USA), entre otras, que antes fueron prósperas y fíértiles, ya son meros baldíos. Allí se contaminaron las aguas y el aire, la gente se enfermó y hubo alteraciones en el terreno, lo que ya hace prever riesgos sísmicos severos. Y todo por tratar de ser autosuficientes en un recurso que no es renovable y que seguramente tiene que ver con la estructura del planeta, con su peso y rotación, ya que la tierra es un sistema y si es afectado en una de sus partes, otras terminarán afectadas. Pero, parece, la economía es más que la vida y…
Acotación: En el tercer mundo, donde cada vez nos agotamos más en la explotación indebida de materias primas, los ministros de Minas y Energía (que no síé de quíé saben), defienden el Fracking con argumentos que dan pena, permitiendo que se hagan los daños.
Supongo que ellos, sabiondos, se irán con su dinero a vivir a Marte. Si los reciben.
