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Autor Tema: HERMANDAD BABILí“NICA a los TEMPLARIOS y JíZAROS, ORDEN DE MALTA, FAMILIAS DE POD  (Leído 695 veces)

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KHAZARIA (XV): De la HERMANDAD BABILí“NICA a los TEMPLARIOS y JíZAROS, ORDEN DE MALTA, FAMILIAS DE PODER y hasta la DEUDA SOBERANA antigua y actual (NADA NUEVO)


ARCHIVADO BAJO  í‰LITE, BANCOS CENTRALES, DEUDA SOBERANA, DINERO-ES-DEUDA, ESTAFA ECONí“MICA, EXTERMINIO, GENOCIDIO, GOBIERNOS-CORRUPTOS, HERMANDAD DE BABILONIA, ORDEN DE MALTA, ROTHSCHILD, SUMER, TEMPLARIOS

Sí­, y así­ vamos, de la implantación de la deuda desde la prehistoria hasta nuestros dí­as, cuyo fenómeno se ha hecho consustancial a nuestro devenir a travíés de civilizaciones, órdenes, hermandades, Jázaros, banqueros y sionismos al uso.

Escenarios y premuras impuestas a nosotros por aquellos que son más listos, o sea dementes y conducentes a la destrucción de eso que llaman ellos, carne útil. Así­ han sido y son todos esos individuos dementes que imperan entre nosotros, ante nuestra debilidad y fortaleza natural, y ante su extrema debilidad y para nada fortaleza. De piel pajiza, no adaptada a las inclemencias del tiempo de nuestro mundo, díébiles como son absolutamente frente a nosotros, llenos de miedos y terrores ante el natural devenir y frente a nuestra fortaleza natural que están a punto de doblegar.

Ellos, decí­a, tienen una prerrogativa: son inmunes a su propia naturaleza, a la nuestra, pues carecen de la capacidad que tenemos de empatí­a, el compartir. (diversificación), son psicópatas que nunca debieramos haber dejado que pasasen al lado oscuro. Debiíéramos haberles ofrecido un lugar adecuado a nuestra propia naturaleza, la de ellos. Otro gallo les y nos cantarí­a. Pero no sabí­amos. Ahora tenemos un fruto de nuestra propia realidad convertido en cancer que, si dios no lo remedia, tendremos que extirpar. Ellos lo saben.

En el fondo somos sus señores y dadores aunque no lo parezca. Ellos lo saben y por eso están aterrorizados. Saben que en cuanto nos demos cuenta ellos desaparecerán (Su ego y sus aberraciones), y antes intentarán utilizar esa otra aberración que se llaman policí­as y ejíércitos. Sus únicos valedores para que el castillo (de naipes) no caiga por su propio peso.

Sin ello están perdidos. Sin la guerra están perdidos. Todo lo demás, energí­a y papelitos cae por su propio peso sin ellos.

Ese es nuestro reto, no dejarnos arrastrar por guerras e ismos al uso promulgados por ellos, pues en eso se fundamentan, en el divide, confunde y vencerás.

Aquí­ una historia más de sus entresijos hasta nuestros dí­as:

 

La influencia de los Templarios en el devenir de la historia.
Durante miles de años los descendientes de la Hermandad de Babilonia han creado una extensa red de sociedades secretas interconectadas para hacer cumplir sus planes, que han incluido guerras y crisis económicas, con el objetivo puesto en un Nuevo Orden Imagen 10Mundial. Para ello, y de una manera coordinada, han estado manipulando los gobiernos y las vidas de la Humanidad. Estas redes se apoderaron del control de las instituciones que han representado el poder real, polí­tico y religioso, incluyendo la creación de los Estados Unidos, que aparentemente todaví­a está al servicio de la Hermandad Babilónica en Londres. Tres de las más importantes de las sociedades secretas surgieron públicamente durante el siglo XII. Todaví­a existen en la actualidad y tienen entre sus miembros las máximas personalidades de la polí­tica mundial, la banca, los negocios, el ejíército y los medios de comunicación. Estas sociedades secretas son los Caballeros Templarios, los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalíén y los Caballeros Teutónicos.  La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, tambiíén llamada la Orden del Temple y cuyos miembros son más comúnmente conocidos como caballeros templarios, fue una de las más poderosas órdenes militares cristianas de la Edad Media. Se mantuvo activa durante poco menos de dos siglos. Se supone que fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens, tras la Primera Cruzada. Su supuesto propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalíén tras su conquista. La orden fue reconocida por el patriarca latino de Jerusalíén, Garmond de Picquigny, quien les impuso como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro. Aprobada oficialmente por la Iglesia católica en 1129, durante el Concilio de Troyes, la Orden del Temple creció rápidamente en tamaño y poder. Los caballeros templarios empleaban como distintivo un manto blanco con una cruz patíé roja dibujada en íél. Militarmente, sus miembros se encontraban entre las unidades mejor entrenadas que participaron en las Cruzadas. Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura económica dentro del mundo cristiano. Crearon, incluso, nuevas tíécnicas financieras que constituyen una forma primitiva del moderno sistema bancario. La orden, además, edificó una serie de fortificaciones por todo el mar Mediterráneo y Tierra Santa.

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David Vaughan Icke es un escritor y conferenciante británico. Desde 1990 se ha dedicado a buscar “quiíén/quienes controlan el mundo” y a escribir libros y artí­culos políémicos. Icke ha sido reportero, presentador deportivo, y portavoz del Partido Verde del Reino Unido. Tambiíén es autor de más de veinte libros, en los cuales explica sus puntos de vista junto a los resultados de sus indagaciones sobre diferentes temas, principalmente referidos al supuesto control mundial por unos pocos seres humanos y con especial hincapiíé en los Illuminati, en su mayorí­a magnates y miembros de diferentes realezas, actuando conjuntamente con seres extraterrestres, los cuales llevarí­an ejerciendo su dominación sobre la humanidad desde sus albores. Según Icke, hay una fuerza oculta que controla a la humanidad. Los llama Illuminati, aunque reconoce que es una sociedad secreta sin nombre, que podrí­a basarse en la llamada Hermandad de la Serpiente o Hermandad de Babilonia. Esta sociedad secreta u “hombres en las sombras” tienen una agenda que tiene como principal objetivo la instauración de un gobierno mundial de corte fascista; una dictadura controlada por las íélites mundiales, muy en lí­nea con lo descrito por George Orwell en su novela 1984. Esta elite mundial está conformada por varias familias poderosas, dentro de las cuales Icke posiciona a los Bush, los Rockefeller, los Rothschild y la familia real de Inglaterra, entre otros. Además argumenta que todos tienen la misma lí­nea sanguí­nea, que viene esparciíéndose por las aristocracias mundiales desde los reyes de Sumeria hasta los actuales. Me he basado, en gran parte, en su libro “El Mayor Secreto” para escribir este artí­culo.

 

El íéxito de los templarios se encuentra estrechamente vinculado a las Cruzadas. La píérdida de Tierra Santa derivó en la desaparición de los apoyos de la orden. Además, los rumores generados en torno a la secreta ceremonia de iniciación de los templarios crearon una gran desconfianza. Felipe IV de Francia, fuertemente endeudado con la orden y atemorizado por su creciente poder, comenzó a presionar al papa Clemente V con el objeto de que tomara medidas contra sus integrantes. En 1307, un gran número de templarios fueron apresados, inducidos a confesar bajo tortura y posteriormente quemados en la hoguera. En 1312, Clemente V cedió a las presiones de Felipe IV y disolvió la orden. Su brusca desaparición dio lugar a especulaciones y leyendas que han mantenido vivo el nombre de los caballeros templarios hasta nuestros dí­as. Los Caballeros Hospitalarios han cambiado su nombre varias veces, ya que se llamaron los Caballeros de Rodas y actualmente son los Caballeros de Malta en su versión católica, mientras que en su versión protestante son conocidos como los Caballeros de San Juan de Jerusalíén. Como Caballeros de Malta su cabeza oficial es el Papa y sus oficinas centrales están en Roma. Como Caballeros de San Juan están ubicados en Londres y su cabeza oficial es el Rey (o Reina) de Inglaterra. Las alas católica y protestante son de hecho la misma organización al más alto nivel. Los Caballeros Templarios supuestamente fueron constituidos aproximadamente al mismo tiempo en 1118, aunque esto podí­a haber sido al menos cuatro años más temprano y fueron primero conocidos como los Soldados de Cristo. Los Templarios están rodeados de misterio y contradicción, pero es conocido que dedicaron la orden a la “Madre de Dios“. Los Caballeros Templarios promovieron una imagen cristiana como una cobertura y por tanto la Madre de Dios se creyó que era Marí­a, la madre de Jesús. Pero para aquellas sociedades secretas la Madre de Dios es un sí­mbolo de Isis, la virgen madre del Hijo de Dios egipcio, Horus, y la esposa del dios del Sol, Osiris, según la mitologí­a egipcia. Isis, a su vez, es otra denominación para la Reina Semí­ramis, madre de Tammuz  y esposa de  Nimrod, monarca mí­tico de Mesopotamia, mencionado en el capí­tulo 10 del libro de Gíénesis, quien además figura en numerosas leyendas. Isis / Semí­ramis tambiíén es conocida por otros nombres en las varias regiones. Entre estos nombres podemos destacar a Barati, Diana, Rea, Minerva, Afrodita, Venus, Híécate, Juno, Ceres o Luna. Se dice que representan simbólicamente  a la Luna y a la energí­a femenina.

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Todos estos nombres están inspirados en Ninkharsag, la “Diosa Madre” de los Anunnaki. Una serie de dioses antiguos,  como Nimrod / Osiris,  representan el poder del Sol, lo masculino. í‰ste era el conocimiento en base al que los Templarios fueron fundados y su inspiración de origen fenicio / ario puede ser vista en su sí­mbolo de la cruz roja sobre un fondo blanco, la cruz de fuego o sí­mbolo del Sol de los fenicios. Asimismo esta cruz está representada en la bandera de Inglaterra. Los templarios afirmaron haber tenido como objetivo proteger a peregrinos en Tierra Santa, pero durante los primeros nueve años parece que habí­a sólo nueve caballeros, lo que no aportarí­a mucha protección. De hecho, parece que fueron constituidos como protectores y ala militar de una sociedad secreta llamada la Orden de Sión, posteriormente conocida como el Priorato de Sión. La palabra Sión viene de Siona, el antiguo nombre sánscrito / ario para representar el Sol. Entre los posteriores Grandes Maestres del Priorato de Sión estaba el genial Leonardo da Vinci, quien fue patrocinado por los Míédicis, la familia de la Nobleza Negra Veneciana y representantes de la Banca. Se dice que tambiíén patrocinaron a Cristóbal Colón. Entre los más importantes patrocinadores iniciales de los Templarios estaba San Bernardo, el fundador de la orden Cisterciense, así­ como la familia francesa St Clair, que posteriormente se convirtió en la familia escocesa Sinclair despuíés de que se instalaron en Escocia luego de la invasión normanda de Gran Bretaña por Guillermo el Conquistador en 1066. Guillermo I de Inglaterra (1028 – 1087), más conocido como Guillermo el Conquistador y a veces llamado Guillermo el Bastardo, fue el primer rey de Inglaterra de origen normando, con un reinado que se extendió desde 1066 hasta su muerte en 1087. Descendiente de vikingos, desde 1035 fue duque de Normandí­a con el nombre de Guillermo II. Tras una larga lucha por afianzar su poder, hacia 1060 su dominio sobre Normandí­a estaba consolidado y por ello comenzó a planear la conquista de Inglaterra, que inició en 1066. El resto de su vida estuvo marcada por incesantes luchas por el mantenimiento de sus posesiones, tanto en Inglaterra como en el norte de Francia, y por las dificultades con su hijo primogíénito. Guillermo era hijo de Roberto I, duque de Normandí­a, y de su amante Arlette de Falaise. Su condición de hijo ilegí­timo y su juventud le causaron numerosas dificultades cuando sucedió a su padre, así­ como la anarquí­a que se extendió por sus dominios en los primeros años de su reinado. Durante su infancia y adolescencia los nobles normandos lucharon entre sí­ tanto para controlar al joven duque como para beneficio propio. En 1047 Guillermo sofocó una rebelión y comenzó a afianzar su poder sobre el ducado, un proceso que no culminó hasta 1060. En la díécada de 1050 contrajo matrimonio con Matilde de Flandes, con lo que consiguió un poderoso aliado en el vecino condado de Flandes. En esa misma íépoca Guillermo situó a varios de sus partidarios como obispos y abades de la iglesia normanda. La consolidación del poder le permitió expandir sus horizontes y en 1062 se aseguró la provincia vecina de Maine.

 

Desde la díécada de 1050 Guillermo era pretendiente al trono de Inglaterra, entonces en manos de su primo Eduardo el Confesor, que no tení­a descendencia. Sin embargo, no era el único que codiciaba la corona inglesa, pues tení­a un poderoso rival, el conde inglíés Haroldo Godwinson. í‰ste fue nombrado como su sucesor por el propio rey Eduardo en su lecho de muerte en enero de 1066, pero Guillermo argumentó que el rey de Inglaterra le habí­a prometido en el pasado que el trono serí­a suyo y que el propio Haroldo habí­a jurado apoyarlo. Por ello, el duque normando puso en marcha la intervención militar y preparó una gran flota y un poderoso ejíército que desembarcó en el sur de Inglaterra en septiembre de 1066 y derrotó a las fuerzas de Haroldo en la batalla de Hastings el 14 de octubre. Guillermo fue coronado rey de Inglaterra en Londres el dí­a de Navidad de 1066. Tras realizar las gestiones necesarias regresó a Normandí­a en 1067, pero en los siguientes años se produjeron numerosos alzamientos militares ingleses contra los invasores normandos, que no fueron completamente sofocados hasta 1075. Los últimos años de la vida de Guillermo estuvieron protagonizados por las dificultades en sus dominios del norte de Francia, por problemas con su hijo mayor y por diversas amenazas de invasión de Inglaterra por parte de los danos, una tribu germánica septentrional, de Escandinavia. En 1086 Guillermo ordenó la creación del libro Domesday, un exhaustivo registro de la propiedad de todas las tierras de Inglaterra y sus formas de explotación. El rey Guillermo murió en 1087 mientras estaba en una campaña contra sus enemigos en el norte de Francia y fue enterrado en Caen. Su reinado de Inglaterra estuvo marcado por la construcción de un gran número de castillos y fortalezas para afianzar su control, el asentamiento de la nueva nobleza normanda en la isla y el cambio total en la composición del alto clero inglíés. No intentó integrar todas sus posesiones en un solo imperio, sino que prefirió administrarlas por separado. A su muerte los dominios fueron divididos: su hijo mayor Roberto se quedó con Normandí­a y su segundo hijo, Guillermo, con Inglaterra. Los St Clair / Sinclairs pertenecí­an a la Hermandad de Babilonia  y el conocimiento de sus planes era el gran secreto mantenido por la íélite de los templarios. El primer Gran Maestre de los Caballeros Templarios fue Hughes de Payens, que se les unió en 1124. Era un noble francíés, aliado del Conde de Champaña, y estaba casado con una mujer escocesa de descendencia normanda llamada Catherine St Clair. El primer centro Templario o fuera de Tierra Santa fue construido en la propiedad de los St Clair en Escocia.

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Otros Templarios de los inicios incluí­an al Conde d’Anjou, que era el padre de Geoffrey Plantagenet y el abuelo del rey Inglíés Enrique II. Fue Enrique el que patrocinó la construcción de la famosa abadí­a benedictina en Glastonbury, en el oeste de Inglaterra, un sitio sagrado desde tiempos antiguos. Los Templarios estaban conectados con los Caballeros Hospitalarios o Caballeros de Malta al más alto nivel y estas vinculaciones continúan actualmente. Hay muchos relatos de perí­odos de conflicto entre ellos, pero en los cí­rculos más altos de poder son diferentes ramas de la misma organización. En junio de 1099 fue dado otro golpe glorioso cuando cruzados cristianos invadieron Jerusalíén y masacraron a sus habitantesí­. Esto reabrió la Ciudad Santa a los peregrinos cristianos, que empezaron a llegar en gran número a travíés de los puertos de Jaffa, Tiro y Acre. En la antigí¼edad Tiro fue uno de los centros principales para los fenicios. Los Caballeros Hospitalarios fundaron la Hosterí­a Amalfi en Jerusalíén, a fin de suministrar comida y refugio a los visitantes. Cuando la riqueza y prestigio de los Caballeros Hospitalarios crecieron, formaron un ala militar, que recibió el apoyo papal en 1118, el mismo año que los nueve caballeros fundadores de la Orden del Temple llegaron a Jerusalíén para, supuestamente, proteger a los peregrinos. Los Templarios recibieron cuarteles contiguos al Monte del Templo, en donde estaba ubicado el Templo de Salomón. Algunos investigadores creen que los Templarios encontraron algo de gran valor, tal vez manuscritos o cantidades inmensas de oro, mientras excavaban bajo el Monte del Templo. Pero los eventos empezaron a moverse rápidamente despuíés de 1126, porque fue entonces cuando el Gran Maestre, Hugues de Payens, dejó Jerusalíén para captar nuevos reclutas y expandir la orden. Se dirigió de regreso a Francia para reunirse con San Bernardo, entonces abad de Clairvaux, y llevó consigo al tí­o templario de Bernardo, Andríé de Montbard. Bernardo los recomendó al Papa Honorio II, por lo que los Templarios fueron constituidos oficialmente el 31 de enero de 1128 en el Concilio de Troyes. Este nombre deriva de Troya, la antigua gran ciudad aria en Asia Menor que tambiíén inspiró el nombre original de Londres. Entre sus sí­mbolos, aparte de la cruz roja fenicia, estaba una bandera negra y blanca, formada por dos cuadrados, la calavera y las tibias cruzadas, y la atalaya. Todos estos sí­mbolos han llegado  hasta las organizaciones actuales de la Hermandad. Los cuadrados negros y blancos pueden ser encontrados en el pavimento de cada templo francmasón, porque los francmasones son los herederos de los Templarios bajo otro nombre. Muchas iglesias y catedrales, como la Abadí­a de Westminster y Notre Dame en Parí­s, tambiíén tienen cuadrados negros y blancos en su pavimento, porque las iglesias cristianas derivan de la Hermandad Babilónica.

 

La calavera y los huesos simbolizan los rituales de magia negra que la Hermandad ha empleado desde sus más temprano dí­as. Si observamos el timbre papal, podemos ver que la cúpula de la basí­lica de San Pedro y las llaves cruzadas de Pedro tambiíén forman el mismo dibujo que la calavera y tibias cruzadas. Esta podrí­a ser la razón de que la familia Calpurnio Piso, en relación a las historias del Evangelio, dijo que la ubicación de la crucifixión de Jesús era en un lugar llamado Gólgota, que significa calavera. El cí­rculo interior de la Hermandad consiste en lí­deres religiosos y polí­ticos que tienen conocimiento de un supuesto gran secreto, consistente en que la familia Calpurnio Piso, aristócratas en la antigua Roma, crearon la ficción del Nuevo Testamento, de la Iglesia, y del cristianismo.  El Nuevo Testamento y todos los personajes en íél aparentemente son ficticios. Los miembros de la familia Calpurnio Piso no solamente crearon la historia y los personajes, sino relacionaron la historia con un determinado tiempo y lugar en la historia, y lo conectaron con algunos personajes reales como los Herodesy los procuradores romanos. A mediados del primer siglo de la era actual, la aristocracia de Roma se sintió amenazada por un creciente problema. La religión judí­a crecí­a en gran número, agregando cada vez más prosíélitos. Las cifras alcanzaban un 10% de la población del imperio y el 20% de la población que viví­a al este de Roma. Aproximadamente la mitad o más de los judí­os viví­an fuera de Palestina, de los cuales muchos eran descendientes de prosíélitos. Sin embargo, la íética y la moral del judaí­smo eran incompatibles con la institución romana de esclavitud de la que la aristocracia se valí­a. Temí­an que el judaí­smo se convirtiera en la principal religión del imperio. El autor romano, Anneo Síéneca, tutor y confidente del Emperador Nerón, sugirió en una carta a su amigo Lucio Piso que fuera prohibido encender velas los sábados. Síéneca es citado posteriormente por San Agustí­n en su obra Ciudad de Dios: ‘’Las costumbres (el Sabbath) de esta maldita nación, ha ganado tanta fuerza, que ahora es practicada en todas las tierras, los conquistados le imponen leyes a los conquistadores’’. La familia Piso, encabezada por el amigo de Síéneca, Lucio Piso, se enfrentaba a  este problema de forma muy personal. Ellos eran los Piso Calpurnio, descendientes de estadistas, cónsules, y de grandes poetas e historiadores. Cayo Lucio Calpurnio Piso, el lí­der de la familia, se habí­a casado con Arria la Menor, biznieta de Herodes el Grande. En repetidas ocasiones, fanáticos religiosos gestaban insurrecciones contra Herodes de Judea, que era pariente por lí­neas de sangre con la esposa de Cayo Lucio .

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Piso deseaba robustecer el control de la familia de su esposa en Judea. Los Piso buscaban una solución a los dos problemas. La encontraron en los libros sagrados judí­os, que fueron el fundamento tanto de la rápida propagación de la religión como de la negativa de los fanáticos zelotes judí­os de ser gobernado por marionetas de Roma.’ Los Piso se burlaban y a la misma vez se maravillaban de la creencia judí­a en sus libros sagrados. Por lo tanto, creí­an fehacientemente que un nuevo libro judí­o serí­a el míétodo ideal para pacificar a los judí­os y reforzar el control en el paí­s. Hacia el año 60 d.C., Lucio Calpurnio Pisón compone Ur Marcus, la primera versión del Evangelio de Marcos, que ya no existe. Fue alentado por su amigo Seneca y asistido por un pariente de su esposa, el joven Persio, el poeta. Popea, la amante de Nerón y más tarde su esposa, era pro-judí­a, y Nerón se opuso al plan. El resultado fue la conspiración de los Piso para asesinar a Nerón, tal como detalló el historiador Tácito. Pero este intento fracasó  y Nerón hizo que Síéneca, Piso y sus compañeros de conspiración fueran ejecutados, obligándoles a cometer suicidio. Nerón envió al hijo menor de Piso, Arrio, a Siria como gobernador. Este puesto, le dio tambiíén el comando de las legiones apostadas en Judea. Arrio Calpurnio Piso provoco  deliberadamente la revuelta judí­a en el año 66 d.C. para así­ poder destruir el Templo de Jerusalíén, ya que los judí­os no estaban dispuestos a aceptar el Evangelio de Marcos de su padre. El objetivo planificado fue pacificar al pueblo judí­o. Sin embargo, su legión fue emboscada por los fanáticos zelotes en el paso de Beth Horon y casi fue destruida. La reacción de Nerón fue exiliar a Arrio a la región de  Pannonia, para comandar una legión, mientras que envió a Vespaciano a Judea para sofocar la revuelta.  Nerón fue asesinado por su propio esclavo Epaphroditus que, sin Nerón saberlo, era un lacayo del joven Piso. Galba se convirtió en emperador y nombró al primo de Piso, Liciniano Piso, como su sucesor, pero Galba a su vez fue derrocado luego por Otho. Otho fue destronado por Vitelio, al que en este punto de la historia Piso y sus amigos comenzaron a conspirar en su contra. Los Piso, Muciano y Tiberio Alejandro, que era primo de Piso, cerraron filas tras Vespasiano con miras de derrocar a Vitelio. Arrio Calpurnio Pisón seguí­a al mando de la Síéptima Legión en Pannonia, en la actual Austria-Hungrí­a, enviado por Vespasiano al sur, a travíés de los Alpes, para derrocar a Vitelio. Mientras tanto, el cuerpo principal de las legiones de Vespasiano marcharon, bajo el mando de Muciano, desde el este hacia Roma. Piso logró derrotar al ejíército de Vitelio y asegurar Roma para Vespasiano. Muciano llegó y rápidamente fue enviado a Judea para ayudar a Tito durante el sitio de Jerusalíén. Así­ se hizo, y en el 70 d.C asaltaron la ciudad y quemaron el templo, asesinando a miles de judí­os y enviando a otros millares a la esclavitud y a los campos de gladiadores.

 

Otra organización de la Hermandad Babilónica es la de Skull & Bones (Sociedad de la Calavera y Huesos), ubicada en el campus de la universidad norteamericana de Yale, en New Haven (Connecticut). El miembro más famoso de esta sociedad secreta es George Bush padre, ex Presidente de los Estados Unidos de Norteamíérica. El sí­mbolo de la atalaya puede ser visto en la organización de los Testigos de Jehová, que se afirma pertenece a la Hermandad. Uno de sus fundadores fue Charles Taze Russell, un masón de alto grado, que está enterrado bajo una pirámide. Sólo un año despuíés de que los Templarios fueron constituidos oficialmente en el Concilio de Troyes, su expansión era asombrosa. Tení­an una constitución papal, riqueza, tierra y trescientos caballeros de familias nobles, que tuvieron que dar toda su riqueza a los Templarios cuando se les unieron. Por consiguiente poseí­an tierras en Francia, Inglaterra, Escocia, España y Portugal, que posteriormente se extendió a Italia, Austria, Alemania, Hungrí­a y Constantinopla. Habí­a multitud de aldeas y granjas templarias por todo Inglaterra.. Sus cuarteles generales estaban en Londres, en la zona que ocupa ahora High Holborn y en 1161 se mudaron a un nuevo templo de Londres que todaví­a hoy es llamado Temple Bar. Allí­ puede ser encontrarse la iglesia original, con el clásico diseño redondo de los Templarios, junto con algunas tumbas templarias. En un puesto más prominente en Temple Bar, en el centro de la calle principal, hay una significativa estatua de un reptil alado. Las tierras templarias se extendí­an por las orillas del rí­o Támesis donde los Templarios tení­a sus propias dársenas. Durante el reinado de la Reina Victoria, la Hermandad levantó un obelisco al lado del Támesis en este punto y puso una esfinge en el otro lado. El obelisco habí­a estado antes en la ciudad egipcia de Heliópolis, la ciudad del Sol, y es conocido como la Aguja de Cleopatra. Este obelisco es un antiguo sí­mbolo egipcio – ario del Sol, que representa la energí­a masculina y el falo. Estos sí­mbolos se encuentran en muchos lugares, a menudo bajo la apariencia de monumentos de guerra. Los obeliscos, como otros sí­mbolos y formas geomíétricas, generan la energí­a que representan. Se colocan estos sí­mbolos por todos lados porque ayudan a resonar el campo de energí­a a la frecuencia vibracional que se desea, afectando las ideas y sentimientos de las personas. Curiosamente hoy las tierras templarias de Londres son el hogar de la abogací­a británica. Si se quiere controlar a las personas se tiene que controlar la ley y quiíén es y no enjuiciado. Por lo tanto, encontramos miembros francmasones entre la policí­a, la abogací­a y los jueces. Estas antiguas tierras templarias están en el corazón de Londres, desde el centro financiero de la ciudad de Londres, bajando hasta las Cámaras del Parlamento y el Palacio de Buckingham.

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Londres es un lugar desde el que es actualmente controlado el mundo, junto con Parí­s y el Vaticano. Y Parí­s era la oficina central de los Caballeros Templarios. Esa ciudad tambiíén tiene un obelisco egipcio de 3.200 años de antigí¼edad en la Place de la Concorde. Durante la mitad del siglo XII los Templarios seguí­an a la Iglesia Católica Romana en riqueza e influencia. Tení­an su propia flota de embarcaciones, sobre las que hicieron flamear la bandera de la calavera y huesos, y sus centros financieros en Londres y Parí­s eran el principio del sistema bancario moderno. Ellos prestaban dinero que no existí­a y le cargaban interíés, siguiendo las directrices de la Hermandad Babilónica. Uno de los planes promovidos por los Templarios era la creación de unos Estados Unidos de Europa, que se ha logrado a finales del siglo XX. La creación de la Unión Europea con su banco central y moneda únicos es uno de los pilares del programa de la Hermandad. Entre los conocimientos avanzado heredados por los Templarios figura el de la cuadrí­cula de energí­a de la Tierra, la red de lí­neas de fuerza magníética conocidas como las lí­neas de Ley o lí­neas del dragón. Los sitios sagrados principales están donde muchas de estas lí­neas se cruzan creando enormes vórtices de energí­a. Realizando rituales de magia negra en estos puntos, una energí­a negativa se mueve sobre las lí­neas de fuerza que emanan del vórtice y es bombeada en toda la red. Esto afecta el estado vibracional del campo de energí­a magníético de la Tierra dentro del que todos vivimos. Si ese campo de energí­a está lleno de emociones de miedo, será más probable que la gente experimente esa emoción. Y el miedo controla el mundo. El arma más importante de la Hermandad Babilónica desde su creación ha sido la manipulación del miedo. Nada limita más el potencial de las personas que el miedo. Es lógico que muchas iglesias cristianas se construyeran en antiguos sitios paganos. Los Templarios, con sus conocimientos de las artes esotíéricas, fueron los que financiaron las grandes catedrales góticas de Europa entre 1130 y 1250. El estilo gótico se originó en el Medio y Próximo Oriente. Las catedrales góticas que fueron financiadas y diseñadas por los Templarios incluyeron la Abadí­a de Westminster, la catedral de Chartres, y la catedral de Notre Dame, en Parí­s. Notre Dame, en honor de Isis / Semí­ramis / Ninkharsag,  se construyó en un sitio dedicado a la diosa Diana, y Chartres fue ubicada sobre un antiguo lugar sagrado, que antiguamente atrajo a druidas desde todas partes de Europa.

 

La famosa capilla de Kings College, Cambridge, estaba basada en el sí­mbolo cabalí­stico del árbol de la vida y fue descrita como una de las últimas grandes estructuras Góticas construidas en Gran Bretaña. Su diseño fue aparentemente inspirado por la catedral de Albi, del siglo XIV, ubicada en el Languedoc,  Francia.  La catedral de Albi es uno de los centros principales tanto para los Templarios como los Cátaros. Durante los siglos doce y trece, la religión Cátara desafió algunas creencias de la Iglesia Católica Romana, además de basarse en conocimientos esotíéricos. En aquella íépoca era la fe dominante en gran parte de Francia del sur. Esto alarmó a la Hermandad Babilónica en Roma. Por esta razón el Papa Inocencio III destruyó a los Cátaros en una terrible cruzada en que se empleó la tortura y la hoguera, que culminó en el sitio del castillo cátaro en Montsegur en 1244. Es curioso remarcar el uso de figuras de reptiles llamadas gárgolas en las iglesias y catedrales cristianas. Por ejemplo, la basí­lica de Notre Dame en Parí­s está cubierta de gárgolas. Son  representaciones más pequeñas similares a las que podemos ver en las pirámides y sitios mayas en Míéxico. Las catedrales de Chartres y Notre Dame eran centros de adoración de la Madonna Negra o virgen negra, otra obsesión templaria. Pero el culto de la Madonna Negra no estaba relacionado con Marí­a, la madre de Jesús. Era la adoración de la Reina Semí­ramis / Isis / Barati. Los egipcios dibujaron a Isis en color blanco para representar su aspecto positivo y en negro en su aspecto negativo. La Madonna Negra simboliza el uso negativo de la energí­a femenina de la Luna, de la misma manera que el Sol Negro simboliza el uso negativo de la energí­a solar, lo masculino. Además,  el Sol Negro es un nombre oculto para el Sol galáctico alrededor del que nuestro sistema solar gira durante unos 26.000 años. Por ejemplo, el caballo blanco, tal como puede verse en Uffington, Inglaterra, era un sí­mbolo del Sol de los fenicios. Por otro lado, el caballo negro representa el uso malíévolo de la energí­a del Sol. El caballo negro es el sí­mbolo del Lloyds Bank, que todo parece indicar pertenece a la Hermandad en el Reino Unido. Las estatuas de Marí­a que sostiene al bebíé Jesús en las iglesias cristianas son representaciones de la manera en que los egipcios retrataron a Isis sosteniendo su hijo, Horus. San Bernardo parece que era un discí­pulo encubierto de la religión de la diosa Isis. Los Templarios compartí­an su pasión y construyeron sus propias iglesias en una forma circular, indicando lo femenino. El uso extendido de la cúpula o útero por parte de la Hermandad tambiíén se relaciona con lo femenino. De hecho el mundo está dominado por ambas energí­as, masculina y femenina, de la que hombres y mujeres tienen el potencial para su manifestación.  Creemos que el mundo está dominado por la energí­a masculina, porque vemos la violencia y agresividad extendida por el mundo. Pero la energí­a femenina, en sus extremos, puede derivar en la manipulación encubierta que planifica  los eventos y conflictos en los que el extremo de la energí­a masculina puede aparecer. í‰sta es la energí­a con la que se supone que trabajan los agentes de la Hermandad Babilónica. Ello lo simbolizan con nombres como Semí­ramis, Isis, etc…

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En la Hermandad Babilónica tambiíén saben que la energí­a femenina es la fuerza creativa, que produjo incluso el Sol, tal como los egipcios atribuí­an a Isis. De aquí­ el simbolismo femenino constante en la Hermandad. Es la expresión equilibrada y positiva de la energí­a femenina la que han tratado de suprimir, no la energí­a femenina misma. Las catedrales góticas y las iglesias cristianas están llenas de simbolismo del Sol y de Isis. Las grandes entradas góticas y sus arcos son las representaciones de la vulva y muchas incluso tienen un sí­mbolo del clí­toris en la cima del arco. Lo mismo podemos decir de las ventanas de rosa de las catedrales góticas que miran hacia el oeste, la dirección sagrada de las deidades femeninas. Se han hallado en iglesias medievales escultura que retratan monjes teniendo relaciones sexuales con niñas jóvenes y utilizando cabezas de animales. Las Sheela na Gigs son tallas figurativas de mujeres desnudas mostrando una vulva exagerada. Se encuentran en iglesias, castillos y otros edificios, especialmente en Irlanda y Gran Bretaña, a veces junto a figuras masculinas. Un ejemplo muy conocido se halla en Kilpeck (Herefordshire, Inglaterra). Irlanda cuenta con el mayor número de tallas Sheela na Gig conocidas. En su obra The Sheela-na-Gigs of Ireland and Britain: The Divine Hag of the Christian Celts, Jack Roberts y Joanne McMahon cí­tan 101 ejemplos en Irlanda frente a 45 en Gran Bretaña. Se dice que estas tallas guardan de la muerte y el mal. Otras figuras grotescas como gárgolas se hallan frecuentemente en iglesias de toda Europa, siendo común decir que su presencia aleja los espí­ritus malvados. A menudo se ubican sobre puertas y ventanas, presumiblemente para proteger estas aberturas. Existe cierta controversia respecto al origen de estas figuras. Un punto de vista, sostenido por Anthony Weir y James Jerman, es que las Sheela na Gigs fueron talladas por primera vez en Francia y España en el siglo XI, y el motivo terminó llegando a Gran Bretaña e Irlanda en el siglo XII. La obra de Weir y Jerman fue una continuación de la investigación iniciada por Jí¸rgen Andersen, quien escribió The witch on the wall (1977). Eamonn Kelly, Conservador de Antigí¼edades Irlandesas del Museo Nacional de Irlanda, en Dublí­n, llama la atención, en su libro Sheela-na-gigs: origins and functions, sobre la distribución de las Sheelas en Irlanda para apoyar la teorí­a de Weir y Jerman: casi todas las Sheelas conservadas in situ se hallan en regiones conquistadas por los anglonormandos durante el siglo XII, mientras en las zonas que permanecieron «irlandesas nativas» aparecen sólo unas pocas. Weir y Jerman tambiíén argumentan en Images of lust que su ubicación en las iglesias y su fealdad respecto a los estándares medievales sugieren que fueron usadas para representar la lujuria femenina como horrible y pecaminosamente corruptora.

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Otra teorí­a, expuesta por Jack Roberts y Joanne McMahon, es que las tallas son vestigios de un culto precristiano de fertilidad o a la Diosa Madre. El tíérmino Sheela na Gig fue publicado por primera vez en la revista Proceedings of the Royal Irish Academy (1840–44), como un nombre local para un talla presente en un gablete del muro de una iglesia en Rochestown (Condado de Tipperary, Irlanda). El nombre tambiíén fue registrado en 1840 por John O’Donovan, un oficial de la Ordnance Survey de Irlanda, en alusión a una figura de una iglesia de Kiltinane (Condado de Tipperary). Hay controversia sobre el origen y significado de este nombre, pues no es directamente traducible al irlandíés. Tambiíén se ha dicho que la expresión sheela na gig es un tíérmino para una bruja o mujer vieja. El nombre más antiguo registrado para una de las figuras es «El ídolo», en relación con la figura de Binstead en la Isla de Wight. Este nombre fue mencionado en 1781 por R. Worsley en The History of the Isle of Wight, y de nuevo en 1795 por J. Albin en A New, Correct and Much-improved History of the Isle of Wight. El nombre de «El ídolo» tambiíén fue aplicado a una figura hoy perdida de Lusk (Irlanda), y registrado como en uso sobre 1783. Gran parte de la controversia en torno a las figuras se debe a determinar exactamente quíé se supone que representan. Las teorí­as al respecto, ninguna de las cuales abarca todas las figuras. La diosa en cuestión suele ser identificada como celta, concretamente una vieja bruja Cailleach de la mitologí­a irlandesa y escocesa. Esta teorí­a fue originalmente propuesta por gente como Margaret Murray y Anne Ross, quien, en su ensayo titulado The Divine Hag of the Pagan Celts, escribió: «me gustarí­a sugerir que en su forma iconográfica primitiva retratan de hecho a la diosa territorial o de la guerra en su aspecto de vieja bruja». Más recientemente, la teorí­a de la diosa ha sido expuesta en el libro The Sacred Whore: Sheela Goddess of the Celts, por Maureen Concannon, quien relaciona las figuras con la «Diosa Madre». The Encyclopedia of Religion establece paralelos entre la Sheela na gig y el antiguo mito irlandíés de la diosa que concedí­a el reinado. Aparecerí­a como una vieja bruja lujuriosa, y la mayorí­a de los hombres la rechazarí­a, excepto uno, que aceptarí­a. Cuando se acostase con ella, íésta se transformarí­a en una hermosa doncella que le otorgarí­a la corona y bendecirí­a su reinado. En The Witch on the Wall, Andersen dedica un capí­tulo titulado «Pagana o medieval» a esta teorí­a. Y aunque sugiere posibles influencias paganas en las sheelas irlandesas, las ubica firmemente en un contexto medieval.  Freitag explora los posibles orí­genes paganos celtas, pero de nuevo encuentra poco que sugiera un ví­nculo, «…en particular la noción de la vieja bruja divina siendo un retrato de Ur-Sheela debe ser firmemente rechazada como caprichosa conjetura».
« Última modificación: Septiembre 22, 2014, 07:17:04 pm por Scientia »



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A pesar del rechazo acadíémico de un origen pagano, esta teorí­a sigue siendo ampliamente aceptada en otros ámbitos y es firmemente defendida por sus partidarios. En apoyo de esta teorí­a se puede citar el descubrimiento de una Sheela na Gig en un santuario rupestre del siglo I en el Concelho de Coirós (Galicia).  Tal como hemos indicado, los sí­mbolos de Sheela na gig en iglesias antiguas, particularmente habitual en Irlanda, representan a mujeres desnudas con piernas abiertas. Asimismo, dentro los altares de iglesias han sido encontrados sí­mbolos fálicos de piedra. Son un simbolismo de la diosa Isis y las  iglesias fueron construidas en realidad como un útero simbólico. Las decoraciones de telaraña y laberinto de las catedrales e iglesias góticas se refieren a la energí­a de la diosa femenina, la fuerza instintiva y creativa, que teje el destino del mundo. Esto es tambiíén el simbolismo de las leyendas de la Mujer Araña de las tradiciones nativas americanas y los nombres de lugares sagrados como Spider Rock, en Arizona. Un libro de Fred Gettings, titulado El Zodí­aco Secreto, presenta el mosaico del zodí­aco en el piso de mármol de la iglesia gótica de San Miniato, en Florencia, Italia, que data de 1207. Gettings sugiere que la iglesia fue construida para alinearse con una conjunción infrecuente de Mercurio, Venus y Saturno en el signo de Tauro al final de mayo de 1207. La astrologí­a, que puede ser rastreada hasta el origen de la Historia conocida, era un arte muy importante para los templarios y era enseñado en la escuela de Chartres. Cuando los cristianos van a la iglesia no tienen ninguna idea de que están entrando en un santuario de origen pagano. Los Templarios tení­an relaciones con la mayorí­a de los monarcas de la íépoca, aunque no tanto en Francia. Dada su riqueza inmensa, los Templarios controlaban a muchos de los reyes que parecí­an detentar el poder, justo como los actuales miembros de la Hermandad hacen con los gobiernos actuales. Los Templarios estaban en el entorno de Enrique II de Inglaterra, el patrocinador de la basí­lica de Glastonbury. La conocida enemistad de Enrique II con el Arzobispo de Canterbury, Thomas A. Becket, terminó cuando dos caballeros llegaron de Francia para asesinarlo en la Catedral de Canterbury en 1170. El Hijo de Enrique, Ricardo Corazón de León era un templario, aunque no oficialmente. Cuando fue forzado a escapar de Inglaterra bajo las amenazas de su medio hermano, Juan sin Tierra, lo hizo disfrazado de templario. Fue protegido por los templarios  que lo enviaron a las cruzadas de Tierra Santa contra los musulmanes. Ricardo vendió Chipre, un anterior asentamiento fenicio, a los Templarios y estaba involucrado en las negociaciones entre ellos y su versión islámica, la sociedad secreta de los Asesinos. Esta palabra se usa para describir actualmente a un asesino y se deriva del míétodo particular de los Asesinos de gobernar mediante el miedo y el terrorismo.

 

El nombre de asesino se dice que deriva de “usuario de hachí­s“, porque usaron esta droga para engañar y manipular a jóvenes para que asesinaran en nombre de Dios en la creencia de que esto asegurarí­a su lugar en el paraí­so. El nombre tambiíén podí­a originarse de la palabra hass (destruir) y asana (colocar trampas). Lanzaron una guerra terrorista internacional desde sus cuarteles generales en la montaña de Alamut o Nido del íguila, en Persia. En este lugar se ha encontrado alfarerí­a decorada con estrellas de cinco puntas y el sí­mbolo de la vulva femenina. Asimismo,  los Asesinos llevaban túnicas blancas con una faja roja. Los Asesinos, que existen actualmente bajo diferentes nombres, surgieron de una secta fundada por un persa llamado Hassan Sabah, en 1090, el mismo perí­odo en que los Templarios, los Caballeros Hospitalarios, y los Caballeros Teutónicos estaban siendo constituidos. Los Templarios y los Asesinos trabajaban de manera sincronizada, aunque parecí­an estar en bandos opuestos. El objetivo era controlar ambos bandos. Uno de los míétodos más eficaces de la manipulación por la Hermandad es crear o infiltrarse en todos los bandos y así­ controlarlos. Los Templarios tení­an mucha experiencia en esta manera de actuar. Mientras estaban acompañando a Ricardo Corazón de León en las Cruzadas, al mismo tiempo estaban respaldando a su hermano y rival, el Rey Juan sin Tierra. Los Templarios estaban detrás de la firma de la Carta Magna en 1215, gracias a los esfuerzos de Aymeric de St Maur, el Gran Maestre Templario en Inglaterra y  consejero del Rey Juan. La Carta Magna redujo muchos poderes de la monarquí­a, incrementando así­ el control Templario y llevando adelante el objetivo a largo plazo de introducir la democracia, pero entendida como un nuevo medio de control. En este caso serí­a un sutil control encubierto en lugar de un control manifiesto. Pero ello no implica que todos los Templarios tuviesen un propósito negativo. Pero en estas sociedades secretas habí­a muchos niveles de conocimientos y de programas. El escritor e investigador francíés, Jean Robin, llegó a la conclusión de que la Orden del Temple constaba de siete cí­rculos exteriores a los que fueron enseñados los misterios “menores” y tres cí­rculos interiores que trabajaban con los grandes misterios. Sucede lo mismo con la Masonerí­a y todas las sociedades secretas actuales.  La mayorí­a de los miembros de las sociedades secretas no tienen ni idea de lo que saben sus máximos niveles o de los programas que están promoviendo.

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A pesar de su riqueza, los Templarios estaban exentos de impuestos, al igual que las fundaciones actuales de la Hermandad, y tení­an sus propios tribunales. Controlaban a monarcas, personas influyentes y paí­ses. Su míétodo era manipularlos hasta una posición de dependencia. De este modo los Templarios podí­an entonces planificar sus acciones. Eduardo I pidió prestado sumas cuantiosas a los Templarios, mientras el Rey Juan y Enrique III estaban fuertemente endeudados con ellos. En un momento dado, Enrique III empeñó las Joyas de la Corona a los Templarios para pagar sus campañas militares. Esta es una antigua práctica de la Hermandad Babilónica. Manipulan las guerras, prestan a los distintos bandos el dinero para luchar entre ellos, y recogen enormes ganancias de los horrores que ellos mismos han causado. Luego prestan a los mismos paí­ses dinero para reconstruir lo destrozado por las guerras y esto los hace aún más endeudados y aún más bajo su control. Podemos analizar las dos guerras mundiales del siglo XX para comprobarlo. Las Joyas de la Corona Inglesa en la íépoca del Rey Juan fueron guardadas en el Templo Templario de Londres y bajo Juan, Enrique II, Enrique III y Eduardo I el Templo Templario de Londres era tambiíén una de cuatro tesorerí­as reales. Los Templarios recolectaban los impuestos para el Papa y la Corona, además de la tributación conocida como los diezmos. Eran una organización privada y secreta, recolectando impuestos en nombre de otros y una gran cantidad de ese dinero fue directamente a ellos en pago por intereses sobre príéstamos. Por lo que se sabe eran despiadados con los que no pagaban sus deudas. Los votos Templarios de sobriedad y castidad eran a menudo una hipocresí­a, ya que una descripción para el abuso del alcohol en la Inglaterra medieval era “beber como un Templario“. Cuando llegaron al negocio del dinero, sin embargo, eran tan despiadados con ellos mismos como lo eran con el pueblo. Sucede lo mismo actualmente. En Francia, el centro Templario en Parí­s era el tesoro real principal y la monarquí­a francesa les estaba tambiíén en deuda. Pero el rey francíés, Felipe IV, o Felipe el Hermoso, decidió que habí­a pagado suficientemente y dio un paso para destruir a los Templarios en una purga contra ellos en octubre de 1307. O por lo menos íésa es la Historia oficial. Hay mucho más por saber antes de que podamos comprender lo que ocurrió realmente y su relevancia para los eventos mundiales que siguieron.

 

Desde su creación, los Templarios y la Orden de Sión (posteriormente Priorato de Sión), eran dos ramas de la misma organización. El supuesto papel del Priorato de Sión era proteger a un linaje real llamado los Merovingios. Una versión dice  que los Merovingios son del linaje de Jesús, a travíés del hijo o hijos que concibió con Marí­a Magdalena, que huyó con ellos al sur de Francia despuíés de la Crucifixión. Pero tambiíén hay versiones que dicen que Jesús y Marí­a eran figuras simbólicas de una historia del mundo pre- Cristiano, usando nombres diferentes. En este caso serí­a difí­cil comprender cómo dos personajes simbólicos podrí­an haber concebido un linaje como el de los Merovingios. Probablemente la verdad sea sobre linajes y los Merovingios serí­an uno de los linajes principales, que no tendrí­an nada que ver con Jesús. Este linaje se hizo conocido como el de los Merovingios en Francia durante los siglos quinto y sexto. Ello lo explicarí­a  la Crónica de Fredegar, una copia de la cual existe en la Biblioteca Nacional en Parí­s. Fredegar era un escritor del siglo VII, residente en Borgoña, y que trabajó 35 años para terminar su registro de los Francos y Merovingios. Una tribu llamada los Francos Sicambros, de quienes proviene el nombre de Francia, tení­an vinculaciones con los arios. Las Francos fueron nombrados por su jefe, Francio, que murió en el año 11 a.C. El pueblo de Francio emigró de Troya, en la actual Turquí­a, y se convirtieron en los Escitas y luego en los Francos Sicambros, nombrados así­ en honor de su reina tribal, Cambra, a fines del siglo IV. Se originaron en Escitia, al norte del Mar Negro, en los Montes Cáucasos, desde donde la raza aria se extendió por Europa. Los Francos Sicambros se llamaban a sí­ mismos los Newmage, el pueblo de la Alianza, acuerdo proveniente de los Anunaki. Los Francos Sicambros vivieron despuíés en un área al oeste del Rí­o Danubio y se instalaron en Germania, estando su centro en la ciudad de Colonia. Fue en la íépoca del Rey Meroveo, que fue nombrado Guardián de los Francos en el año 448, que este linaje se convirtió en los Merovingios. Meroveo fue rey de los francos desde el año 448 al 457. Dio su nombre a la dinastí­a Merovingia. Una leyenda cuenta que nació de la unión de su madre, esposa de Clodión “el Cabelludo“, jefe de los francos salios, y de un monstruo marino, el Quinotauro, por lo que los sucesores del trono de Francia vendrí­an siempre del mar. Tercer rey de Francia, el nacimiento de este prí­ncipe es un enigma. Unos dicen que es hijo de Clodión. Otros pretenden que sólo era de la familia. De cualquier forma, es seguro que un prí­ncipe con este nombre reinó sobre los francos y que tuvo como competidor al trono a un hijo de Clodión. Fue por su nombre por lo que los reyes de la primera dinastí­a franca fueran llamados Merovingios. La mayorí­a de los historiadores creen que Meroveo estuvo con el ejíército romano en la sangrienta batalla en la que Aecio vence a Atila en la llanura de los Campos Cataláunicos (Chí¢lon-en-Champagne). Este prí­ncipe murió despuíés de diez años de reinado. La historia no habla ni del número de hijos que tuvo ni del nombre de la reina, madre de Childerico I, su hijo y sucesor.

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Los Merovingios eran los reyes hechiceros que eran famosos por sus conocimientos esotíéricos y poderes mágicos que heredaron de linajes de grupos secretos y a travíés de  iniciaciones. Francio, el fundador de los Francos, afirmaba ser un descendiente de Noíé y sus antepasados residieron en la antigua Troya. No obstante, la historia de Noíé puede ser simbólica y basada en los que sobrevivieron a la inundación del Diluvio Universal  y que despuíés devolvieron el poder a la paloma y la rama de olivo, representando a la reina Semí­ramis y al rey  Nimrod. La ciudad francesa de Troyes, donde los Templarios fueron constituidos oficialmente, fue elegida por los Francos Sicambros como su anterior hogar. La ciudad de Parí­s fue fundada por ellos en el siglo VI, despuíés de que se hicieron conocidos como los Merovingios, y fue nombrada así­ en honor del prí­ncipe Parí­s, el hijo del rey Prí­amo de Troya. Fue la relación entre el prí­ncipe Parí­s y Helena de Esparta lo que supuestamente causó la Guerra de Troya, en la que la infiltración del Caballo de Troya aseguró la victoria para los Espartanos. Tanto los troyanos como los espartanos eran descendientes de los mismos pueblos arios. Los Merovingios fundaron la ciudad de Parí­s en un punto de vórtice de energí­a principal y usaban una cámara subterránea para sus rituales, incluyendo el sacrificio humano en honor de la diosa Diana. Meroveo, el fundador de la dinastí­a Merovingia, siguió el culto pagano de la diosa de Diana, otro sí­mbolo para Isis / Semí­ramis. Esto no es sorprendente, ya  que el centro para la adoración de Diana estaba ubicado en í‰feso, en Asia Menor, no lejos de Troya. La ubicación de la antigua cámara subterránea en Parí­s, donde los Merovingios adoraban y sacrificaban a la diosa Diana, es ahora llamado el Pont y la Place de L’Alma y todaví­a son una cámara subterránea, ya que hoy hay un túnel. Y curiosamente fue allí­ donde el automóvil de Diana, Princesa de Gales, chocó en la mañana del domingo, 31 de Agosto de 1997. Otra rama del linaje Escitas, los Francos Sicambros y luego  Merovingios, emigró en el siglo XII desde Francia del norte y Bíélgica para convertirse en  las famosas familias escocesas de los Estuardo, algunos de los cuales eran antepasados de Diana, Princesa de Gales. El rey Merovingio, Clovis (Clodoveo en español), tení­a la flor de lis como su emblema real, una flor que crece en el Medio Oriente. Es tambiíén conocida como un lirio de tres puntas y fue usada para simbolizar al rey y a su linaje. Luego se convirtió en el sí­mbolo del linaje real de lo que es ahora Francia y esto era porque en la antigua Sumeria el linaje real fue simbolizado por un lirio (en inglíés, lily). Por ahí­ vienen nombres como Lilith, Lili, Lilutu y Lillette. Otra versión es Lilibet o Elizabeth. Es curioso que la Reina británica se llame  Elizabeth y fuese conocida por su cí­rculo familiar como Lilibet.

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Lilit o Lilith es una figura legendaria del folclore judí­o, de origen mesopotámico. Se la considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Según la leyenda (que no aparece en la Biblia), abandonó el Edíén por propia iniciativa y se instaló junto al mar Rojo, uniíéndose allí­ con Samael, que se convirtió en su amante, y con otros demonios. Más tarde, se convirtió en un demonio que rapta a los niños en sus cunas por la noche y se une a los hombres como un súcubo, engendrando hijos (los lilim) con el semen que los varones derraman involuntariamente cuando están durmiendo (polución nocturna). Se la representa con el aspecto de una mujer muy hermosa, con el pelo largo y rizado, generalmente rubia o pelirroja, y a veces alada. El origen de Lilit parece hallarse en Lilitu y Ardat Lili, dos demonios femeninos mesopotámicos, relacionados a su vez con el espí­ritu maligno Lilu. En los nombres de esta familia de demonios aparece la palabra lil, que significa ‘viento’, ‘aire’ o ‘espí­ritu’. Los judí­os exiliados en Babilonia llevaron a su tierra de origen la creencia en esta criatura maligna, cuyo nombre, adaptado a la foníética del hebreo Lilith, se puso en relación con la palabra hebrea laila, ‘noche’. La única mención en la Biblia de dicha criatura aparece en Isaí­as 34:14. En la Biblia de Jerusalíén el pasaje se traduce como: «Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; tambiíén allí­ reposará Lilit y en íél encontrará descanso». En la Vulgata se tradujo por Lamia, equivalencia que se conserva en algunas traducciones modernas, como la de Nácar-Colunga: «Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el peludo gritará a su compañero: la lamia tambiíén tendrá allí­ asiento, y hallará para sí­ reposo». Otras versiones, en fin, traducen el tíérmino como ‘criatura nocturna’ o ‘lechuza’. Al tratarse de un tíérmino que aparece testimoniado en una sola ocasión (hápax legómenon), no resulta posible saber con certeza si para el autor del texto era un nombre propio o común, y en este último caso, si se trataba de una criatura sobrenatural o de una rapaz nocturna. El profesor G. R. Driver opina que la palabra hebrea lilí­th deriva de una raí­z que denota “toda clase de movimiento de torsión u objeto retorcido”, tal como la palabra relacionada láilah, que significa “noche”, da a entender un “envolver o rodear la tierra”. Blair (2009) sostiene que las ocho criaturas mencionadas en Isaí­as 34 son todas animales naturales. El origen de la leyenda que presenta a Lilit como primera mujer se encuentra en una interpretación rabí­nica de Gíénesis 1. Antes de explicar que Yahveh dio a Adán una esposa llamada Eva, formada a partir de su costilla (Gíénesis 2), el texto dice: «Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó». Si bien hoy suele interpretarse esto como un mismo hecho explicado dos veces, otra interpretación posible es que Dios creó en primer lugar una mujer a imagen suya, formada al mismo tiempo que Adán, y sólo más tarde creó de la costilla de Adán a Eva. La primera mujer a la que alude el Gíénesis serí­a Lilit, la cual abandonó a su marido y el jardí­n del Edíén.

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La leyenda está vinculada a una tradición mágico-religiosa judí­a: la costumbre de poner un amuleto alrededor del cuello de los niños reciíén nacidos, con el nombre de tres ángeles (Snvi, Snsvi, Smnglof). El Gíénesis Rabba, midrás sobre el libro del Gíénesis, recopilado en el siglo V en Palestina, señala que Eva no existí­a todaví­a en el sexto dí­a de la Creación. Entonces Yahvíéh habí­a dispuesto que Adán diese nombre a todas las bestias, aves y otros seres vivientes. Cuando desfilaron ante íél en parejas, macho y hembra, Adán —que ya era un hombre de veinte años— sintió celos de su amor, y aunque copuló con cada hembra por turnos, no encontró satisfacción en el acto. Por ello exclamó: «¡Todas las criaturas tienen la pareja apropiada, menos yo!», y rogó al Dios que remediara esa injusticia. Según el Yalqut Reubeni, colección de comentarios cabalí­sticos acerca del Pentateuco, recopilada por R. Reuben ben Hoshke Cohen: “Yahvíéh formó entonces a Lilit, la primera mujer, del mismo modo que habí­a formado a Adán. De la unión de Adán con esta hembra, y con otra parecida llamada Naamá, hermana de Tubalcaí­n, nacieron Asmodeo e innumerables demonios que todaví­a atormentan a la humanidad. Muchas generaciones despuíés, Lilit y Naamá se presentaron ante el tribunal de Salomón disfrazadas como rameras de Jerusalíén“. Adán y Lilit nunca hallaron armoní­a juntos, pues cuando íél deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilit se sentí­a ofendida por la postura que íél le exigí­a. «¿Por quíé he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—: yo tambiíén fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual». Como Adán trató de obligarla a obedecer, Lilit, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó. Saliendo del Edíén fue a dar a las orillas del Mar Rojo, hogar de muchos demonios. Allí­ se entregó a la lujuria con íéstos, dando a luz a los lilim. Cuando tres ángeles de Dios fueron a buscarla (Snvi, Snsvi y Smnglof), ella se negó. El cielo la castigó haciendo que muriesen cien de sus hijos al dí­a. Desde entonces las tradiciones judí­as medievales dicen que ella intenta vengarse matando a los niños menores de ocho dí­as, incircuncisos. El novelista italiano de origen judí­o Primo Levi pone en boca de uno de sus personajes esta visión de Lilit: “A ella le gusta mucho el semen del hombre, y anda siempre al acecho de ver a dónde ha podido caer (generalmente en las sábanas). Todo el semen que no acaba en el único lugar consentido, es decir, dentro de la matriz de la esposa, es suyo: todo el semen que ha desperdiciado el hombre a lo largo de su vida, ya sea en sueños, o por vicio o adulterio. Te harás una idea de lo mucho que recibe: por eso está siempre preñada y no hace más que parir“.

 

La flor de lis es un antiguo sí­mbolo y tambiíén representa a los pilares fálicos gemelos de Jachin y Boaz, en el simbólico Templo de Salomón, que fueron esculpidos en bronce “Lilywork“, como se describe en Reyes 7. En las diversas artes la columna salomónica, torsa o entorchada es una columna con fuste de forma helicoidal, que se utilizó fundamentalmente en Europa y en Amíérica en la arquitectura barroca. Recibe su nombre por la creencia de la íépoca en que así­ fueron las columnas del Templo de Salomón. Fue un elemento de construcción empleado en la íépoca antigua pero su nombre procede de la denominación dada por los arquitectos barrocos, a partir de la descripción que se hace en la Biblia de las columnas del gran templo del rey Salomón en Jerusalíén, destruido en el año 586 antes de Cristo. Se dice que este templo tení­a dos columnas principales flanqueando el vestí­bulo, con fuste retorcido, cuyos nombres eran Boaz y Jachin, que simbolizaban respectivamente la fuerza y la estabilidad. Este peculiar tipo de fuste puede haber evolucionado desde el estilo manifestado en la Columna de Trajano de la Roma antigua, erigida como homenaje al Emperador del mismo nombre, la antigua columna tiene el fuste decorado con una banda única continua, en forma de espiral. Esta banda tiene una serie de imágenes que representan el poder militar de Trajano en la batalla. Estas columnas tambiíén parecen haber tenido uso en la arquitectura y decoración bizantina. Su difusión en el periodo barroco se debió a los dibujos de Rafael para los tapices de los Hechos de los Apóstoles, que a su vez dieron lugar al soporte del baldaquino de San Pedro de Roma realizado en 1624 por Bernini. Una columna salomónica comienza en una basa y termina en un capitel, como la columna clásica, pero el fuste tiene un desarrollo retorcido de forma helicoidal que da comúnmente seis vueltas y que produce un efecto de movimiento, fuerza y dramatismo. La introducción de la columna salomónica en el barroco manifiesta la condición de arte en movimiento. En muchas ocasiones se encuentra el fuste cubierto con decoración vegetal a base de hojas de parra. Los capiteles pueden ser de diversos órdenes, predominando el compuesto y el corintio. Es corriente que su uso sea más como una columna ornamental, que tectónica, por lo que es muy habitual que aparezca en retablos o adosada junto con otros adornos. El uso más destacado de columnas salomónicas se da en el baldaquino diseñado por Bernini dentro de la Basí­lica de San Pedro en el Vaticano. Este tipo de columna se hizo popular en la Europa católica, incluyendo la parte sur de Alemania, se extendió a España, casi al mismo tiempo que Bernini construí­a sus columnas, y de España pasó en muy poco tiempo a las colonias americanas, donde se usó corrientemente en iglesias como elemento caracterí­stico del estilo churrigueresco.  Despuíés de 1660, este tipo de ornamentación se convirtió en caracterí­stica básica de diseño de mobiliario en Francia, Holanda e Inglaterra, tanto en las patas de los muebles como en las puertas de cristal de los relojes de pared de finales del siglo XVII y principios del XVIII.

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Actualmente podemos ver la flor de lis usada profusamente en las galas de la realeza británica, en diversos edificios oficiales y en el vallado alrededor de ellos. Tambiíén lo podemos ver en iglesias. Asimismo lo podemos ver en una puerta de la Casa Blanca, en Washington. Tambiíén podemos ver la cruz templaria en numerosas catedrales, iglesias y edificios antiguos, incluyendo los modernistas. El tríébol de tres hojas en Irlanda es igualmente un antiguo sí­mbolo del linaje ario y la palabra tríébol (shamrock) viene del tíérmino norteafricano shamrukh. Todos estos sí­mbolos se relacionan con la representación de los tres cuernos de Nimrod, en Babilonia, y a principios esotíéricos. Otros sí­mbolos Merovingios eran el pez, representando a Nimrod, el león, representando a  Leo, y la abeja. Trescientas abejas de oro fueron encontradas sobre el manto del Rey Childerico I, el hijo de Meroveo, que murió en el siglo V. Las abejas eran un antiguo sí­mbolo de la diosa y reina Semí­ramis, y simbolizaban la realeza en Egipto. Tambiíén simbolizan  la abeja reina, representando a Isis / Semí­ramis. Los Merovingios eran otro nombre para el linaje de la Hermandad Babilónica. En el Priorato de Sión han estado dedicados a intentar restaurar la lí­nea Merovingia en el trono de Francia. Pero nunca fueron realmente la monarquí­a de Francia, porque este paí­s aún no existí­a como tal. El sí­mbolo del linaje de Dragón en Sumeria fue llamada un Gra-al, tambiíén conocido como la Marca de Caí­n. El Caí­n bí­blico parece que era uno de los primeros resultado de un cruce anunnaki – humano, que siguieron a Adán. Este Gra-al es el origen del supuesto Santo Grial y esta es la razón de que su equivalente en francíés antiguo signifique “Sangre Real“. El emblema del Gra-al en Sumeria era una copa de rocí­o o una Rosi – Crucis. Es descrito en registros egipcios, sumerios, fenicios y hebreos como una copa decorada con una cruz roja dentro de un cí­rculo. í‰ste es el origen verdadero de la Copa del Grial, que parece ser no fue la que recogió la sangre de Jesús en la crucifixión. Fue la copa que simbolizaba el útero de una mujer y el linaje ario. El tíérmino Rosi-Crucis fue el origen de los Rosacruces, una antigua sociedad secreta que ha trabajado para asegurarse que los linajes arios continuasen ocupando los puestos de poder. Uno de los autores que están vendiendo la idea de relacionarlo con Jesús es Sir Laurence Gardner, Canciller de la Corte Imperial y Real de la Soberaní­a del Dragón, heredera de la anterior Corte Real del Dragón de Egipto. Es tambiíén Prior de la Iglesia Celta del Sagrado Pariente de Santa Columba, representando a la paloma de Semí­ramis. Tambiíén fue miembro de la Guardia de la Casa Noble de la Casa Real de Stewart, o casa de los Estuardo, de la lí­nea Merovingia. Asimismo es conocido como Preceptor de los Caballeros Templarios de Saint Anthony.  Es curioso en que insista en que el linaje del Santo Grial se relaciona con Jesús cuando se supone que debe saber que no lo es.

 

Pero finalmente la Iglesia Católica Romana retiró su apoyo a los Merovingios, que  perdieron su poder y se desvanecieron de la escena pública hasta los últimos años. Otro monarca de linaje ario  se convirtió en el rey de los Francos. Su nombre era Carlomagno, uno de los monarcas más cíélebres en la historia de Europa. Era un patrocinador de los mamposteros de piedra que despuíés construyeron las catedrales góticas de Europa para los Templarios. En Toulouse se dice que fundó una logia de la Orden Rosacruz, que parece tiene sus orí­genes en el antiguo Egipto. Carlomagno extendió el imperio Franco y en el año 800 fue entronizado como Emperador de Occidente durante el papado de León III. La iglesia de Roma, vinculada con Babilonia, controló gran parte de Europa occidental y central. Esta dominación fue completa cuando la oposición militar a Roma, los Hohenstaufens o Gibelinos, fueron derrotados por los Gí¼elfos, nombrados por Welf, el Duque de Bavaria, en 1268. Pero, ¿quíé representaron los gí¼elfos y gibelinos en la historia europea? Los tíérminos gí¼elfos y gibelinos proceden de los tíérminos italianos guelfi y ghibellini, con los que se denominaban las dos facciones que desde el siglo XII apoyaron en el Sacro Imperio Romano Germánico, respectivamente, a la casa de Baviera, concretamente los Welfen, pronunciado Gí¼elfen, y de ahí­ la palabra «gí¼elfo», y a la casa de los Hohenstaufen de Suabia, señores del castillo de Waiblingen, y de ahí­ la palabra «gibelino». La lucha entre ambas facciones tuvo lugar tambiíén en Italia desde la segunda mitad del siglo XII. Su contexto histórico era el conflicto secular entre el Pontificado, que pasarí­a a estar apoyado por los gí¼elfos, y el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, apoyado por los gibelinos. Esto es, los dos poderes universales que se disputaban el Dominium mundi. En Alemania, tras la muerte sin descendencia del emperador Enrique V, en 1125, los prí­ncipes, a instancias del canciller imperial Adalberto, arzobispo de Maguncia, eligieron al Duque de Sajonia como Lotario II el mismo año de 1125. Sin embargo, estalló la guerra civil, puesto que los sobrinos y herederos de Enrique V, que eran Federico II, duque de Suabia, y Conrado, de los Hohenstaufen, exigieron además de las tierras patrimoniales de los salios, en Franconia renana, las tierras que la corona habí­a ido adquiriendo. En esta situación, Conrado III fue coronado rey de Italia en 1128 con apoyo de Milán, pero no consiguió asegurarse allí­ una buena posición, ya que el papa Honorio II (1124–1130) se negó a reconocerle, así­ como las ciudades enemigas de Milán como Novara, Paví­a, Cremona, Piacenza o Brescia. En cambio, el rey Lotario II se aseguró el apoyo de Enrique el Soberbio, de la dinastí­a de los Gí¼elfos, que era duque de Baviera y tambiíén marquíés de Toscana y de Verona, y al que le hizo yerno suyo en 1127.

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Aunque la guerra terminó en 1135 con la sumisión de Conrado III, las tornas cambiaron en 1137 al morir el emperador Lotario II, y Conrado III fue electo Rey de Romanos frente a Enrique el Soberbio, heredero de Lotario. Rey de Romanos fue el tí­tulo usado en el Sacro Imperio Romano Germánico por un emperador futurible, que no habí­a sido coronado por el Papa, y que por lo tanto no podí­a intitularse Emperador. La guerra se reinició entre Conrado III y Enrique el Soberbio, quien falleció en 1139. La continuó su hermano Gí¼elfo VI. Es en el asedio de Weinsberg en 1140 cuando los nombres de ambas facciones fueron establecidos por los gritos de guerra, gí¼elfo (contrarios a los Hohenstaufen) y Waiblingen (el nombre de un castillo de los Hohenstaufen, que darí­a lugar al tíérmino gibelino). A pesar de firmar un acuerdo de paz en 1142, tras el fracaso de la Segunda Cruzada, Gí¼elfo VI prosiguió la revuelta, que de todas maneras entró en la fase final con el fallecimiento en 1150 de Enrique Berenguer, Rey de Romanos e hijo de Conrado III. En 1151, Gí¼elfo VI pactó con su sobrino Federico III, duque de Suabia (a la sazón tambiíén sobrino de Conrado III), la sucesión en el Imperio a cambio de tierras. Así­, a la muerte de Conrado en 1152, fue elegido Federico I, con lo que el Gí¼elfo obtuvo tierras italianas, siendo designado como marquíés de Toscana y duque de Espoleto. Con la elección como rey de Alemania de Federico I Hohenstaufen, conocido como Federico Barbarroja, en 1152 y su posterior coronación en 1155, la facción gibelina triunfó en el territorio imperial. Dado que Federico deseaba reafirmar en Italia la supremací­a imperial que las comunidades habí­an sustraí­do al Imperio con el apoyo del papado, bajo su reinado (1152–1190) se verificó un desplazamiento de los tíérminos gí¼elfo y gibelino desde la zona alemana a la italiana, donde pasaron a denominar, respectivamente, a los partidarios del partido papal y a los defensores de la causa imperial. En Italia, por lo tanto, hubo ciudades como Florencia, Milán y Mantua que abrazaron la causa gí¼elfa, mientras que otras como Forlí­, Pisa, Siena y Lucca se unieron a la causa imperial. La elección tení­a varias motivaciones. En primer lugar, la búsqueda de la autonomí­a impulsaba a ciudades bajo el control del Imperio a buscar la alianza con el Papa (como pasaba en el caso de Milán) mientras que las ciudades bajo la influencia del papado buscaban la ayuda del Imperio (como era el caso de Forlí­); en segundo lugar, se elegí­a un partido simplemente por oposición al partido a favor del cual se habí­a declarado la ciudad rival (si Milán era gí¼elfa, Paví­a tení­a que ser gibelina; si Forlí­ era gibelina, Faenza serí­a gí¼elfa, etc.) siguiendo el viejo principio de que «los enemigos de mis enemigos son mis amigos».

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Todo esto condujo a la creación del Sacro Imperio Romano Germánico, una verdadera dictadura papal. Su dinastí­a más prominente de emperadores era los Habsburgo, una familia de linaje nacida en Suiza durante el siglo X. Ellos surgieron con el apoyo papal para gobernar el Santo Imperio Romano durante quinientos años hasta su caí­da en 1806. Gobernaron Austria desde 1278 y en el siglo XVI heredaron la corona de España. Posteriormente Carlomagno fue un servidor de la Hermandad Babilónica y su linaje ha continuado sin dejar de sujetar las riendas del poder. Al menos 33 presidentes estadounidenses fueron descendientes de Carlomagno. Los Merovingios obtuvieron la atención del público recientemente, tras la publicación de varios libros tratando de solucionar el misterio de la diminuta aldea del Languedoc, en Francia del sur, llamada Rennes – le – Chateau. Esta población fue uno de los centros más importantes del Priorato de Sión, los Templarios, los Cátaros y otros. El área fue una vez poblada por los celtas, descendientes de los Cimerios y Escitas, y Rennes – le – Chateau fue llamada Rhedae por una de sus tribus. Fue venerada como un lugar sagrado por los druidas porque es una región de gran poder magníético. A fines de la díécada de 1960 un documento titulado Le Serpent Rouge salió a la luz en la Biblioteca Nacional en Parí­s. Contení­a la genealogí­a de los Merovingios, dos mapas de Francia en el perí­odo Merovingio, y un plano de St Sulpice, el centro católico para estudios ocultos en Parí­s.  St Sulpice se construyó sobre las ruinas de un templo dedicado a Isis / Semí­ramis y era una tierra donde se enterraban los reyes Merovingios. La fecha real en que Le Serpent Rouge fue depositado en la Biblioteca Nacional fue el 20 de marzo de 1967. Pero sorprendentemente en esta fecha los supuestos autores del documento, Pierre Feugere, Louis Saint – Maxent y Gastón de Koker, habí­an muerto entre el 6 y 7 de marzo. Se piensa que alguien utilizó los nombres de estos tres hombres muertos como autores para añadir más misterio al relato. Habí­an trascurrido 13 dí­as entre las tres muertes y el depósito del documento en la biblioteca. El documento de 13 páginas incluí­a breves poemas en prosa correspondiendo a cada signo del zodí­aco y curiosamente indicaba 13 signos. Llamaba Ophiuchus (el poseedor de la Serpiente) al signo zodiacal extra, que se situó entre Escorpio y Sagitario. El número más importante para los Templarios era el 13 y esto se pondrá más y más relevante a medida que la historia se desarrolla. Es posible que  originalmente hubiese 13 signos del zodí­aco. El texto de Le Serpent Rouge, que parece mencionar el paisaje alrededor de Rennes – le Chateau, presenta una versión de la historia de La Bella Durmiente en la que la princesa, representando la energí­a femenina, es condenada a dormir hasta que un prí­ncipe llega para despertarla. Le Serpent Rouge tambiíén confirmaba que Marí­a Magdalena era otro sí­mbolo para Isis.

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Los iniciados conocen que su verdadero nombre es Notre Dame des Cross.  La energí­a femenina y el linaje de la Hermandad de Babilonia se transmiten a travíés de la mujer. Y desde la intervención de los anunnaki Ninkharsag y Enki esta energí­a fue simbolizada por Marí­a, Isis y Semí­ramis, y tambiíén era conocida como Diana. Una cueva en Sainte – Baume, en Francia del sur, se ha convertido en un santuario católico porque se dice que Marí­a Magdalena vivió allí­.  De hecho, durante la íépoca romana esa cueva era un centro para la adoración de la diosa Diana Lucí­fera. Diana como la portadora de la luz, o Illuminatrix, equivalente a iluminadora. Este fue el nombre dado a Marí­a Magdalena por Jacobus de Voragine, el arzobispo dominico de Gíénova, perteneciente a la Nobleza Negra.  Otro tema intrigante es que mientras los Templarios en toda Francia fueron arrestados y torturados despuíés de la purga por Felipe el Hermoso en 1307, los del área de Rennes – le – Chateau, como en Le Bezu, le Valdieu y Blanchefort, no fueron tocados. Esta área era muy importante para los Templarios y estaban relacionados con la familia de Blanchefort, ubicada en el castillo  de Blanchefort, a sólo dos millas de Rennes – le – Chateau. Algunos investigadores creen que los Templarios enterraron gran parte de su tesoro cerca de Rennes – le – Chateau, en la . región de Languedoc. Los romanos, tambiíén, pensaban que esta área era sagrada y veneraron allí­ a sus dioses paganos. En el siglo VI, Rennes – le – Chateau era un pueblo próspero, con  30.000 habitantes. Además era la capital del imperio visigodo que se extendí­a al sur a travíés de los Pirineos hasta España. Los visigodos eran un pueblo germánico, lo mismo que los Caballeros Teutónicos que surgieron al mismo tiempo que los Templarios. Los visigodos eran descendientes de los Cimerios y los Escitas, los pueblos blancos del Cáucaso. Fueron los visigodos los que barrieron Europa central para saquear Roma y causar el final del imperio romano. Un antiguo castillo visigodo, el Chateau d’Hautpoul, todaví­a sobrevive en Rennes – le – Chateau y conserva la torre de un alquimista. La alquimia es la transformación del hombre en espí­ritu puro. Pero tiene otro significado: la transformación de metales en oro. La teorí­a alquimista fue resumida por un iniciado griego, Aristóteles, que dijo que la base del mundo fí­sico era lo que íél llamó materia primera. Era una energí­a que no se podí­a ver ni tocar. Creí­a que la materia primera podí­a manifestarse como forma fí­sica a travíés de los cuatro elementos:  Tierra, Fuego, Agua y Aire. Estos elementos son diferentes entre sí­, pero cada uno está conectado por un enlace común que representa sequedad, humedad, calor o frí­o. Cada elemento tiene dos de estas cualidades, una de las cuales es dominante. La Tierra es frí­a y seca, predominando la sequedad. El Fuego es caluroso y seco, predominado el calor. El Agua es húmeda y frí­a, predominando el frí­o. El Aire es caliente y húmedo, predominando la humedad.

 

Un elemento puede ser transformado en otro a travíés del enlace que tienen en común. Por ejemplo, el Fuego se hace Aire a travíés del ví­nculo común del calor. Las sustancias están compuestas de elementos y si podemos transformar los elementos entre sí­, podremos transformar las sustancias que están hechas de dichos elementos. Ello implica que el plomo puede ser transformado en oro. Se cree que hay un polvo secreto que es necesario para esta transformación y que se conoce como la Piedra Filosofal. Se dice que la familia d’Hautpoul ha sido poseedora de tales secretos. El documento Le Serpent Rouge, cuando habla del 13º signo del zodí­aco, Ophiuchus, dice: “el plomo de base de mis palabras podrí­a contener el oro más puro“. Durante quinientos años Rennes – le – Chateau fue propiedad del Conde de Razíés y se convirtió en un centro importante para los Cátaros. Durante la Edad Media, el condado de Razíés se integró en las posesiones de los condes de Carcasona hasta su disolución tras la cruzada contra los albigenses. Con la caí­da el poder de Rennes – le – Chateau disminuyó. Una plaga y bandidos completaron su caí­da. Actualmente es un lugar de gran belleza y misterio, con hermosas vistas de montañas y valles. Pero es una zona con una desagradable sensación de energí­a negativa. Los patrones geomíétricos de esta área, que conecta montañas, sitios sagrados e iglesias, han sido identificados por investigadores como Henry Lincoln, pionero en los misterios de Rennes – le – Chateau. Tambiíén por David Wood e Ian Campbell en sus libros Genisis y Geneset. La diosa Isis es mencionada en antiguos registros de Rennes – les – Bains, a poca distancia de Rennes – le Chateau, y recientemente fue hallada una estatua de Isis cerca del pueblo. Wood y Campbell sugieren que Rennes – le – Chateau y Rennes – le – Bains se traducen como Reina del Castillo y Reina de las Aguas, los nombres dados por los antiguos egipcios a sus diosas Neftis e Isis. El área alrededor de Rennes – le Chateau es un poderoso vórtice  de energí­a dentro de la cuadrí­cula de energí­a de la Tierra. Por esta razón adquirió gran importancia desde tiempos antiguos para aquellos que lo comprendí­an y sabí­an cómo dominar esta energí­a. Se empezó a despertar la curiosidad por  la historia de Rennes – le – Chateau a raiz de la publicación  del libro Sangre Santa, Santo Grial, escrito por Henry Lincoln, Michael Baigent y Richard Leigh. Se inspiró en la historia del sacerdote  Berenger Sauniere, que en 1855 fue nombrado párroco de la iglesia de Santa Marí­a Magdalena en Rennes – le – Chateau. Sauniere nació en la cercana población de Montazels. La iglesia estaba en un estado terrible y en 1887 íél y dos obreros empezaron la tarea de restaurarla. Levantaron una losa cerca del altar y vieron un grabado oculto en la parte inferior representando a dos guerreros sobre un caballo. Este sí­mbolo era el primer sello de los Caballeros Templarios. La losa se hizo conocida como la Piedra de los Caballeros y puede ser vista en el museo de pueblo.

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Cuando Sauniere se dio cuenta de que podrí­a haber algo de importancia, continuó la búsqueda solo. El descubrimiento vino cuando desmontó el altar y dentro de uno de los pilares encontró tubos de madera huecos, sellados con cera. Dentro de íésos descubrió pergaminos que estaban escrito en clave. Despuíés de consultar con sus superiores de Carcassonne, viajó a Parí­s y al centro de investigación de lo oculto de St Sulpice, en Parí­s, que está ubicado en un antiguo lugar de adoración a Isis / Semí­ramis. Las investigaciones sugieren que los pergaminos de Sauniere contení­an una genealogí­a fechada en 1244,  año en que los Cátaros fueron masacrados en Montsegur, y que confirmaba la supervivencia del linaje Merovingio. Pero algo que realmente importara nunca habrí­a sido hecho público y es muy posible que Sauniere no encontrase sus pergaminos en la iglesia. Tal vez es una cobertura para oscurecer el verdadero relato. Una estrella de cinco puntas, identificada por David Wood e Ian Campbell en la zona alrededor de Rennes le – Chateau, conectaba iglesias y otras zonas clave del paisaje. El Priorato de Sión filtró copias de los dos pergaminos Bigou en 1967, o al menos en la díécada de 1960. El Priorato de Sión se cree que se originó en Troyes, Francia, la ciudad fundada por los Francos Sicambros (Merovingios) donde los Templarios fueron constituidos oficialmente. El Priorato de Sión llegó a la escena aproximadamente el mismo tiempo que los Templarios, los Caballeros de Malta y los Caballeros Teutónicos, y tení­a una asociación particularmente cercana con los Templarios. Pero algunos investigadores creen que los verdaderos orí­genes del Priorato de Sión se remontan mucho más atrás. Sus Grandes Maestres son llamados Nautonnier, o navegantes, y los Maestres entre 1188 y 1918 fueron puestos en unos documentos conocidos como los Dossiers Secretos, que eran textos guardados en la Biblioteca Nacional en Parí­s. Entre estos Grandes Maestres están Marie y Jean de Saint – Clair; Leonardo da Vinci; Sandro Botticelli, Nicolás Flamel, Robert Fludd, el filósofo; Isaac Newton, que “descubrió” la ley de gravedad, Robert Boyle y Jean Cocteau, el escritor y artista francíés. Dos Grandes Maestres durante la vida de Sauniere eran el escritor y poeta francíés Ví­ctor Hugo, y su amigo el compositor Claude Debussy, asimismo un Gran Maestre de la Orden Rosacruz. Una de las óperas más famosas de Debussy era un drama de origen Merovingio. Un Gran Maestre reciente parece ser Pierre Plantard de Saint – Clair que, de acuerdo con documentos revelados en Sangre Santa, Santo Grial, es un descendiente de Dagoberto II y de la dinastí­a Merovingia. Dagoberto era el heredero Merovingio que fue enviado al exilio en Irlanda cuando era un niño. Regresó para tomar su corona, pero fue asesinado poco despuíés. Su hijo se supone que sobrevivió.

 

De todos modos, todo parece indicar que Pierre Plantard engañó a los escritores de Sangre Santa, Santo Grial, ya que la idea de que los linajes Merovingios son el linaje de Jesús parecen sin fundamento. La razón de que se encuentren tantas referencias a Arcadia en relación a Rennes – le – Chateau es porque Arcadia, en la antigua Esparta, era el hogar legendario de Zeus y los Titanes, los predecesores del linaje de Troya. Se supone que Pierre Plantard sabe la verdad, pero no quiere que se sepa. Nació en 1920 y con la aprobación de los ocupantes alemanes en 1942  editó una revista en la Francia ocupada por los nazis titulada Conquista para una caballerí­a joven. Era la revista de una sociedad masónico – caballeresca basada en Parí­s y llamada la Orden Alfa Galates.  Plantard se hizo su Gran Maestre a la edad de 22 años. En St Sulpice, Parí­s, el abad Berenger Sauniere se reunió con el abad Bieil,  Director General del Seminario, y su sobrino Emile Hoffet.  A travíés de Hoffet se le dio la bienvenida en un cí­rculo esotíérico, que tení­a ente sus miembros a la famosa cantante de ópera Emma Calvíé, y a Claude Debussy, el Gran Maestre del Priorato de Sión y de los Rosacruces. Sauniere y Calvíé empezaron una relación í­ntima y ella le visitó en Rennes – le – Chateau. Calvíé estaba en el núcleo de los movimientos ocultistas en Francia, y uno de sus amigos í­ntimos era el Marquíés Stanislas de Gualta, un fundador de una versión moderna de la Orden de los Rosacruces.  La mayorí­a de los Grandes Maestres del Priorato de Sión tienen conexiones Rosacruces. Otro de los amigos de Calvíé eran Jules Bois, amigo de  MacGregor Mathers. Animado por Bois, Mathers creó una sociedad ocultista británica, llamada  la Orden de la Golden Dawn (Aurora Dorada), de la que el famoso brujo Aleister Crowley era su miembro más prominente. La Orden de la Golden Dawn y sus miembros, como Crowley, estaban involucrados con los nazis, con los antiguos druidas, y se cree que tambiíén con el Primer Ministro  británico en tiempo de guerra, Sir Winston Churchill. El saludo de “heil Hitler” con el brazo extendido era, de hecho, una señal ritual de la Orden de la Golden Dawn. Otro miembro famoso de la Golden Dawn era el poeta, W. B. Yeats, un amigo del compositor Claude Debussy. Yeats resumió los objetivos de la Hermandad Babilónica cuando describió su sociedad ideal: “…. una civilización aristocrática en su más completa forma, cada detalle de su vida jerárquico, la puerta de cada gran hombre apiñada al alba con peticionarios, gran riqueza por todas partes en las manos de pocos hombres, todos dependientes de unos pocos, hasta el Emperador mismo, quiíén es un Dios dependiente en un Dios mayor y por todas partes, en la Corte, en la familia, una desigualdad hecha ley “. Esta es precisamente la visión para la raza humana planeada por la Hermandad de Babilonia.

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Otros visitantes famosos de Sauniere en Rennes le Chateau fueron el Secretario de Estado para la Cultura francíés y el Archiduque Johann von Habsburg, un primo de Franz – Josef, el Emperador de Austria. Los Habsburgo, un linaje influyente, gobernaron el Sacro Imperio Romano durante 500 años antes de su caí­da en 1806. El Priorato de Sión, el linaje Merovingio, y Rennes le Chateau, se conectan en una amplia telaraña. Entre las logias masónicas más importantes en el mundo está la Gran Logia Alpina, en Suiza. Henry Kissinger,  era uno de sus miembros. Esta logia está involucrada en la manipulación mundial. Una obra titulada The Merovingian Descendants And The Enigma Of The Visigoth Razíés fue publicada, por la Gran Logia Alpina, aunque posteriormente lo negasen.  Razíés es el nombre antiguo para la zona alrededor de Rennes le Chateau. Este libro fue primero publicado en alemán y luego traducido al francíés por un tal Walter Celse – Nazaire, un pseudónimo formado por los santos a los que la iglesia en Rennes les Bains está dedicada. Los secretos mantenidos en Rennes le Chateau y en el Languedoc son sumamente importantes para los miembros de aquella logia. El compositor, Richard Wagner usó nombres del área de Rennes en sus óperas, como La Valkiria. En esta ópera vemos nuevamente el tema de alguien condenado al sueño eterno en las ruinas de un castillo encantado. Hay muchos castillos encantados en ruinas alrededor de Rennes le Chateau.  Y el Castillo de Valhala, de Wagner, es un castillo sobre el meridiano de Parí­s, a pocas millas de Rennes le Chateau. Adolf Hitler, que estaba obsesionado con la magia negra, dijo que para comprender a los nazis, uno tení­a que comprender a Wagner. Una leyenda dice que Wagner visitó a Sauniere en Rennes le Chateau. Julio Verne era un alto iniciado que conocí­a muchos conocimientos secretos. Su libro Castillo de los Cárpatos incluye varios nombres del área de Rennes le Chateau, y en el libro Clovis d’Ardentor, de Verne, uno los personajes es el Capitán Bugarach, que es el nombre de un monte cerca de Rennes le Chateau, conocido localmente como la montaña magníética. Clovis era tambiíén el nombre de uno de los primeros reyes Merovingios. Una granja cerca de Rennes les Bains es conocida como Jouanne, otro nombre usado para un personaje de Julio Verne. De regreso a Rennes le – Chateau, despuíés de su visita a Parí­s, Sauniere empezó a gastar en exceso, bastante más allá de las posibilidades de un sacerdote de un pequeño pueblo. ¿De dónde vino su riqueza?. Construyó una casa para íél y su ama de llaves, Marie Denarnaud, a la que llamó Villa Betania, al lado de la iglesia. Cerca de allí­ construyó una atalaya al borde de un despeñadero escarpado que daba al valle y las montañas. La llamó La Tour Magdala y dijo que era para una biblioteca. Pero hay muy poco lugar para libros y apenas constituye una biblioteca. No obstante está situada  en el lugar donde un cí­rculo que conecta varias  iglesias se encuentra con un punto sobre la estrella de cinco puntas en el patrón geomíétrico identificado por Wood y Campbell.

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El nombre Magdala quiere decir atalaya y la atalaya es un sí­mbolo de la Hermandad para Marí­a Magdalena, la energí­a femenina, así­ como para Isis y Semí­ramis. Tambiíén es el sí­mbolo de los Testigos de Jehová, creada por la Hermandad a travíés  del masón de alto grado Charles Taze Russell. Las sociedades secretas y las religiones que crearon están todas conectadas. Sauniere gastó profusamente en arte y antigí¼edades, pagó una torre de agua para mejorar el suministro del pueblo, y gastó una fortuna para construir un camino  hacia Rennes le Chateau. Tambiíén empezó a escribirse con personas en toda Europa. Transformó su iglesia con la riqueza reciíén descubierta. Fue restaurada totalmente y remodelada con extrañas estatuas y sí­mbolos esotíéricos. Sobre la entrada a la iglesia íél habí­a escrito en francíés esta extraña frase: “Este lugar es terrible“. Cuando se cruza la puerta uno se ve confrontado con una estatua demoní­aca que retrata una particular versión del diablo. Es Asmodeo quien, según la leyenda, fue forzado por el Rey Salomón a ayudar en la construcción del Templo de Jerusalíén. Un recorte con un cuadro de Asmodeo encadenado fue encontrado entre las pertenencias de Sauniere. Un ventanal representa a Marí­a Magdalena ungiendo los pies de Jesús, mientras que una estatua de Marí­a Magdalena incluye una calavera a sus pies, sí­mbolo de los rituales Templarios. El piso está dispuesto con los tí­picos cuadrados negros y blancos, tipo tablero de ajedrez, de un templo masónico. Una caracterí­stica en la decoración de la iglesia, inspirada por Sauniere, es la rosa y la cruz. í‰ste es el sí­mbolo de la sociedad secreta llamada los Rosacruces, que se remonta a tiempos antiguos. Objetos templarios recuperados de Parí­s y Chipre presentan la rosa y la cruz.  La rosa se relaciona otra vez con el simbolismo sexual de adoración a una diosa. Los romanos conocí­an la rosa como la flor de Venus, en que  Venus es Semí­ramis, y fue la insignia de sus “prostitutas sagradas“. En los misterios sexuales de Venus, algo bajo la rosa implicaba que no fuese revelado al no iniciado. Marí­a, cuando se usaba como un sí­mbolo para la energí­a de la diosa, fue llamada la Rosa Mí­stica. El nombre de Rosa tambiíén puede venir de Eros, el sí­mbolo del amor sexual. Los Rosacruces se vinculan en la red de la Hermandad, como supuestamente lo hacen los Jesuitas, que actualmente (y por primera vez) tienen un Papa en Roma. El hermano de Sauniere, Alfred, era jesuita. Sauniere podrí­a haber sido un miembro de la Orden Rosacruz, ya que hay una cruz y una rosa roja sobre su tumba. Una rosa roja sobre una tumba puede indicar una vida ejemplar o que la vida de la persona terminó prematuramente. Cuando Pierre Plantard de Saint – Clair, un Gran Maestre del Priorato de Sión, hizo una visita a Rennes le Chateau, fue visto realizando una extraña ceremonia en la tumba de Sauniere. Se hicieron preguntas por la jerarquí­a de la iglesia sobre los gastos excesivos de Sauniere, pero íéste fue respaldado por el mismo Papa.

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Sauniere estaba trabajando estrechamente, y en secreto, con otros dos sacerdotes locales, el abad Boudet, en Rennes les Bains, y el abad Gelis, en Coutaussa. Los dos pueblos están sólo a una breve distancia de Rennes le Chateau. Los registros muestran que Boudet, un amigo del abuelo de Pierre Plantard, pagó a Sauniere y su hermano jesuita grandes sumas de dinero. Todos ellos aparentemente disfrutaban de inexplicables cantidades de dinero en efectivo. En 1897 su asociación fue rota por conflictos entre Sauniere y Boudet, y el homicidio cruel y sangriento del abad Gelis. Fue aporreado hasta la muerte por alguien a quien aparentemente conocí­a y en quien confiaba, porque le abrió la puerta y una alarma que el abad Gelis habí­a instalado no fue activada. A pesar de la violencia de su muerte, su cuerpo fue colocado en un modo casi ritualista. En su iglesia de Coutaussa habí­an algunos sí­mbolos,  como las garras de león, las uvas y la viña, y una forma de la Estrella de David, la estrella de seis puntas, con un triángulo superpuesto sobre el otro en vez de estar entretejido. Exactamente el mismo sí­mbolo fue encontrado sobre los libros de Sauniere. Sobre la tumba del abad Gelis, encabezada por una cruz de Malta o templaria, está la palabra Assassine, y la lápida está adornada con una rosa, el sí­mbolo de los Rosacruces y de la muerte prematura. Sauniere murió luego de una apoplejí­a el 17 de enero de 1917, que parece ser una fecha muy importante para la Hermandad Babilónica. Es el dí­a de la fiesta de St Sulpice. Fue a la iglesia de St Sulpice, en Parí­s, donde Sauniere viajó con sus pergaminos. Asimismo fue el plano de St Sulpice lo que aparecí­a en los v documentos llamados Le Serpent Rouge. St Sulpice fue diseñado en 1645 de acuerdo con las leyes de geometrí­a sagrada y sobre las ruinas de un templo de Isis. Asimismo allí­ estaban los cuarteles generales de la Compagnie du Saint – Sacrement, una supuesta fachada del Priorato de Sión. Victor Hugo, un Gran Maestre del Priorato de Sión, se casó en St Sulpice. Le Serpent Rouge fue fechada el 17 de enero y el 17 de enero cae en la casa astrológica de Capricornio, la cabra, que en su representación negativa es Baphomet, así­ como la Cabra de Menes, el sí­mbolo del satanismo y los Templarios. El origen de este sí­mbolo procede del sacrificio simbólico de una cabra por los israelitas en honor de Azazel, uno de los ángeles caí­dos, que tambiíén se simbolizaba como una estrella de cinco puntas invertida, o  “cabeza de cabra”.

 

De acuerdo con el libro de Enoch, Azazel fue el lí­der de los grigori, u observadores, un grupo de ángeles caí­dos que practicaron el sexo con mujeres mortales y dieron origen a una raza de gigantes conocida como los Nephilim. í‰l enseñó a los hombres cómo forjar las armas de guerra y enseñó a las mujeres el ocultismo, tales como magia, brujeria, tarot, etc…, así­ como la manera de hacer y utilizar los cosmíéticos. Con el tiempo, sus enseñanzas crearon tal iniquidad entre los hombres, que Dios decidió destruir toda la vida en la Tierra por medio del Diluvio universal. íšnicamente sobrevivieron Noíé, su familia, así­ como una pareja de cada especie de animales. De Nicolás Flamel, otro Gran Maestre del Priorato de Sión, se dijo que realizó su primera transmutación alquí­mica un mediodí­a de un 17 de enero. Una estatua de Charles de Lorraine (Lorena), un Gran Maestre tanto del Priorato de Sión como de la Orden Teutónica, fue colocada en Bruselas el 17 de enero de 1775. Podemos pensar que todo esto es pura coincidencia, pero no debemos subestimar cuán importantes son las fechas y momentos precisos para la Hermandad Babilónica. Cada fracción de tiempo tiene una vibración diferente a medida que el campo magníético de la Tierra es cambiado sutilmente por el Sol y el movimiento de los planetas. Y cada número y combinación de números llevan su propia firma vibratoria única. Sauniere transfirió todo su dinero y pertenencias a su ama de llaves, Marie Denarnaud, su confidente. Se afirma que ella dijo a un amigo: “Las personas por aquí­ caminan sobre oro sin saberlo. Con eso que el Monsieur ha dejado podrí­amos alimentar Rennes durante cien años y todaví­a sobrarí­a suficiente. Un dí­a le diríé un secreto que hará de usted un hombre rico, muy, muy rico“.  Pero nunca lo hizo. Rennes le Chateau es un lugar de secretos ocultos. Sin embargo, el velo se está levantando y la verdad está surgiendo. La complicación en la historia de Rennes le Chateau, y la Hermandad en general, es la pelea continúa entre facciones competidoras que operan todas bajo el mismo liderazgo secreto. Tales luchas internas son inevitables y, a menudo, le conviene al liderazgo de la Hermandad tener estas enemistades entre distintas facciones. Eso crea el caos, bajo la divisa de dividir para vencer. Pero esta jerarquí­a superior puede influir en las facciones cuando la pelea amenaza el programa general en el que todos los bandos coinciden: el control del mundo. Justamente tal lucha estalló entre el Priorato de Sión y su brazo militar, los Caballeros Templarios, lo que condujo a un conflicto considerable en los siglos que siguieron. En 1187, los Templarios perdieron el control de Jerusalíén frente a los Turcos Sarracenos, posiblemente a propósito, y lo que siguió fue un conflicto con sus ex aliados y superiores jerárquicos, el Priorato de Sión. Un año despuíés se separaron formalmente en un ritual conocido como el Corte del Olmo, en Gisors, una ciudad cerca de la costa en Francia del norte.

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La Orden de Sión cambió su nombre por el de Priorato de Sión y adoptó como su emblema la cruz roja utilizada por los Templarios. El Priorato tambiíén adoptó el tí­tulo de  la Orden de la Verdadera Cruz Roja. Las dos sociedades secretas aceptaron operar independientemente, pero el Priorato de Sión querí­a la riqueza templaria que creyó que le pertenecí­a. Y probablemente usó al rey Merovingio de Francia, Felipe el Hermoso, en un intento por conseguirlo. Felipe el Hermoso obligó a retirarse a dos Papas hasta que encontró uno que aceptara sus órdenes. Envió a uno de sus matones para agredir al Papa Bonifacio VIII, que murió poco despuíés. Envenenó luego a un segundo Papa, Benedicto XI. Esto le permitió instalar como Papa al Arzobispo de Burdeos, que se convirtió en el Papa Clemente V. El papado se trasladó a Aviñón y produjo un cisma en la Iglesia Católica durante 68 años, en que Papas rivales residí­an en Francia y en Roma. Habiendo instalado a su propio Papa personal, Felipe giró su objetivo hacia los Caballeros Templarios. Codiciaba su riqueza y odiaba su poder. Y íél mismo era una marioneta del Priorato de Sión. Los Templarios perdieron gran parte de su influencia con la iglesia despuíés de 1291, cuando los sarracenos derrotaron a los defensores cristianos y los expulsaron de Tierra Santa. Felipe, confabulado con el Papa, se dispuso a destruir a los Templarios. En 1306 habí­a arrestado a los judí­os en Francia, los echó del paí­s y se apropió de toda sus propiedades. Planeó entonces una operación similar y organizó en secreto que todos los Templarios en Francia fueran arrestados al amanecer del viernes 13 de octubre de 1307. El viernes 13 ha sido considerado desafortunado desde entonces. Muchos Templarios fueron arrestados, incluyendo su Grand Maestre, Jacques de Molay, y sometidos a una inimaginable tortura por parte de la Inquisición. Pero hay pruebas claras de que muchos templarios conocí­an previamente este plan y escaparon. Documentos que detallaban sus reglas y rituales fueron retirados o destruidos antes de las incursiones. Y cuando fueron abiertas las bóvedas de las oficinas centrales templarias en Parí­s, la fortuna que Felipe tanto codiciaba habí­a desaparecido. í‰l y el Papa presionaron a otros monarcas para que arrestaran a los Templarios, pero esto no era tarea fácil. En la región alemana y despuíés en la francesa de Lorena, el duque apoyaba a los Templarios,  y en otras partes de Alemania los templarios se fueron sin ser perseguidos. Otros cambiaron su nombre de Caballeros Templarios y continuaron como antes bajo otra apariencia. Algunos se unieron a la orden de San Juan de Jerusalíén (Malta) o la Orden Teutónica. Los linajes aristocráticos de Lorena son algunos de los descendientes arios. Mientras oficialmente estas tres órdenes estaban desconectadas, en sus niveles superiores eran la misma organización. Eduardo II, el rey inglíés, hizo todo lo posible para hacer caso omiso de la orden papal de arrestar a los templarios y, cuando fue presionado, fue tan indulgente con ellos como fue posible. Escocia e Irlanda hicieron lo mismo.

 

Al final, sin embargo, los Inquisidores llegaron a las islas británicas y los templarios, o bien abandonaron Inglaterra e Irlanda o se enfrentaron a su destino. Escocia fue una historia diferente. La flota templaria escapó de Francia durante la purga, principalmente de su puerto principal en La Rochelle, y parece que se llevó su tesoro. Hay, sin embargo, otra posibilidad, que Felipe el Hermoso fuese engañado por el Priorato de Sión, que habí­a organizado que la flota inglesa interceptase las embarcaciones templarias en fuga, y se apoderase así­ el oro. Los Templarios se fueron a Escocia, Portugal, y muy probablemente, el continente americano, antes del descubrimiento de Colón, ya que sabí­an que ese continente existí­a porque tení­an acceso a los conocimientos de la íélite aria y eran conscientes de que los fenicios habí­an estado en el continente americano miles de años antes. La elección de Escocia era obvia. Los St Clair / Sinclair estaban allí­ y tambiíén los otros linajes antiguos de la Hermandad, que llegaron con los fenicios originales o vinieron desde Bíélgica y Francia del norte para asentarse más tarde en Escocia. El patriarca de una de estas familias, Roberto Bruce, estaba en guerra con otra rama de los arios, los ingleses, por el control de Escocia. Pero la orden papal de destruir a los Templarios no era aplicable en las áreas controladas por Bruce. Fue hacia Escocia donde muchos templarios se dirigieron despuíés de su purga en Francia. Navegaron alrededor de la costa de oeste de Irlanda para atracar en la costa del noroeste de Escocia, entre Islay, Jura y el Mull of Kintyre. A lo largo de esta costa han sido encontradas muchas tumbas y reliquias templarias en lugares como Kilmory y Kilmartin. Los Templarios tambiíén se instalaron en la región llamada Dalnada, ahora Argyll, e iban a tener o una participación crucial en la batalla más famosa en la historia escocesa: la batalla de Bannockburn .

Fuentes:

David Icke – El Mayor Secreto
Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln – Sangre Santa, Santo Grial
Louis Pauwels & Jacques Bergier – El Retorno de los Brujos
Robert Lomas, El Colegio Invisible
Lynn Picknett y Clive Prince – “La revelación de los templarios”
Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln – “El enigma sagrado”
Gíérard de Sí¨de – “Les Templiers sont parmi nous”