La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha solicitado a Bruselas el permiso para analizar la futura compra de Jazztel por parte de Orange, según ha podido confirmar elEconomista de fuentes comunitarias.
Este movimiento ha sorprendido al mercado al tratarse de un tipo de operación que tradicionalmente ha correspondido a los organismos de Competencia de la Unión Europea.
La petición por parte de la CNMC se formalizó ayer, una vez que el pasado 16 de octubre la Comisión Europea ya recibiera la notificación del proyecto de concentración por el que Orange prevíé tomar el control de Jazztel mediante la opa presentada el 16 de septiembre. Dicha adquisición ni mucho menos se ha realizado, ya que la oferta se encuentra en pleno proceso, pendiente de la venta de los accionistas de Jazztel.
Pese a todo lo anterior, Orange ha puesto en marcha la maquinaria burocrática para ganar tiempo en asuntos de competencia. Según indican a elEconomista fuentes de toda solvencia, en el improbable supuesto de que la oferta por Jazztel no llegara a buen tíérmino para Orange, "este proceso se retiraría de Bruselas sin mayores consecuencias".
En la documentación presentada por Orange ante la Comisión de Competencia se recuerda que la compañía gala ofrece servicios de telecomunicaciones mayoristas y minoristas (telefonñia fija, móvil y servicios de banda ancha por Internet) en más de 30 países. De la misma forma, se apunta que Jazztel presta los mismos servicios únicamente en España.
Por su parte, la Comisión Europea apunta en un comunicado oficial que "tras un examen preliminar, considera que la operación notificada podría entrar en el ámbito de aplicación del Reglamento de concentraciones, si bien se reserva su decisión definitiva al respecto". Asimismo, la Comisión "invita a los interesados a que le presenten sus posibles observaciones sobre el proyecto de concentración en un plazo máximo de diez días".
Fuentes del sector apuntan que la solicitud de CNMC contradice en buena parte los deseos de Orange, compañía que desde el primer momento abogó por emprender la vía de Bruselas para obtener los pertinentes permisos. La compañía de telecomunicaciones ya apuntó a mediados de septiembre que la adquisición tendría dimensión comunitaria debido a la magnitud de la misma y a la presencia multinacional de Orange.
Los últimos precedentes vividos en el sector de las telecomunicaciones destacan a Bruselas como principal autoridad respecto a los organismos nacionales de competencia. Eso ocurrió en la operación de concentración de la holandesa Ziggo por parte de Liberty, la alemana E-Plus por Telefónica, la tambiíén alemana Kabel por parte de Vodafone, así como la española Ono, ya propiedad de Vodafone España. En las referidas adquisiciones, la Comisión de Competencia tuvo el poder de decisión en detrimento de los supervisores locales. No ha sido el caso de la compra de DTS (Canal+) por parte de Telefónica, cuyo análisis y aprobación lo ha ganado el organismo que preside Josíé María Marín Quemada.
Orange ya informó el pasado 16 de septiembre sobre su intención de desembolsar 3.400 millones de euros por el 100% de las acciones de Jazztel, por la que ofreció 13 euros por cada título en la referida OPA. Con esa adquisición, Orange prevíé convertirse en el segundo mayor operador de telecomunicaciones de España, por delante de Vodafone y sólo superado por Telefónica