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Autor Tema: La banca alemana concentra la mayor exposición a la deuda griega del mundo  (Leído 53 veces)

Eguzki

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Alemania está dispuesta a plantar cara al desafí­o de Syriza de imponer sus condiciones para que Grecia siga dentro del euro. La canciller alemana, Angela Merkel, ha deslizado que, a diferencia de lo que ocurrí­a en 2010 y en 2012, ahora mismo serí­a "manejable" que el paí­s heleno saliera del euro. Lanza así­ el mensaje de que Alemania y la Eurozona están mejor equipadas para soportar ese evento. Lo llamativo es que, curiosamente, la banca alemana concentra la mayor exposición a la deuda griega del mundo y serí­a, por tanto, la más expuesta a un accidente financiero en Grecia.

Así­ lo reflejan los últimos datos recogidos por el Banco Internacional de Pagos (BIS, en sus siglas en inglíés), correspondientes a finales de junio de 2014. La exposición de la banca de todos los paí­ses a la deuda griega (tanto directa, mediante tenencia de deuda pública, financiera y corporativa, como indirecta, mediante derivados y otras garantí­as) asciende a 79.096 millones de dólares –el BIS ofrece los datos en dólares–. De esta cantidad, la banca europea acapara 56.288 millones –el 71%–, pero es que más de la mitad de ese volumen corresponde a las entidades germanas.

En concreto, concentran 31.279 millones de dólares –alrededor de 26.300 millones de euros al cambio actual–. O lo que es lo mismo, el 39,5% de la exposición bancaria total a Grecia y el 55,5% del riesgo de la banca europea en el paí­s heleno. Aunque la mayor parte de esa suma no está en manos de los grandes bancos, sino de los participados precisamente por el Estado, como el KfW, estos datos manifiestan que la banca alemana es la más expuesta de la Eurozona y de todo el mundo a un impago o una reestructuración de la deuda griega o a los efectos de una desordenada salida del paí­s de la Europa del euro.
Pero es que, además, la banca alemana tiene una exposición de 124.705 millones de dólares a la deuda italiana; de 111.907 millones a la española; de 66.225 millones a la irlandesa; y de 21.386 millones a la lusa. En total, por tanto, su exposición a la deuda perifíérica, en todas sus versiones, alcanza los 355.500 millones de dólares –unos 298.300 millones de euros–.

Desde Alemania, sin embargo, se minimiza el impacto potencial de la salida de Grecia del euro y su posible contagio a otros europaí­ses. Pero entre los expertos hay más dudas. "Es osado negar la posibilidad de contagio o plantear como algo seguro que la salida de Grecia del euro serí­a controlable, pues estamos ante algo desconocido", avisan desde Intermoney.

Al contrario que el resto

Además de poner de manifiesto que el sector financiero alemán es el que más riesgos tiene en Grecia, esos datos ponen de relieve otro aspecto. Desde junio de 2010, la banca alemana sólo ha reducido su exposición a la deuda helena en un 15%. O lo que es lo mismo, apenas la ha recortado en 5.600 millones desde los momentos en los que Atenas solicitó su primer rescate y dio el pistoletazo de salida a la crisis de la deuda perifíérica. 

La escasa magnitud de estos descensos se observa si se amplí­a el foco. De media, la exposición total de los bancos a la deuda griega se ha reducido un 55% desde 2010. En el caso de la banca europea, el descenso es del 60%. Pero es que en casos concretos, como los de la banca francesa, austriaca, belga, irlandesa o portuguesa, los recortes superan el 90%, con la italiana como principal exponente. Según el BIS, las entidades transalpinas han cancelado totalmente su exposición a Grecia, cuando a mediados de 2010 se situaba en los 5.347 millones de dólares.
En el caso español, los bancos han reducido su riesgo en la deuda helena en un 53%, pero es que su exposición tampoco ha sido nunca demasiado alta. A mediados era de 925 millones y ahora se limita a 431. 

Aprovechándose de la 'Draghi put'...

Con todo, las curiosidades no terminan ahí­, porque en una primera etapa, entre 2010 y 2012, la banca alemana sí­ recortó con fuerza su exposición. A mediados de 2012, su riesgo en la deuda griega se redujo hasta los 24.605 millones de dólares, es decir, en algo más de 12.000 millones con respecto a mediados de 2010.

Pero fue justo a partir de la segunda mitad de 2012 cuando las entidades germanas volvieron sobre sus pasos. Y hubo un hito que propició ese regreso: el histórico mensaje del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que en julio de ese año se comprometió a "hacer lo que sea necesario" para salvar el euro.
Dos meses despuíés reforzó esas palabras con el lanzamiento de un programa condicionado de compras de deuda, más conocido por sus siglas en inglíés OMT. Y aquí­ es donde se abrazan las curiosidades: el mismo OMT que el banco central alemán, el Bundesbank, ha criticado con dureza, hasta el punto de que compareció ante el Tribunal Constitucional germano para oponerse a íél, ha sido aprovechado por la banca teutona para adquirir más deuda helena y beneficiarse así­ de las ganancias derivadas del buen comportamiento que los bonos griegos han tenido desde 2012... gracias al OMT. Tomando como referencia el bono soberano griego a 10 años, desde 2012 su rendimiento ha caí­do del 28 al 9,5%, un movimiento alimentado por unas compras –la rentabilidad cae cuando el precio sube– que han revalorizado los activos adquiridos por las entidades germanas. 

...lo mismo que Reino Unido, Suiza y EEUU

Ese mismo comportamiento se observa tambiíén en los bancos suizos, británicos y estadounidenses. En su caso, incluso de forma acentuada, porque, tras reducir su exposición a Grecia entre 2010 y 2012, la han incrementado hasta superar en 2014 los volúmenes vigentes cuatro años antes.

Las entidades británicas han elevado su exposición en un 22% desde 2010, hasta los 14.715 millones de dólares; las suizas, en un 69%, hasta los 4.071 millones; y las estadounidenses, en un 144%, hasta los 18.309 millones. En los dos últimos años, y al cobijo de la Draghi put, los incrementos son mucho más espectaculares. Desde 2012, la exposición del sector helvíético ha crecido un 61,5%; la del británico, un 88%; y la del estadounidense, un 482%.