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Autor Tema: La apuesta española de TCI, el fondo que invierte con "arte"  (Leído 68 veces)

Eguzki

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La apuesta española de TCI, el fondo que invierte con "arte"
« en: Febrero 12, 2015, 08:15:27 am »
Chris Hohn dice guiarse por sus instintos. Así­ ha ganado 6.000 millones de dólares.
Chris Hohn (Londres, 1967) habí­a acumulado un patrimonio de 100 millones de dólares (89 millones de euros) trabajando para Apax Partners y Perry Capital cuando en 2002 afrontó un dilema crucial en su vida: retirarse y disfrutar de las rentas con su mujer Jamie Cooper y sus cuatro hijos (acababa de tener trillizos); o lanzar su propia firma de inversión, pero destinando buena parte de las ganancias a una organización caritativa.

Al elegir la segunda alternativa, Hohn puso en marcha uno de los negocios más exitosos de la última díécada en la City de Londres. The Children’s Investment Management (TCI), que nació en 2003 con 500 millones de dólares bajo gestión (el patrimonio del propio Hohn y de varios clientes institucionales), maneja hoy unos 8.000 millones de dólares. El año pasado, este gestor de fondos de origen jamaicano tení­a una lista de espera de inversores con 700 millones de dólares que querí­an confiarle su dinero.

Los recursos del propio Chris Hohn se han multiplicado, por la rentabilidad obtenida a su inversión inicial en el fondo y las comisiones que cobra a clientes (1% anual fijo, y 16,5% de las ganancias). Según documentos publicados por un juez durante su reciente divorcio, Hohn ha ganado 6.000 millones de dólares durante su carrera. De esta cantidad, 4.500 millones están aparcados en una fundación que ayuda a niños necesitados. Además, Hohn acaba de entregar 530 millones de dólares a su exmujer tras la separación. De las tres casas que tení­a la pareja, Chris se ha quedado con las de Londres y Jamaica; y Jamie con la de Connecticut (EEUU).
Pocas operaciones
La fórmula de este inversor para lograr rentabilidad (acumula un 24% anual, pese a un fuerte bajón en la crisis de 2008) es concentrar el fondo en unas pocas operaciones. En lugar de diversificar el dinero en cien o doscientas posiciones, apuesta por lo que íél denomina «ocho o diez ideas».

Entre sus actuales preferencias figuran el sector de infraestructuras, las empresas en procesos de privatización y España por su potencial recuperación económica. Todo ello ha confluido en su decisión de invertir más de 560 millones de euros para comprar el 6,5% de Aena y ser su mayor accionista privado: es un operador de aeropuertos (infraestructuras), el Gobierno está vendiendo un 49% (privatización) y su crecimiento está ligado en buena parte al crecimiento del paí­s.

Por razones similares, TCI tambiíén controla un 3% de Red Elíéctrica de España, ha participado en un príéstamo de 85 millones de euros a una empresa pública de aguas de Huelva y tiene un acuerdo para financiar con 150 millones a Aqualia, filial de FCC.

En otros paí­ses, Hohn tambiíén ha invertido en empresas con presencia pública, como la británica Royal Mail, la nipona Japan Tobbaco, Australian Railroad y Airbus. «Las empresas que se privatizan afrontan un cambio dramático de gestión en el que podemos influir como accionistas», ha dicho el gestor para explicar su predilección por este tipo de empresas.

Al implementar esas ideas de inversión, el financiero afirma que su habilidad para la selección de valores en un momento dado no procede de grandes datos o fórmulas matemáticas, sino de su inspiración. «Es algo subjetivo, no mecánico; un arte más que una ciencia», dijo Hohn al juez de su divorcio.

Los buenos resultados de TCI hacen que otros muchos fondos de la City sigan su estela, como ha sucedido con Aena. Pero el apoyo de Hohn no es silencioso. En muchas de las empresas donde invierte, exige cambios significativos de gestión, propone reestructuraciones y plantea operaciones corporativas. Con esta trayectoria, su papel en el consejo de administración de Aena estará muy alejado del tradicional vocal pasivo que asiente a todo.

Roberto Casado