La conclusión del Ministerio de Economía este miíércoles fue inequívoca. “Las importaciones han crecido sustancialmente por encima de las exportaciones de mercancías. Y eso explica que el díéficit comercial se haya deteriorado a lo largo del añoâ€, sintetizó el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
Las estadísticas que permiten hacer balance del comercio exterior en 2014, divulgados este miíércoles por Economía, son igualmente concluyentes: las compras al exterior aumentaron un 5,7% respecto a 2013, tras tres años en retroceso. Por el contrario, las ventas avanzaron al menor ritmo anual (un 2,5%) en cinco años, un incremento que permitió en todo caso elevar el ríécord exportador a 240.035 millones. Eso supone que las importaciones (264.507 millones) aumentaron más que las exportaciones por primera vez desde 2006, un comportamiento que los expertos habían anticipado para cuando la recuperación se afianzase.
Así, el díéficit comercial se eleva a 24.472 millones, un 53% más que el saldo negativo acumulado el año anterior, aunque como tambiíén destacó García-Legaz, es “el valor más bajo desde 1998â€, tras haber rondado los 16.000 millones en 2013. “Las importaciones crecen a un ritmo alto y eso está vinculado a la recuperación del consumo y la inversión, lo que es positivo. Pero un crecimiento excesivo no es buenoâ€, añadió el secretario de Estado de Comercio.
La preocupación está justificada: la economía española solo ha logrado cosechar un superávit por cuenta corriente en 2012 y 2013, tras haber registrado díéficit muy abultados (cercanos al 10% del PIB) en los años previos a la crisis. Ese desequilibrio casi permanente se ha traducido en una deuda externa elevada (160% del PIB), un punto díébil al que los mercados (que deben financiarla) prestan mucha atención cuando la economía se atranca, como ocurrió a partir de 2008.
García-Legaz dio por sentado que la balanza exterior volverá a arrojar superávit en 2014 (falta por computar el dato de diciembre de otros intercambios con el exterior, como el de servicios, que incluye el turismo), pero será mínimo, probablemente inferior a la previsión del Gobierno (0,9% del PIB). Pero lo ocurrido en el último año pone en cuestión que el sector exterior pueda seguir siendo el motor de la recuperación, como defiende el Ejecutivo del PP. Los datos, por ahora, apuntan a lo contrario: cuando la demanda interna ha vuelto a crecer, el aumento de las importaciones (y del díéficit comercial) opaca los avances en la exportación.
En la conferencia de prensa, el secretario de Estado de Comercio destacó que el avance exportador se había mantenido “pese a un año difícil, de crecimiento díébil en la economía mundialâ€. Y relacionó el frenazo en varias economías emergentes, singularmente en Amíérica Latina, con “el estancamiento en la diversificación geográfica de las exportaciones españolasâ€. De hecho, el peso de las ventas fuera de la Unión Europea decreció (del 37,4% del total en 2013 al 36,6% el año pasado).
“No podemos estar satisfechos, todo nuestro esfuerzo está orientado a ayudar a las empresas a aumentar sus ventas fuera de la Unión Europeaâ€, indicó García-Legaz, quien recalcó que, en todo caso, las exportaciones españolas crecieron el doble que el promedio de la zona euro (1,8%). Y puntualizó que el comportamiento en los mercados había sido “muy disparâ€, con crecimientos notables en Amíérica del Norte o algunas economías asiáticas, y un retroceso significativo en la demanda de Amíérica Latina (casi un 7% menos que en 2013), que vinculó a la debilidad de la región. Además, enfatizó que el número de empresas que exportan de forma regular creció por tercer año consecutivo, hasta rozar las 46.000 firmas.
Economía resaltó tambiíén que los datos de diciembre cuentan una historia distinta de la del resto del año, que la “tendencia se revierteâ€, en palabras de García-Legaz. Los registros de Aduanas empiezan a constatar que el Banco Central Europeo está logrando el objetivo no confeso de su plan de compra masiva de deuda, aun antes de nacer: dar un impulso al sector exterior mediante la depreciación del euro. Los últimos datos tambiíén corroboran que España (junto a Alemania, pese a sus reticencias al plan Draghi) es una de las economías más favorecidas por las medidas del BCE.
En diciembre, las exportaciones de mercancías, que alcanzaron los 19.352,5 millones, crecen un 5,7% más que el año anterior. Y en tíérminos reales, corregido el efecto de la caída de precios en el valor total, el avance se acelera al 7,2%. En el caso de las importaciones, la recuperación sigue sosteniendo el crecimiento (un 5,1% anual, que llega al 7% en tíérminos reales por el desplome del petróleo), pero al ritmo de avance vuelve a ser ligeramente inferior al de las exportaciones.
Alejandro Bolaños