EFE
PARIS.- La ministra francesa de economía, Christine Lagarde, ha anunciado que el Estado inyectará 10.500 millones de euros a los seis principales bancos privados del país, Críédit Agricole, BNP Paribas, Sociíétíé Gíéníérale, Credit Mutuel, Caise d'Epargne y Banque Populaire, antes de que termine 2008.
Tras mantener una reunión con los máximos responsables de las citadas entidades, Lagarde explicaba que el aporte de fondos es "indispensable" para que dichos bancos puedan "financiar correctamente la economía".
Lagarde precisó que el Críédit Agricole recibirá 3.000 millones de euros; BNP Paribas 2.550 millones de euros; Sociíétíé Gíéníérale 1.700 millones de euros; Credit Mutuel 1.200 millones; Caise d'Epargne 1.100 millones; y Banque Populaire 950 millones de euros. La ministra aseguró que "este acuerdo de principio está sometido al examen de la Comisión Europea".
En un comunicado, el Ministerio de Economía añadió que en caso de que fuese preciso, el Estado francíés "está preparado" igualmente para inyectar otros 10.500 millones de euros en 2009 "si las tensiones del mercado persistiesen".
En el encuentro con los bancos participó el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, quien recalcó que las seis entidades bancarias citadas "no necesitan en absoluto fondos propios" ni tampoco ser recapitalizadas.
Noyer insistió en que el único objetivo de la operación es "acompañar la financiación de la economía y la puesta en marcha de nuevos críéditos", pues los seis bancos "tienen perfectamente los fondos propios necesarios y están bien capitalizados".
Lo que ocurre es que "los mercados están en estos momentos muy difíciles y no pueden aportar los fondos propios correspondientes", por lo que el Estado los aportaría mediante la suscripción de títulos, explicó.
El Banco de Francia precisó que en un periodo en el que el estado de los mercados no les permite levantar los capitales necesarios, por lo que la emisión de títulos subordinados suscritos por el Estado permitirá "garantizar la financiación de la economía y mantener un alto nivel de solvencia".
Independientemente de estas medidas, Lagarde reiteró el compromiso del Estado de intervenir en capital si un establecimiento llegase a atravesar serias dificultades.
