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Autor Tema: ¿Quíé pasa en Grecia?...  (Leído 318 veces)

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¿Quíé pasa en Grecia?...
« en: Julio 04, 2015, 10:14:41 am »
Por...  Manuel Hinds


¿Quíé pasa en este momento?

La población griega ha entrado en pánico temiendo que Europa sacará del euro a Grecia con lo que sus depósitos bancarios, sus sueldos, sus pensiones y sus otros contratos de pagos, ahora en euros, serán denominados en dracmas, que obviamente se devaluarán inmediatamente y les acarrearán píérdidas enormes. Por eso, los griegos quisieran retirar todos sus depósitos para recibir sus euros antes de que el gobierno se los convierta en dracmas. Anticipando esto, el gobierno ha cerrado los bancos dejando sólo la posibilidad de retirar 60 euros diarios por depositante.

Si esto pasa, el gobierno griego habrá realizado la estafa más grande de la historia a sus habitantes al convertirles euros en dracmas.

¿Por quíé ahora el pánico?

El pánico comenzó porque Grecia, que ha estado recibiendo ayuda de los paí­ses europeos e instituciones de críédito internacionales desde 2009 (punto discutido con más detalle más abajo), decidió retirarse de las conversaciones que se habí­an estado llevando a cabo con estas instituciones para facilitar el pago de 1.600 millones de euros que Grecia tenia que pagar ayer a las seis de la tarde (hora de Washington) del 30 de junio al Fondo Monetario Internacional (FMI). Grecia se retiró porque quiere obtener más concesiones de estas instituciones en el pago de su deuda que las muy considerables que ellas han ofrecido. El pánico se arreció cuando el gobierno no pagó su obligación del martes al FMI.


¿Por quíé se retiró de las discusiones el gobierno griego?

El gobierno griego subió al poder ofreciendo que iba a mejorar las condiciones en las que Europa y las instituciones financieras internacionales le han estado ayudando a Grecia. Las mejoras que ofreció están fuera de la realidad. Europa y esas instituciones pueden ayudar pero hasta un cierto lí­mite (este punto se discute más adelante en más detalle).

Para justificar su retiro, el gobierno ha llamado a un referíéndum el domingo próximo para que la población apruebe o rechace lo que esas instituciones han ofrecido en tíérminos de concesiones y obligaciones. Todo el mundo ha interpretado esto como una manera de presionar a los europeos para que mejoren las condiciones, por dos razones. Una, es que el referíéndum se llevará a cabo despuíés del dí­a en el que el pago tendrí­a que haberse realizado. Segundo, la pregunta que el gobierno a los ciudadanos es altamente tíécnica y casi no entendible por personas que no son especialistas. Es la siguiente:

"¿Deberí­a el borrador de acuerdo sometido por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional al grupo del euro el 25 de junio, que consiste de dos partes que completan su propuesta entera, ser aceptado?

El primer documento se llama 'Reformas para la terminación del programa en ejecución y más allá' (Reforms for the completion of current programme and beyond), y el segundo, 'Análisis preliminar de la sostenibilidad de la deuda (Preliminary debt sustainability analysis)'".

El poner a referíéndum una medida tan tíécnica como esta es populismo, ya que la gente no va a entender las consecuencias de lo que están decidiendo. Redactar la pregunta de esa manera demuestra más claramente que el gobierno no quiere que la gente entienda. El que quiera constatar la naturaleza tíécnica de los documentos los puede buscar en internet con los tí­tulos en inglíés.

¿Quíé cree que puede ganar el gobierno griego?

Como los otros paí­ses del sur europeo e Irlanda, el gobierno de Grecia experimentó dificultades muy grandes para pagar sus obligaciones financieras durante la crisis de 2008. Debido a esto, varias instituciones internacionales acreedoras (principalmente la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y bancos privados) le han proporcionado financiamientos adicionales para que Grecia pueda hacer los pagos debidos, y, además, han tomado píérdidas sustanciales en los príéstamos que le habí­an dado a Grecia (es decir, han perdonado cantidades grandes de estas deudas).

Ahora, el gobierno de Grecia debe cerca de 320 mil millones de euros, una enorme cantidad que equivale a casi 175 por ciento del PIB. Como se ve en la gráfica 1, esta cantidad equivale a casi 175 por ciento del PIB, una proporción del PIB que es casi 70 por ciento más grande que la que tení­a Grecia cuando el problema se evidenció en 2008.



La deuda de Grecia como porcentaje del PIB ha aumentado de esta forma a pesar de que, como se ve en la gráfica 2, la deuda valuada en euros ha disminuido sustancialmente como consecuencia de que los acreedores realizaron un perdón muy sustancial en 2011-2012 (casi 50 mil millones de dólares).


La deuda aumentó como porcentaje del PIB a pesar de que disminuyó en euros porque el PIB cayó violentamente en los años desde el 2009. Como se ve en la gráfica 3, la caí­da desde 2009 hasta 2013 fue de casi 25 por ciento (cerca de lo que cayó el PIB en EE.UU. durante la Gran Depresión y de lo que cayó el de El Salvador cuando comenzó la guerra). Las caí­das fueron siempre mucho mayores de lo que los pronósticos del FMI indicaban que serí­an.


Pero la ayuda que estos acreedores han dado a Grecia no sólo ha sido en tíérminos de perdonarle parte de la deuda. Tambiíén la han financiado los díéficits fiscales. Como se ve en la gráfica 4, estos díéficits, acumulados desde 2009 a 2014, sumaron 112 mil millones de euros. ¿Y por quíé le financiaron esto? Porque si no se los financiaban, el gobierno griego no hubiera podido pagar todos sus gastos porque (y esa es la razón del problema) gasta mucho más que lo que le entra por impuestos. Si no hubiera podido pagar sus gastos, hubiera entrado en falta de pago inmediatamente.

Por supuesto, los europeos y las instituciones acreedoras no le iban a seguir financiado esos díéficits enormes hasta la vida eterna. Es por eso que, para perdonarle deuda, y para financiarle los díéficits, le han puesto condiciones a Grecia para que aumente los ingresos fiscales y disminuya sus gastos excesivos. Si Grecia no lo hace, es como tirar dinero en un barril.

Esas condiciones son las que el gobierno de Grecia querí­a mejorar con la amenaza de no pagar. Querí­a seguir gastando más y evitar subir los impuestos.

Pero los europeos y las instituciones dijeron a Grecia que las condiciones ofrecidas eran finales. Ayer martes Grecia no pagó al FMI. Está en condición de falta de pago en esa institución.



¿Todaví­a hay salida?

Si. Por un tiempo, la falta de pago al FMI no constituye por ahora un "evento financiero", un tíérmino que indicarí­a que todos los críéditos a Grecia se han vuelto exigibles inmediatamente, lo cual reventarí­a a Grecia. Esto sucede porque muchos críéditos tienen condicionalidades cruzadas —es decir, que si uno no se paga, es como si no se pagaran todos. Esto puede pasar si Grecia no paga un bono de 3,5 mil millones de euros al Banco Central Europeo el 20 de julio.

Pero esto no quiere decir que no vaya a considerarse que ha habido un "evento". Es sólo que no necesariamente lo dirán. Muchos paí­ses en desarrollo se sentirí­an disgustados si no lo declara el FMI porque sienten que es un privilegio otorgado a Grecia solo por que es parte de Europa.

¿Quiíén sufre más?

Hay muchos que dicen que la Unión Europea o la Eurozona van a colapsar si Grecia no paga. Hay que poner las cosas en perspectiva. Grecia representa el 1,3 por ciento del PIB de la Unión Europea y su deuda total apenas el 2,2 por ciento de dicho PIB. No espere que Alemania, o Francia, o Gran Bretaña se derrumben porque Grecia no paga. Tampoco espere que el euro se derrumbe porque Grecia no paga. Las monedas no caen porque una deuda denominada en esa moneda no se paga.

El golpe, si lo hay, serí­a de un prestigio mal entendido. Es como haber esperado que si las deudas de Argentina no se hubieran pagado se hubiera derrumbado el dólar.

En cambio, Grecia sí­ pasarí­a por un infierno si se sale del euro. Aunque su moneda local fuera el dracma, su deuda externa seguirí­a denominada en euros, y el peso de ellas se aumentarí­a con la segura devaluación del dracma. Además, la tasa de interíés se aumentarí­a violentamente, con lo que se desincentivarí­a la inversión y con eso se matarí­a el crecimiento que tanto necesita Grecia y que solo en el ultimo año ha comenzado a aparecer. Con el volumen de los críéditos en dólares aumentados para los que ganan en euros, y con los intereses más altos, las empresas no podrí­an pagar sus deudas sin reducir sus planillas.

Pero el impacto no lo sufrirí­an solo los que tienen depósitos o los que deben dinero en euros. Los que más sufrirí­an serian los que viven de sus salarios, por dos razones. Una es que el desempleo aumentarí­a porque la inversión disminuirí­a. La otra es que las devaluaciones reducirí­an el salario real de las personas, que comenzarí­an a exigir que se les suban los salarios por el valor de la devaluación, generando aun más conflictos sociales. El gobierno no saldrí­a bien de esto. La gente se va a poner furiosa al darse cuenta de lo que los juegos del gobierno han causado al perder el euro.

Por eso es que el gobierno griego quiere no pagar sus deudas pero no quiere salirse del euro, y es por eso que los europeos lo amenazan con sacarlo del euro, algo que Rajoy dijo casi explí­citamente hace dos dí­as.

Pero, ¿quienes perderí­an fuera de Grecia?

La gráfica 5 muestra los que hubieran perdido si el no pago se hubiera dado en 2008. Note que los bancos privados y otros tenedores privados de bonos tení­an en ese momento el 51 por ciento de la deuda.


La gráfica 6, sin embargo, muestra que como resultado del perdón de 2011-2012 y del financiamiento nuevo que ha sido provisto principalmente por instituciones oficiales, el sector privado sólo tiene una exposición de 17 por ciento de la deuda total. Es decir, si Grecia no paga, las píérdidas serí­an mayormente absorbidas por el sector público europeo y en el FMI. No espere que la banca internacional quiebre, a menos que haya un pánico irracional, que no durarí­a de todos modos.



¿Cómo se metió Grecia en este problema?

Igual que el gobierno de El Salvador va en estos momentos: gastando más que sus ingresos fiscales. Por supuesto, estamos muy lejos de Grecia en estos momentos. Mire la gráfica 1 otra vez para apreciar la diferencia.

Pero ahora note otra cosa: que la proporción de la deuda del gobierno de El Salvador actualmente es mayor que la que tení­an España e Irlanda y casi igual a la de Portugal en 2008, cuando las crisis de la deuda comenzaron en esos paí­ses. Por supuesto, la aceleración que tuvo la deuda de esos paí­ses en esos años se debió a que tuvieron crisis financieras. Afortunadamente, nuestro sistema bancario está muy firme. Pero en nada ayudan esas pláticas tontas de querer regresar al colón, que seria para nosotros como para Grecia es regresar al dracma. Y, en realidad, bastarí­a una devaluación como la de los mediados de los ochentas para que nuestra deuda se pusiera a la par de la de Grecia ahora.

Quizás la explosión de Grecia, si se da, servirá para que la gente vea lo que se logra al gastar más que lo que ingresa, especialmente si, como en El Salvador, el exceso se desperdicia y no se usa para el beneficio del pueblo.


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