Este fondo de inversión, con más de 200 millones de patimonio, domiciliado en Londres y especializado en los mercados de críédito (deuda) de Europa Occidental, hace unos días compró bonos de Abengoa , d euna emisión de 450 millones de dólares con vencimiento en 2020 y cupón del 7,75%. Como suelen hacer estos vehículos tan agresivos, su apuesta se basa en el bajísimo precio de la deuda de la empresa sevillana: tras el desplome con que fue recibido su anuncio del 3 de agosto de que necesitaba una ampliación de capital de 650 millones de euros para sobrevivir, estos títulos cotizan a un 47% de su valor inicial (es decir, su precio ha caído el 63%).
El director de inversiones de LNG Capital, Louis Gargour, es de los pocos que están convencidos de que Abengoa conseguirá cerrar la ampliación y confía en que eso impulsará el precio de los bonos hasta el 85% de su valor nominal, con la correspondiente ganancia para el fondo desde los precios actuales. "Esperamos que la ampliación de capital de Abengoa sea un íéxito y que estos bonos subas de forma significativa", asegura.
A su juicio, "los bonos no deberían haber caído tanto pero la gente está asustada y lo empeora la falta de volumen en el mercado durante el verano". Y añade que "según nuestros cálculos, Abengoa tiene suficiente capital para aguantar hasta finales de 2016 incluso aunque no consiga completar la ampliación de capital". ¿Y por quíé hay tanto miedo? "La gente cree que Abengoa está ocultando algo. Creo que su comunicación es incoherente y que está demasiado apalancada pero no esconde nada y los bancos no van a dejarla caer".
Según este fondo, hay más oportunidades de inversión en los bonos de la compañía que controla de momento la familia Benjumea: concretamente, una emisión de 500 millones emitidos al 8,5% que vence en marzo del próximo año y que ha caído a un mínimo del 615 de su valor nominal, lo que implica un tipo de interíés (que se mueve a la inversa del precio) del 79%. Abengoa pretende refinanciar estos bonos con otra emisión de 375 millones que realizó en abril y Gargour está convencido de que devolverá el dinero a los inversores. Otra cosa es la deuda con vencimientos posteriores.
Probabilidad de impago del 97%
Abengoa ha marcado este jueves su eníésimo mínimo histórico con otra caída (la díécima consecutiva) del 5,19% hasta 0,75 euros. Su capitalización se sitúa ya por debajo de los 650 millones de la anunciada ampliación (611 millones) despuíés de desplomarse el 64,33% desde que revisó sus cuentas. El mercado da a la empresa por muerta ante su incapacidad para asegurarla a ningún precio: su CDS (credit default swap, seguro contra el riesgo de impago) indica una probabilidad de default del 97% y ha llegado a ser el más negociado del mundo precisamente porque su altísimo precio lo convierte en muy atractivo para diseñar derivados.
Como ha informado El Confidencial, la empresa de energía renovable e ingeniería está negociando a la desesperada con los principales bancos acreedores para que aseguren la ampliación de capital y salven la empresa, sin íéxito hasta el momento mientras el tiempo corre en su contra. Las posiciones cortas (bajistas) se han disparado hasta alcanzar el 8,5% del capital. Y lo que es más llamativo: entre los inversores bajistas se encuentra Blackrock, la gestora de fondos estadounidense que fichó hace unos meses al anterior consejero delegado de Abengoa, Manuel Sánchez Ortega. Esta firma asegura que el exdirectivo se dedica a inversiones en infraestructuras en Latinoamíérica y que tiene prohibido por contrato opinar sobre su antigua empresa.
E. Segovia