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Autor Tema: Como liberarse del Autosabotaje.  (Leído 889 veces)

Scientia

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Como liberarse del Autosabotaje.
« en: Noviembre 10, 2015, 08:55:32 pm »
http://metatransgeneracional.blogspot.com.es/2015/10/como-liberarse-de-los-obstaculos.html
Como liberarse del Autosabotaje.


OBSERVAR AL SABOTEADOR INTERIOR.
¿CUíLES son los mensajes destructivos que ha recibido usted de sus padres? El Análisis Transaccional describe a la «bruja» encarnada en nuestros padres y que normalmente opera en un ámbito ajeno a su consciencia y produce dos tipos de mandatos. La categorí­a más destructiva de los mensajes van desde «No existas» hasta la enorme exigencia de «Síé perfecto». Menos mortí­feros, pero tambiíén aniquiladores son los mandatos parentales del tipo de «No seas quien eres» que se complementa con «Síé la persona que deseamos que seas».
Los mensajes de «No existas» se pueden transmitir de una manera informal a travíés de afirmaciones como «Si no me hubiera quedado embarazada de ti, tu padre y yo no hubiíéramos tenido que casarnos». O «Realmente no deseábamos un tercer hijo. Estuve a punto de abortar». «Si no hubiera sido por ti yo hubiera...» o «Tu madre estuvo a punto de morir cuando te dio a luz».
Un niño que escucha este tipo de afirmaciones tiene la impresión de que no ha sido deseado y que sólo ha causado problemas. Se siente rechazado, culpable y no amado. Puede reaccionar intentando ser perfecto para justificar su existencia y compensar a sus padres por el sufrimiento y los problemas que cree causarles. O puede optar por ser un alborotador, asumiendo conductas abiertamente autodestructivas inconscientemente dirigidas a poner en práctica el mensaje recibido de sus padres de «No existas». Tanto la actitud de aspirar a la perfección como la de ser una persona conflictiva crean una prisión de autodestrucción y autosabotaje.
Los mensajes de «No seas quien eres» invitan a un niño a negar los aspectos vitales de su ser. Los mandatos especí­ficos que corresponden a esta categorí­a incluyen: «No sientas ni expreses tus emociones» , «No tengas el sexo que tienes» (en realidad querí­amos un niño), «No pienses» (díéjame pensar por ti), «No» (debes ser muy cuidadoso, no hagas nada) y «No te relaciones estrechamente con nadie» (síé siempre mi bebíé).
El niño que recibe dichos mensajes puede intentar acoplarse al molde que sus padres han preparado para íél. No tiene la menor importancia quiíén es íél en realidad. Se supone que debe ser la persona que sus padres desean que sea. Pero tambiíén puede rebelarse y encarnar una versión extrema del comportamiento, precisamente la que sus padres deseaban suprimir. Por ejemplo, una mujer que ha recibido una orden de «No sientas» puede pasar muchos años haciendo una terapia para desbloquear sus emociones y temerosa de desarrollar su propio poder para sanar su vida.
Como estos mandatos destructivos se transmiten y se reciben inconscientemente, las decisiones que el niño toma como respuesta tambiíén son inconscientes. Muchos años más tarde aún vivirá basándose en estas tempranas decisiones a menos que haga conscientes esos mensajes destructivos y pueda optar a vivir exactamente como es. Siempre que toma una nueva decisión afronta el desafí­o de decir no a los modelos habituales de pensamientos, sentimientos y conductas basados en el miedo y en el autosabotaje.
Cuando usted decide hacer conscientes esos mandatos parentales (víéase el ejercicio al final de este capí­tulo), su primera tarea es reconocer, aceptar, expresar y liberar sus sentimientos de ira, tristeza y desesperación como respuesta a los mensajes destructivos. Acaso desee escribir una carta a sus padres (no es necesario que la enví­e) dando rienda suelta a sus emociones. Quizá prefiera hablar en voz alta con sus padres como si estuvieran presentes, diciíéndoles exactamente lo que siente. La presencia de un terapeuta o de un grupo de apoyo puede ser extremadamente útil en este proceso, pues el niño que hay en usted ha vivido atemorizado por estas destructivas energí­as de sus padres durante muchos años y puede mostrarse reacio a afrontar estos sentimientos sin una ayuda externa que lo anime a hacerlo.
Además de expresar y liberar estos antiguos y poderosos sentimientos, usted tambiíén deseará elegir cómo ha de vivir ahora y en el futuro. El primer paso para detener el autosabotaje es tomar la decisión de vivir y ser lo que en realidad es. Una vez que ha decidido que su vida tiene importancia, que usted merece vivirla plenamente y ser la persona que en realidad es, estará preparado para observar detenidamente cómo actúa el Saboteador que habita en usted. Al descubrir que su objetivo es poner en práctica los mandatos autodestructivos que ha recibido de sus padres, deseará observarlo para comprender cómo utiliza el miedo para crear confusión y desdicha en su vida.
Cree su propia imagen mental sobre el Saboteador. Puede imaginar un personaje de un dibujo animado, su propia versión de la apariencia que puede tener un personaje tan inteligente, tramposo y clandestino. Puede dibujarlo y darle un nombre. Permí­tase disfrutar del proceso.
Armado con esta imagen de su Saboteador y seguro de cuáles son sus intenciones, está usted preparado para enfrentarse con ese personaje que lo desafí­a. Su objetivo es poner en evidencia sus actividades subversivas dentro de su mente y producir un cortocircuito en la influencia que tiene sobre sus emociones, su conducta y su salud.
Analicemos juntos ciertos procesos que le enseñarán a reconocerlo y aceptarlo cuando aparece, a burlarse de íél, a definir los lí­mites y finalmente transformar su energí­a destructiva para traer armoní­a a su vida y establecer objetivos claros. Su meta no es desembarazarse del Saboteador sino domesticarlo y aprovecharse de su energí­a y creatividad para que deje de ser un enemigo y se transforme en un aliado. Esto se consigue al deshacerse de sus padres y sus mensajes destructivos, al definir sus propias metas y objetivos y hacerse cargo de su vida liberándose del Saboteador. Debe usted aprender a eliminar el autosabotaje momento a momento y paso a paso hasta que el Saboteador ya no posea una fuerza destructiva y se haya convertido en un socio que lo acompaña en el camino hacia sus metas.
EL SABOTEADOR INTERIOR: UN PERFIL.
FUENTE DE ENERGíA: sentimientos de aislamiento, miedo, dolor y cólera que surgen como respuesta a los mensajes «No seas ...» y «No seas quien eres». Estos mensajes se transmiten generalmente en la infancia de una manera inconsciente a travíés de los patrones energíéticos destructivos y no reconocidos de los padres.
MISIí“N: Eliminarlo para que no amenace a ese niño enfadado y neurótico que forma parte de sus padres. Es preciso hacerlo de un modo sutil, y a veces tambiíén de un modo evidente, con el fin de que usted advierta que se trata de una idea e iniciativa propias.
Mí‰TODOS OPERATIVOS: cí­nico, crí­tico, avasallador, inspira temor y genera pensamientos inquietantes que minan la confianza en uno mismo. Rebelde, ofrece sugerencias negativas calculadas para vencerlo y mantenerlo apartado de sus objetivos. Comentarios astutos y falsos dirigidos a confundirlo y anular su capacidad de discernimiento.
TíCTICA: se aprovecha de las íépocas de tensión para lanzar poderosos ataques que minan la confianza que usted tiene en sí­ mismo, su integridad y su compromiso con la vida. Se pone en movimiento cuando usted empieza a cosechar íéxitos o a disfrutar de la vida. Se torna muy activo cuando usted comienza a realizar cambios positivos en su vida. Detesta los terapeutas o los libros que lo ponen en evidencia. Redoblará sus esfuerzos por controlar su vida cuando usted empiece a reconocer su actividad, y para hacerlo se comportará de un modo aún más inteligente y sutil.
DISFRACES Y CLAVES: Puede parecer que apoya sus objetivos, pero en realidad se muestra crí­tico e inflexible alentándolo a rebelarse y debilitando su voluntad. Acaso lo haga sonreí­r cuando usted realmente se siente triste o enfadado, lo obligue a decir «no» cuando usted desea decir «sí­Â», o viceversa, o lo empuje a reí­rse socarronamente de algo que no le parece gracioso.
RASGOS DE PERSONALIDAD: astuto, taimado, inteligente, subversivo, reservado, brillante, convincente y persistente. Aprende con mucha facilidad y convierte las ideas y los principios positivos en algo contraproducente y autodestructivo. Por ejemplo: «Abandónate y confí­a en Dios» se transforma en «Toma asiento y no hagas nada».
EJERCICIO
Tomar consciencia de los mandatos parentales.
FORMíšLENSE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS. SERí DE GRAN UTILIDAD APUNTAR LAS RESPUESTAS.
1. ¿Cuánto tiempo espera vivir? (Si cree que morirá siendo relativamente joven, pregúntese de dónde ha sacado semejante idea.)
2. ¿Cómo cree que morirá? (Si cree que sufrirá una terrible enfermedad o morirá en un trágico accidente, piense de dónde ha sacado esa idea.)
3. ¿Cuál es su sueño ideal? ¿Ve la posibilidad de conseguirlo? En caso de no considerar esta posibilidad, ¿por quíé piensa que no puede tener lo que desea?
4. ¿Quiíén le puso su nombre y cuál es el significado? ¿Quíé cree usted que ese nombre le otorga? ¿Le gusta su nombre?
5. ¿Cuáles son las historias que ha escuchado sobre el embarazo de su madre y su nacimiento? ¿Quíé mensajes relacionados con su vida ha deducido de dichas historias?
6. ¿Quíé le han contado de su infancia? ¿Quíé mensajes ha deducido a travíés de esas historias?
7. ¿Cuál era su cuento preferido en la infancia? ¿Cómo se ha reflejado ese cuento en su vida?
8. ¿Cuáles son algunos de sus recuerdos infantiles más ví­vidos? Retorne a esas experiencias y experimente lo mismo que sintió entonces. ¿Quíé conclusiones ha extraí­do de esas experiencias que hayan sido decisivas para su vida? ¿Quíé decisiones ha tomado como resultado de dichas experiencias? ¿Desea modificar algunas de esas conclusiones y decisiones?
9. ¿Quíé predicciones hicieron sus padres acerca de su futuro? ¿Quíé sintió usted respecto de ellas? ¿Quíé ha decidido usted en respuesta a dichas predicciones?
10. ¿Cómo reaccionaron sus padres frente a los íéxitos, intereses y actividades de su infancia? ¿Lo animaban a probar cosas nuevas y a descubrir sus propios intereses? ¿Se esperaba de usted que colmara las expectativas que ellos no habí­an realizado?
11. ¿Cuáles eran las reglas en su familia en relación con expresar los sentimientos (en especial la ira y la tristeza)? ¿Cómo se adaptaba usted a dichas expectativas?
12. ¿Lo animaban a pensar por sí­ mismo? ¿Confiaban sus padres en su capacidad para cuidarse de sí­ mismo con responsabilidad?
13. ¿Quíé le enseñaron en relación con asumir riesgos e intentar nuevas posibilidades? ¿Cómo respondió usted?
14. ¿Le resulta difí­cil recordar los aspectos positivos o negativos de sus padres y de sus experiencias infantiles? Si observa la pelí­cula completa de sus experiencias infantiles, ¿quíé es lo que le produce temor?
HAGA UNA LISTA CON LOS MENSAJES DE SUS PADRES QUE HA HECHO CONSCIENTES.
MENSAJES CONSTRUCTIVOS Y POSITIVOS.
MENSAJES DESTRUCTIVOS Y NEGATIVOS.
¿CUíL FUE SU DECISIí“N EN RESPUESTA A DICHOS MENSAJES?
DECISIONES POTENCIADORAS.
DECISIONES DE AUTOSABOTAJE.
¿Cí“MO DESEARíA CAMBIAR SUS DECISIONES DE AUTOSABOTAJE EN LA ACTUALIDAD?
¿Cí“MO SE SIENTE EN RELACIí“N CON LO QUE HA DESCUBIERTO?
Escriba una carta a cada uno de sus padres expresando sus sentimientos con la mayor sinceridad. No los ataque, dí­gales lo que siente y de quíé forma le han afectado los mensajes que ha recibido de ellos. Luego puede decidir si desea compartir esas cartas con ellos. Escriba una carta a su Niño Interior. Exprese su comprensión y su compasión por esta parte central de su ser. Dí­gale a su Niño Interior que lo educará con amor ahora y en el futuro.
Imagine que abraza cálida y afectuosamente a su Niño Interior. Escuche lo que desea compartir con usted. Permí­tale que le escriba si desea hacerlo. Asegúrele que usted será una presencia fiable y enriquecedora en su vida. Llíévelo amablemente hacia el interior de usted mismo y mantíéngalo cerca de su corazón.