Deutsche Bahn, la Renfe alemana, ha marcado un nuevo hito al convertirse en la primera empresa no financiera en emitir deuda con tipos negativos. Es decir, los inversores que han comprado sus bonos perderán dinero. Una muestra más de la distorsión a la que han llegado los mercados con las políticas extraordinarias de los bancos centrales.
Claro que Deutsche Bahn tiene truco, ya que es una empresa pública controlada por el propio estado alemán, que lleva tiempo emitiendo deuda a tipos negativos (como muchos otros países europeos). De hecho, hoy mismo Alemania ha vendido 4.038 millones de euros en bonos con vencimiento el 15 de agosto de 2026 a un interíés medio del -0,05%.
La operadora ferroviaria, por su parte, ha colocado 350 millones de euros a un interíés del -0,006%.
"Los inversores probablemente consideran esto como un bono alemán más pero con un mejor rendimitno (aunque siga siendo negativo)", explica Duncan Warwick-Champion, de Wells Fargo Asset Management. "La oferta de bonos es relativamente limitada en comparación con la demanda de los inversores".
Actualmente, en los mercados globales hay más de 10 billones en bonos soberanos y corporativos con grado de inversión que cotizan en el mercado secundario con rendimientos por debajo de cero (la rentabilidad es inversa al precio).