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Autor Tema: PERíš: No subsidiemos la exploración minera...  (Leído 83 veces)

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PERíš: No subsidiemos la exploración minera...
« en: Marzo 18, 2017, 09:54:01 am »
Por... Iván Alonso


Iván Alonso comparte su opinión sobre los subsidios a la exploración minera y ofrece algunas recomendaciones para reactivar la inversión minera.

No es que este gobierno no tenga ideas en materia económica. El problema es que sí­ las tiene, pero no se puede decir, como regla general, que sean buenas. Hace un par de semanas ha dejado saber que en el nuevo reglamento de exploración minera que está preparando –¿por quíé todo en este paí­s necesitará un reglamento?– se está contemplando la posibilidad de devolver el IGV pagado por los gastos de exploración minera cuando íésta resulte infructuosa. Un privilegio que no tiene un jubilado que retira su fondo de pensiones para abrir un restaurante que al poco tiempo fracasa.

¿Quíé tiene de especial la exploración minera para merecer este privilegio? Que es una actividad de riesgo, nadie puede negarlo. Uno perfora y perfora, y no sabe si la cantidad de mineral que va a encontrar será suficiente para hacer la inversión y poner el depósito en operación. Pero lo mismo pasa en cualquier otro negocio. No son pocos los planes que se quedan en el papel, habiíéndose gastado, a veces, una suma considerable en estudios de mercado y otros análisis, por los cuales tambiíén se ha pagado IGV.

El gobierno no puede tratar a un sector de manera diferente que a otros. Puede, pero no debe. Tampoco puede hacer extensiva la devolución del IGV a todos los sectores sin desnaturalizarlo. El IGV es un impuesto al valor agregado, esto es, un impuesto que grava el valor que se agrega en cada etapa del proceso de producción… en la medida en que se agregue valor y hasta donde llegue el proceso de producción.

Es entendible que el gobierno quiera reactivar la inversión en exploración minera, que ha bajado de 900 millones de dólares en el año 2012 a menos de 400 millones en el 2016. Y no es necesario haber estudiado economí­a en el extranjero para darse cuenta de que la devolución del IGV incentivarí­a la exploración minera. Eso es elemental. Lo que el estudio de la economí­a le enseña a uno es que los incentivos para una actividad son, a la vez, desincentivos para otras. Si el gobierno absorbe parte del costo de un emprendimiento fallido, siempre que se trate de exploración minera, más gente se aventurará a buscar minerales, y menos serán los que se animen a perseguir otras oportunidades de negocio.

La devolución del IGV, por otro lado, puede incentivar la exploración, pero no necesariamente la  del mineral encontrado. En algún momento el minero tiene que decidir si sigue adelante o no con el desarrollo de un yacimiento. Siempre hay yacimientos que son marginales, en el sentido de que apenas se espera recuperar la inversión y obtener una rentabilidad mí­nimamente aceptable. Si la alternativa es dar por perdido todo lo gastado en la exploración, posiblemente el yacimiento se desarrolle. Pero si la alternativa es solicitar la devolución del IGV pagado durante la etapa de exploración, la decisión será otra. Más conveniente resultará dejar el mineral bajo tierra.

Si el gobierno quiere reactivar la inversión minera, deberí­a pensar, antes que en darle privilegios tributarios a la exploración, en eliminar el impuesto a las ganancias extraordinarias. La expectativa de grandes utilidades en la parte alta del ciclo de precios de los minerales, libre de cargas tributarias que no se aplican en otros sectores, deberí­a ser suficiente incentivo, no solamente para explorar, sino tambiíén para extraer el mineral que se encuentre.


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