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Autor Tema: Un fraude de más de 1.380 millones de euros provoca la bancarrota de Polaroid  (Leído 585 veces)

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Un fraude de más de 1.380 millones de euros provoca la bancarrota de Polaroid

Publicado en Expansión por E. Arrieta

Años difí­ciles para el rey de la fotografí­a instantánea. Casi un año despuíés de que Polaroid decidiera deshacerse de su lí­nea de carretes para cámaras analógicas y de todas sus tiendas propias en el mundo, un nuevo contratiempo vuelve a incidir sobre las cuentas del grupo. Además de la generalizada caí­da del consumo, un multimillonario caso de fraude ha acabado provocando la segunda suspensión de pagos en la historia de Polaroid.

Petters Group Worldwide es propietaria de Polaroid desde 2005, junto con otras sesenta empresas, aunque de menor renombre. El pasado septiembre, el FBI desveló un caso de fraude en el grupo inversor que asciende a, al menos, 2.000 millones de dólares (1.385 millones de euros). Como resultado de la investigación, las autoridades estadounidenses acusaron al fundador y consejero delegado de Petters Group, Tom Petters, que permanece en prisión desde el 3 de octubre.

A falta de un veredicto judicial, Petterson presuntamente defraudaba a fondos de inversión con órdenes ficticias de compras en activos seguros. El culebrón Petterson es tal que la prensa norteamericana, especialmente, la del estado de Massachusetts (donde radica la sede de Polaroid), ha seguido el caso de cerca, llegando a afirmar que el ejecutivo habí­a intentado huir del paí­s.

Tom Petters dimitió de Petters Group, propietaria de Polaroid, tras la acusación de fraude
A pesar de que Petterson se declara inocente, Polaroid ha decidido acogerse al Capí­tulo 11 de la ley estadounidense, equivalente a la suspensión de pagos. «Se trata de una decisión de la filial de EEUU, por lo que no afecta en absoluto a Polaroid Europa, que constituye una empresa independiente», asegura Cristóbal Medina, director general del grupo en España, Portugal e Italia.

Argumentos
Polaroid es una firma privada y, como tal, ha decidido no presentar públicamente la cuantí­a de su pasivo, pese a lo que afirma que «el fraude ha sido, sin duda, la causa principal de la suspensión de pagos. La crisis nos está afectando, igual que al resto del mercado, pero no hasta el punto de solicitar la bancarrota», declara Medina. El mayor acreedor no asegurado de Polaroid es, precisamente, Petters Capital, dependiente de Petters Group, con una deuda de 184 millones de dólares.

El ejecutivo español defiende, pese a todo, la solidez de las cuentas del grupo. «La compañí­a se ha declarado en bancarrota, no porque no pueda seguir adelante, sino para evitar que la justicia retenga todos sus activos y mantener así­ la oportunidad de reestructurarse, devolver sus deudas y continuar con su actividad de manera normal», explica. Y continúa: «Polaroid dispone de reservas suficientes para salir bien parada de esta situación, sin ayuda de recursos ajenos. Más aún, al menos en Europa, nos sentimos muy tranquilos en este aspecto».

Tras el abandono del negocio de la fotografí­a digital, Polaroid se ha reinventado en una compañí­a digital, con cuatro diferentes lí­neas de negocios. El grueso de los ingresos procede del área de cámaras fotográficas. Despuíés, el grupo cuenta con un segmento de impresoras instantáneas, «basadas en un desarrollo propio de Polaroid», destaca Medina. Algunas de estas máquinas imprimen, por ejemplo, fotografí­as indelebles al agua o en pegatinas.

La compañí­a asegura que dispone de recursos para salir bien parada de la suspensión de pagos
Polaroid comercializa tambiíén marcos de fotos digitales, que se complementan con funciones como una estación atmosfíérica, un reloj, Wi-Fi, DVD o un sistonizador TDT. Por último, la compañí­a desarrolla televisores LCD de tamaño pequeño y mediano (de 15 a 22 pulgadas). «No olvidemos que Polaroid inventó el cristal polarizado», recuerda el primer espada español.

Panasonic
El grupo japoníés Panasonic podrí­a pagar alrededor de 6.500 millones de euros para adquirir el 100% de su rival Sanyo, lo que darí­a origen a la mayor compañí­a japonesa de electrónica de consumo. Esta cantidad mejora los cerca de 5.000 millones ofrecidos inicialmente. Goldman Sachs, Daiwa Securities y Sumitomo Mitsui Banking Corporation, que en conjunto controlan el 70,5% de los derechos de voto de Sanyo, estarí­an considerando positivamente la oferta.

El ‘caso Petterson’
Polaroid presentó su primera suspensión de pagos en 2001, cuya reestructuración significó el inicio de la era digital de la compañí­a. Cuatro años despuíés, Petters Group Worldwide pagó 426 millones de dólares (295 millones de euros) por el grupo de electrónica de consumo.

Con una facturación de unos 2.300 millones de dólares en 2007 y 3.200 empleados, Petters Group ocupa el puesto 170 en el cíélebre ránking de mayores empresas elaborado por la revista Forbes. En la actualidad, Petters Group cuenta con participaciones en 61 compañí­as.

Pero los buenos tiempos de la organización se vieron interrumpidos en septiembre con una investigación del FBI y el Servicio de Inspección Portal de EEUU. Tom Petters, fundador y consejero delegado del grupo, fue detenido y encarcelado en octubre, aunque el juicio no se ha celebrado todaví­a. El FBI estima que el ejecutivo estadounidense no es el único implicado en un caso de fraude que supera los 2.000 millones de dólares.

Todas las propiedades de Tom Petters han sido registradas en busca de pruebas que sustenten la acusación. El Gobierno de EEUU sospecha que Petters Group ha estafado a fondos de inversión durante más de una díécada, registrando órdenes ficticias de compras en activos seguros. Se estima que una veintena de empresas del grupo, entre ellas, Polaroid, son ví­ctimas del fraude, pero se desconoce hasta quíé punto.



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