El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, culpó hoy de nuevo a la especulación financiera de la crisis mundial y señaló que no se pueden repartir las píérdidas con la sociedad cuando no se han repartido las ganancias.
"Todos sabemos que esa crisis es resultado de una especulación financiera. Todos sabemos que el petróleo nunca valió 150 dólares el barril, que los productos alimentarios no debían haber subido lo que subieron", dijo Lula en Río de Janeiro al clausurar el II Encuentro Empresarial Brasil-Unión Europea.
La reunión empresarial es una actividad paralela de la II Cumbre Brasil- Unión Europea que Lula celebrará esta tarde con el gobernante francíés, Nicolas Sarkozy, que ejerce la presidencia semestral de la UE, y con el presidente de la Comisión Europea, Josíé Manuel Durao Barroso.
En su discurso, Lula criticó a quienes durante años especularon en los mercados futuros de materias primas y señaló que el resto de la sociedad no puede pagar por lo que hicieron unos pocos.
"Lo único que no puedo hacer es socializar los perjuicios cuando no socialicíé los lucros. Es preciso que asumamos la responsabilidad", aseguró el mandatario brasileño.
"Muchos no pueden seguir pagando por la irresponsabilidad de pocos", agregó.
Según Lula, los gobernantes saben que "el mundo no puede continuar de esa forma", aunque evitó dar fórmulas para superar la crisis, porque, dijo, "cada uno tiene que decidir en función de la realidad política, económica y cultural de su país".
Sin embargo, anotó que "la crisis económica que tanto asustó y asusta" ha puesto en discusión el papel que el Estado tiene que ejercer en la economía.
"No defiendo el Estado gestor, que se entromete en la economía porque solo no resuelve el problema", dijo Lula, quien, no obstante, abogó por una mayor regulación de los mercados.
Según el mandatario brasileño, "el Estado precisa invertir ahora lo que no invirtió hace diez años, construir lo que no construyó diez años atrás".
Citó como ejemplo el caso de Brasil, del que dijo que no paralizará un solo proyecto gubernamental por la crisis, porque su país ha enfrentado la situación actual con optimismo y siempre buscando alternativas.
"No vamos a entrar en recesión, Brasil seguirá creciendo, ciertamente no será un 6%, pero crecerá el 4% y vamos a trabajar con eso", expresó Lula, quien dijo estar "entre los hombres más optimistas del mundo".
Anotó que su Gobierno hará lo posible y lo imposible por superar la situación actual y enfatizó que "Brasil saldrá mucho más fuerte de esta crisis".
"Si no hacemos nada, esa crisis puede causar convulsiones sociales en varios países", advirtió el gobernante.
Del mismo modo, aseguró que Brasil y la Unión Europea deben trabajar más unidos que nunca ante el escenario actual.
"La respuesta a la crisis es redoblar la apuesta en nuestra asociación" estratíégica, afirmó en referencia al plan que las partes pondrán en marcha para fortalecer el diálogo y la cooperación bilateral.
