Beijing
China anunció el establecimiento de su propia lista para sancionar entidades extranjeras que violan las leyes del comercio internacional y afecten los intereses nacionales, en medio de las tensiones que vive hoy con Estados Unidos.
Según anunció el Ministerio de Comercio del gigante asiático, la relación incluirá a empresas, organizaciones e individuos extranjeros que no cumplan con las normas del mercado, violen los contratos, bloqueen o suspendan los suministros a las compañías chinas con propósitos no comerciales y perjudiquen severamente los derechos e intereses legítimos de esas firmas.
Esta decisión china llega pocos días después de que la Casa Blanca aplicara una serie de medidas similares contra entidades de la segunda potencia mundial.
A mediados del mes pasado, el presidente Donald Trump alegó una presunta emergencia económica nacional para aprobar una orden ejecutiva que prohíbe a las compañías e instituciones el uso de tecnología de 'adversarios extranjeros', cuando supone 'riesgos inaceptables' para la seguridad de Estados Unidos.
Aunque en un primer momento no citó a ninguna empresa en específico, pocas horas después, la administración republicana incluyó al gigante de las telecomunicaciones Huawei y 70 de sus filiales en una lista de entidades sospechosas a las que los grupos estadounidenses no pueden comprar ni vender material tecnológico.
El Gobierno chino tomó esta decisión para salvaguardar la seguridad nacional, los intereses públicos y los derechos e intereses legítimos de sus compañías, explicó Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio de Beijing.
Algunas firmas extranjeras, al violar las reglas del mercado normales o los contratos -con propósitos no comerciales-, han adoptado medidas discriminatorias, como bloqueo o suspensión de suministro, contra compañías chinas, lo que ha perjudicado sus derechos legítimos y puesto en peligro la seguridad e intereses nacionales de China, subrayó el vocero.
De acuerdo con Gao, la disposición se tomó conforme a las leyes y normas de China y tiene como objetivo proteger las reglas de la economía y el comercio internacionales, defender el sistema de comercio multilateral y luchar contra el unilateralismo y el proteccionismo.
China y Estados Unidos viven fuertes tensiones desde marzo de 2018, cuando alternó la mutua imposición de fuertes tributos a las importaciones, con momentos de impasse y la presentación de recursos ante la Organización Mundial del Comercio.