Al llamarlo el "próximo paso para nosotros en la vida laboral", la recién instalada primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, ha propuesto poner a todo el país en una semana laboral de cuatro días que consiste en días laborales de seis horas.
La vecina Suecia probó días de trabajo de seis horas hace un par de años, y en Francia, la semana laboral estándar se redujo a 35 horas (de 39 horas) en 2000.
El mundo corporativo también está experimentando con la idea. En noviembre de 2019, Microsoft Japón reveló que una semana laboral de prueba de cuatro días había aumentado la productividad en un 40%.
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