Simon Wu
La búsqueda para brindar atención médica más asequible y accesible, magnificada por la pandemia de COVID-19, ha estimulado una explosión de innovación, que a su vez ha atraído cantidades masivas de capital. Para poner esto en perspectiva, considere esto: en 2019, la salud digital registró $ 7.7 mil millones en inversiones de capital riesgo, y ese número aumentó a $ 14.6 mil millones en 2020. Sin embargo, solo en la primera mitad de 2021 se vieron $ 14.7 mil millones en inversiones de capital riesgo.
Su matrimonio con fintech es el catalizador de la transformación de la industria de la salud. De manera similar a la separación de los servicios financieros y cómo las fintech están escalando el SaaS vertical , la desagregación de la atención médica impulsada por la pandemia ha creado nuevos actores que están tomando una página del libro de la revolución fintech, todos comenzando con los pagos.
Un número creciente de empresas emergentes ahora están aprovechando el libro de jugadas de fintech para resolver una parte clave del problema de la atención médica: la dinámica cambiante entre pacientes, pagadores y proveedores, y cómo fluyen los pagos y los registros médicos electrónicos (EHR) entre ellos. No solo la carga de los pagos y el flujo de datos se está moviendo de los pagadores a los pacientes, sino que los proveedores ahora se enfrentan a un cambio monumental hacia nuevos modelos de facturación y participación, que requieren nuevas tecnologías y plataformas para ayudar con el cambio.
