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Amanda Silberling
El Ayuntamiento de Nueva York aprobó hoy proyectos de ley que establecerán un salario mínimo y mejorarán las condiciones de trabajo para los trabajadores que realizan entregas para aplicaciones como Grubhub, DoorDash y Uber Eats. Más específicamente, las facturas permiten que los repartidores utilicen los baños de los restaurantes, limitan la distancia que se les puede pedir que realicen entregas, establecen pagos mínimos por viaje y garantizan que las propinas lleguen a los trabajadores. Esta legislación es la primera de su tipo en cualquier ciudad importante de los EE. UU., y sienta un precedente de cómo la intervención del gobierno puede influir en la relación entre las empresas de distribución de alimentos y sus muchos, muchos miles de contratistas.
Este paquete de proyectos de ley se redactó con el aporte de Los Deliveristas Unidos (LDU), un colectivo de trabajadores de entrega de aplicaciones en su mayoría inmigrantes que nació del Workers Justice Project. El grupo ha estado protestando por mejores condiciones laborales durante la pandemia y, en abril, unieron fuerzas públicamente con SEIU Local 32BJ, el sindicato de trabajadores de servicios más grande de Nueva York.