A CORUí‘A. Promotores y agentes de la propiedad inmobiliaria dudan de que el mercado de la vivienda en la ciudad sea capaz de absorber el alrededor de 9.600 pisos que se construirán en los cuatro grandes polígonos residenciales que proyecta el Ayuntamiento para los próximos años, a menos que el sector del ladrillo supere la actual crisis financiera. Los expertos admiten que, a día de hoy, el íéxito de los planes de O Portiño, San Pedro de Visma, As Xubias y el parque ofimático de Eirís dependerá del repunte de la economía.
"Aún en tiempo de no crisis, no habrá mercado que absorba este número exagerado de viviendas, no se podrán ejecutar [las urbanizaciones] en un periodo de un quinquenio", advierte Herminio Carballido, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria. Y en el mejor de los escenarios posibles que se pueda imaginar, Carballido tambiíén es reticente: "El mercado no será el mismo, ya no se venderán casas a cientos como antes".
El secretario general de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco), Juan Josíé Yáñez, se muestra más optimista sobre el futuro del sector en la ciudad, aunque matiza que dependerá siempre de un cambio en la economía: "A día de hoy, evidentemente habría muchos problemas para vender los pisos, pero saldrán a cuentagotas, en un periodo de cuatro o cinco años, como mínimo".
El Ayuntamiento tiene aprobadas, y pendientes de ejecución, cuatro macrourbanizaciones incluidas en el plan general que está revisando el arquitecto catalán Joan Busquets, que supondrían la construcción de alrededor de 9.600 pisos según las previsiones actuales: 3.500 en San Pedro de Visma; 3.200 en O Portiño; 2.087 en Eirís; y unas 850 en As Xubias. Salvo el parque ofimático que proyecta la Xunta, los otros tres polígonos residenciales -O Portiño, Visma y As Xubias- todavía están pendientes del visto bueno de la Consellería de Política Territorial. En el caso de O Portiño, ni siquiera se ha enviado el proyecto a Santiago, pues el Concello deberá primero estudiar las alegaciones que se han presentado al plan. Tanto los promotores como los agentes de la propiedad coinciden en que el gran inconveniente para dar salida a las viviendas radicará en los problemas de financiación que se encontrarán sus compradores si la situación económica no sufre un vuelco positivo.
"Espero que la situación sea pasajera y a la mayor brevedad posible se vuelva a la normalidad en la concesión de críéditos. Los compradores están sufriendo la restricción financiera", indica el secretario general de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de A Coruña. "La dificultad para vender es enorme, sobre todo para acceder a un príéstamo", apostilla el máximo responsable del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria.
De las 9.600 viviendas, un 30%, cerca de 3.000, se destinará a pisos de protección oficial. Promotores y agentes de la propiedad coinciden en que las viviendas protegidas tampoco tendrán garantizada su venta si se construyen y se mantiene la situación económica actual. Yáñez aguarda a que la Consellería de Vivenda publique el número de personas que solicita un piso protegido en A Coruña. "Si como se espera en la ciudad, aparecen 3.000 inscritos, sólo con los planes parciales de 1998 se cubriría toda la demanda", añade el secretario general de Aproinco. De acuerdo a sus cálculos, Juan Josíé Yáñez está en contra de la decisión de la Xunta de ordenar que la futura ley del suelo obligue a que el 40% de las viviendas de las nuevas urbanizaciones sea de protección. Los promotores entienden que el porcentaje debe fijarse en función de la demanda, y no establecer un mínimo obligatorio. Los agentes de la propiedad inmobiliaria advierten de que el precio medio que se establece para los pisos protegidos "ya no es barato". Herminio Carballido apunta que se sitúa entre los 1.500 y los 2.000 euros por metro cuadrado.