Ben Geman
Dos nuevos ensayos exploran los límites del acuerdo COP26 y por qué las tendencias financieras y políticas actuales no mantendrán los objetivos de temperatura global al alcance, incluso si los gigantes industriales de hoy toman medidas enérgicas.
El panorama general: Kelly Sims Gallagher de la Universidad de Tufts, escribiendo en Foreign Affairs , advierte de un "tsunami de carbono inminente".
Los mayores emisores acumulados, China, EE. UU., Europa y Rusia, tienen la riqueza para seguir un camino de cero neto (¡aunque eso no es una garantía de que sucederá!).
Pero países como India, Brasil, Indonesia, Nigeria y otros enfrentan el inmenso desafío de abordar la pobreza al mismo tiempo que intentan abordar el cambio climático.
Por qué es importante: Gallagher, un exfuncionario del clima de la era Obama, señala que aproximadamente dos docenas de países en desarrollo están preparados para expandir rápidamente las emisiones, pero el enfoque internacional sigue "obstinadamente obstinado" en China, Estados Unidos y la UE.
Nivel de amenaza: "Si los países industrializados no asumen la responsabilidad de ayudar a prevenir esta próxima ola de emisiones, el esfuerzo global para evitar la alteración del clima fracasará", escribe Gallagher, quien dirige el Laboratorio de Política Climática en la Escuela Fletcher en Tufts.
Ella enfatiza la necesidad de que los gigantes de las emisiones de hoy actúen a nivel nacional, pero advierte: "este progreso corre el riesgo de ser borrado si los países más pobres encuentran imposible seguir una estrategia de desarrollo con bajas emisiones de carbono".
Gallagher ve algunos puntos brillantes y modelos que podrían expandirse, como el trabajo multilateral con Sudáfrica para alejarse del carbón, pero se necesitan más.
Acercar: el ensayo explora varias barreras, que incluyen ...
Finanzas. El capital dedicado a la energía con bajas emisiones de carbono y al desarrollo de todas las fuentes (países, bancos de desarrollo y financiación privada) sigue siendo inadecuado y la financiación sigue concentrada en las naciones ya industrializadas. Las finanzas fósiles siguen siendo sólidas a pesar de las promesas recientes de alejarse de ellas.
Política. Argumenta, por ejemplo, que los gobiernos "deben responsabilizarse a sí mismos ya los demás de la regulación de las instituciones financieras privadas y la ecologización de sus propias inversiones públicas", y respalda las restricciones obligatorias sobre las finanzas fósiles privadas.
Instituciones multilaterales. Una gran idea es "repensar fundamentalmente cómo funcionan las instituciones de desarrollo global" y también crear un nuevo "banco de desarrollo verde global" libre de prioridades en competencia de las instituciones existentes.
La conclusión: " i los países en desarrollo siguen el patrón de 'cultivar primero y limpiar después' establecido por Estados Unidos, Europa occidental y los países de Asia oriental, las consecuencias para el clima serán catastróficas".
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Mientras tanto, en el Journal of International Affairs de la Universidad de Columbia , Daniel Propp escribe que con dos meses de retrospectiva, el resultado de la COP26 "parece decididamente heterogéneo".
No faltaron los anuncios y la ambición, pero eso decía, "el verdadero impacto de Glasgow se decidirá en las salas de juntas y cámaras legislativas desde Beijing hasta Brasilia y Washington, DC".
