(Reuters Breakingviews)
La economía británica está jadeando por aire, hambrienta del oxígeno de la inversión privada. Los políticos y financieros creen que una consolidación de los fondos de pensiones del país daría nueva vida a sus acciones, nuevas empresas e infraestructura. Pero si bien los grupos más grandes pueden ser buenas noticias para los jubilados, no necesariamente resolverían el malestar general del Reino Unido.