Reuters
La libra esterlina se dirigía el miércoles a su mayor caída en un día de este mes después de que los datos mostraran que la inflación británica se ralentizó más de lo esperado en junio, pero seguía estando muy por encima de su objetivo, lo que daba al Banco de Inglaterra poco margen para relajar la política monetaria.
La inflación anual británica de los precios al consumo cayó en junio a un 7,9%, por debajo de la previsión de un descenso al 8,2%.
La tasa de junio se situó muy lejos del máximo de 41 años alcanzado el pasado mes de octubre (11,1%), pero muy por encima de la tasa objetivo del 2% fijada por el Banco de Inglaterra.