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Autor Tema: Cuerpos sutiles  (Leído 1780 veces)

Scientia

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Cuerpos sutiles
« en: Agosto 25, 2024, 08:16:33 pm »
El Cuerpo Etérico
Los centros energéticos se encuentran en lo que llamamos cuerpo
etérico, que es el cuerpo en el que se
mueve la conciencia de todas las
cosas. Este cuerpo existe antes y
después del cuerpo físico; no se ve
afectado por las limitaciones espacio-
temporales del mundo físico.
🌀🪷🧊🧊🧊
Para entender con más
profundidad, primero veamos que es
el éter.
El éter es definido como: Fluido
hipotético invisible, sin peso y elástico;
se consideraba que llenaba todo el
espacio y constituía el medio
transmisor de todas las
manifestaciones de la energía.
 La palabra éter proviene del latín æthēr y ésta del griego αἰθήρ (aithēr), “cielo”, “firmamento”, “el aire más puro de las
montañas”, que deriva de la raíz indoeuropea aydh- “arder”, “fuego’.
Durante miles de años se supo que todas las cosas tenían energía y el
éter fue entendido como un campo que conectaba todas las cosas.
El gran problema de la actualidad, es que siempre se piensa que los campos eléctricos generan campos magnéticos, pero no se contempla el hecho de que los campos magnéticos también generan campos eléctricos, es decir, la energía se mantiene en estado potencial hasta que logra expresarse en campos eléctricos.
Constantemente hay energía invisible para nuestros ojos, moviéndose
alrededor de esos campos. Siempre que se habló del éter, se lo consideraba
una sustancia invisible capaz de producir efectos, a este se lo relacionó con el
sonido, dado que este es capaz de producir efectos físicos que son vibraciones propagadas en el aire. ¿Es el sonido la única onda que se propaga en el aire?
Entonces, aquí es donde podemos definir realmente el cuerpo etérico: es
el cuerpo de vibraciones constantes, que son más sutiles que el aire.
Corrientes vibratorias de todo tipo se mueven dentro del hombre, cada
pensamiento, emoción, acción, produce vibraciones en el interior del hombre.
La conciencia del hombre se encuentra atrapada en el mundo físico,
esto significa que solo llega a percibir fenómenos físicos. Entrar al campo
etérico o akasha como es conocido, o sustancia primordial, es acceder a los
campos vibratorios, esto no es imposible, pero sí bastante difícil para el
hombre. Es lo que los maestros espirituales verdaderos quisieron mostrar.
Simplemente cuando el hombre deja de escuchar el mundo externo, comienza
a escuchar su mundo interno. Cuando deja de escuchar sus pensamientos, sus
deseos, sus emociones y todo aquello que viene desde el exterior, comienza a
escuchar la voz del silencio, esta refiere a ese campo etérico donde todo vibra,
o como dicen en la ciencia védica: "Nada Brahma", es decir "todo vibra".
Conocer el campo etérico o el akasha, consiste en que cuando todo en
el interior del hombre cesa, se puede escuchar cada una de las vibraciones del cuerpo, e incluso se puede lograr mucho más que esto, manejando cada una de las vibraciones del cuerpo, logrando controlar los centros del mismo. Como dijimos, estos centros pertenecen al cuerpo etérico o cuerpo vibrante, el cuerpo de la conciencia.
 Todo existe antes en el campo etérico y en el cuerpo etérico para luego ser parte del mundo físico y del cuerpo físico del hombre; por eso llamamos a éste, el cuerpo de las causas. Es decir, todas las cosas se encuentran en estado potencial (ondulatorio) hasta que logra su expresión (partícula).
Acceder al manejo de los centros es descubrir la voz del silencio.
Decimos que el camino al despertar conciente de los centros, es siempre
aprender a sentir, entender y vivir en las vibraciones de todo lo que hay
alrededor. El estudio del mundo interno, es siempre el estudio de todas las
vibraciones, hasta poder llegar a formar un cuerpo totalmente de luz, donde
toda vibración física cesa y solo la luz puede existir.
El cuerpo de la conciencia es el cuerpo magnético, que se encuentra
constantemente vibrando. No se puede vivir sin conciencia, siempre hay una
conciencia, pero es posible que haya un campo magnético sostenido por la
electricidad del cuerpo o un campo mucho más allá de ese cuerpo físico. Es
decir, así como el cuerpo humano tiene sus propias corrientes magnéticas
donde se mueve la conciencia, de la misma manera, más allá del hombre se
puede pensar en una conciencia planetaria, en la que se encuentran corrientes
de energía moviéndose.



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Re:Cuerpos sutiles
« Respuesta #1 en: Agosto 25, 2024, 08:16:54 pm »
El cuerpo etérico se encuentra a mitad de camino entre el cuerpo físico y
el cuerpo de luz, siendo el punto de conexión entre el alma y el cuerpo. La
conciencia pertenece al cuerpo etérico y es siempre causas de todas las cosas,
mientras que el cuerpo físico es siempre la consecuencia.
La física demostró que el átomo está totalmente vacío, significa que no
tiene existencia material, es decir que la materia no existe realmente, los
objetos son ondas estacionarias que toman forma frente a una conciencia, la
cual le proporciona dicha forma. La materia no es más que luz coagulada,
densificada, cristalizada o petrificada. Pero la materia es en sí luz, cuya
frecuencia ha disminuido, y que terminó girando sobre sí misma.
Como la física ha demostrado, las vibraciones pueden expresarse
siempre en un medio material, tal como la tierra, agua, fuego o aire. El quinto
elemento de la alquimia, sólo puede expresarse a través de los cuatro
inferiores, pero no puede expresarse sin un medio físico. Cuando no hay un
medio físico, solo las ondas electromagnéticas pueden moverse. Dicho de otro
modo, en el vacío, donde no hay ningún medio físico, solo la luz puede
moverse. Este planteo es muy importante, porque cada centro se expresa en un medio y en un campo. Siendo el séptimo centro la apertura a un campo que
va más allá de lo físico y el sexto centro, el preludio de esa apertura.
Podemos ver que cada centro tiene un medio predominante en el que se
expresa, y cada centro también actúa de la misma manera que este medio. Lo
más sorprendente es que mantiene las mismas leyes del elemento en cuestión.
Por ejemplo, si tomamos el primer centro, vemos que el elemento y el medio
son físicos, por lo que la conciencia en este centro está regulada por las
mismas leyes que regulan la materia, mientras que el elemento del séptimo
centro es la luz, por lo que la conciencia se mueve y tiene las mismas leyes
que las ondas electromagnéticas, como la luz del espectro visible. Si hablamos
de que una conciencia sigue las leyes de la materia, tales como la gravedad,
sería muy distinto a hablar de una conciencia que se mueve como ondas
electromagnéticas.
Decimos que el mundo de la luz es el verdadero y real, y que el mundo
físico es una ilusión o construcción necesaria. Entre el mundo de luz donde
radica el alma o cuerpo de luz y el mundo físico, donde la materia es sombra y
cárcel de la luz, se encuentra el cuerpo etérico. Este permite mediar entre los
dos mundos, ya que éstos no se pueden conectar directamente, por lo tanto el
cuerpo etérico permite conectar las dos realidades.
Decimos que todo lo que existe es conciencia y energía. La energía se
organiza en diferentes planos y dimensiones; la conciencia es aquello que da forma a la energía. La conciencia es mucho más de lo que el ser humano
puede ver en su vida. La mente está formada por todos los planos y
dimensiones juntos y la conciencia puede subir o bajar en estos. Cuando
hablamos de centros o chakras, estamos hablando de la organización de esa
energía en un ser humano.
De la misma manera, nuestra existencia no se limita solo a nuestro
cuerpo, sino que poseemos una conciencia o energía inmaterial con siete puntos que descienden desde el más elevado o séptimo centro, hasta el más denso que es el primer centro. Nuestro cuerpo material se reduce a ser el ropaje o medio por el que la energía concentrada en dichos centros se expresa y nos permite realizar la vivencia humana de aprendizaje. Podemos decir que los diferentes planos, si bien existen separados por su frecuencia energética,
son simultáneos, afectando al resto, lo que le pasa a uno, siendo el cuerpo
físico la materialización de lo que le ocurre a nivel energético, a nuestro cuerpo etérico. Es por ello que, dependiendo de los centros de energía que logremos activar, redundará en consecuencias en nuestra existencia física.
Cada centro tiene su forma de entrar en actividad y pueden activarse por
un medio interno, la voluntad o el amor, o externos, ya sea con palabras,
sonidos, luces u otros elementos que nos lleven a determinada vibración. Todo
vibra, por lo que todo está afectando constantemente a nuestros centros, el
gran problema es que nuestros sentidos sólo pueden percibir cierto rango de
vibraciones y no más que eso.