Manuel Jove desembarca por tierra, mar y aire en el mercado brasileño
Poner los huevos de oro en diferentes cestas. Es la estrategia que está utilizando Manuel Jove a la hora de gestionar su fortuna. El empresario ha decidido poner uno de sus huevos de oro al otro lado del Atlántico, en Brasil donde ha desembarcado por tierra, mar y aire. Por tierra y mar porque compró un terreno de 720 hectáreas en Paracurú, en el Estado de Ceara, donde se desarrollará un proyecto inmobiliaria turístico.
Por aire porque controla la sociedad Ventos Brasil, junto a un socio brasileño, cuyo objetivo inicial es presentarse a las subastas eólicas que el Gobierno de Lula da Silva licitará en los próximos años, informaron a elEconomista fuentes del sector.
Primera subasta
Estos movimientos se han canalizado a travíés de Inveravante. La sociedad, a travíés de Ventos Brasil, está estudiando la posibilidad de presentarse a la primera subasta eólica que el Ejecutivo brasileño sacará para finales de noviembre con una potencia aproximada de 1.000 Megavatios (Mw). Inveravante no es la única empresa española que está atenta de esta puja. Iberdrola y Acciona tambiíén están pendientes de que el Gobierno saque las condiciones de esa subasta para decidir si acudir o no.
Por otro lado, Inveravante compró el terreno por 30 millones de euros, aproximadamente, y está gestionando el desarrollo urbanístico de un proyecto que albergará hoteles, residencias, campo de golf, entre otros. La idea es vender a terceras personas parcelas de suelo con todas las licencias aprobadas.
Jove no es el único español que ha desembarcado en el mercado inmobiliario brasileño. Tambiíén lo han hecho otros grupos como Afirma, que tiene un terreno en Fortaleza, al igual que la promotora Ingeconser que está levantando un resort de lujo a pie de playa. Igualmente, Prasa tiene un pie en el país carioca con una parcela de 1.000 metros cuadrados, aproximadamente, o Singlehome que tiene planeado construir un hotel de lujo en el Estado de Bahía.
Con miles y miles de kilómetros de costa, las cadenas hoteleras españolas tampoco han perdido la oportunidad de invertir en el mercado brasileño. Lo que ocurre es que la crisis ha reducido su apetito por este destino. "Las empresas no quieren riesgos de propiedad, ni de alquiler, lo que buscan es gestión", señaló Albert Grau, socio de la consultora Magma Turismo durante unas conferencias desarrolladas en la feria inmobiliaria Nordeste Invest, que se celebraron en la ciudad de Maceió.
Necesidad de viviendas
En cambio, otras inmobiliarias españolas están buscando proyectos finalistas en ese país que les genere ingresos enseguida. í‰ste es el caso de la promotora madrileña Avanzit. "Hay muchas empresas que están reequilibrando el activo y el pasivo. Los activos cada vez valen menos por lo que hay que incorporar nuevos proyectos que aporten ventas rápidas", indicó en las mismas jornadas Víctor Jimíénez, director internacional de Avanzit.
Seguro que se está preguntando si hay suficiente demanda de casas para saciar tanto apetito. Pues la respuesta es afirmativa. Durante los últimos años, Brasil ha registrado un boom económico. Según el presidente de ApexBrasil, Alessandro Teixeira, se han creado diez millones de empleos que han permitido la creación de una clase media en la sociedad, que es la que demanda una primera residencia y en muchos casos una segunda vivienda para sus periodos vacacionales.
Según el plan del Ejecutivo de Lula da Silva se necesitarán un millón de casas durante los próximo cuatro o cinco años y la mayoría contarán con protección social, por lo que las inmobiliarias se encontrarán con mayores facilidades de financiación, que es uno de los grandes problemas que se les presenta a las empresas que quieren entrar en este mercado ante la escasez de liquidez que se registra en todas las plazas del mundo.
