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Autor Tema: Las medidas del BCE lo dejan claro: la recesión será larga y dolorosa  (Leído 365 veces)

Eguzki

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Las medidas excepcionales anunciadas ayer por el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, derriban cualquier esbozo de optimismo o de "brotes verdes" en la economí­a. Muy al contrario, confirman que no se ve el fondo de la recesión en la zona euro y que hace falta actuar con más contundencia todaví­a para detener el desastre. Estas medidas vienen a reconocer que el críédito sigue sin llegar a empresas y familias, a pesar de la inundación de liquidez en el sistema financiero, lo que confirma que el mecanismo de transmisión de la polí­tica monetaria sigue roto.

No hay que olvidar que el BCE, aparte de bajar los tipos desde el 3,74% hasta el 1% en que los dejó ayer, ha concedido barra libre de liquidez a los bancos sin sobreprecio sobre los tipos oficiales desde octubre, a lo que hay que añadir las compras de activos por parte de los Gobiernos (como el FAAF español) y el aval de los estados a las emisiones de deuda. Todas ellas, medidas excepcionales y contundentes encaminadas a suministrar la liquidez que la banca no podí­a conseguir en el interbancario ni en los mercados mayoristas.

Y, aun así­, todo ese dinero no se ha traducido en un aumento del críédito, sino que el grifo sigue cerrado y bien cerrado: según los últimos datos del Banco de España, en nuestro paí­s la concesión de críédito nuevo registró un saldo negativo de 6.673 millones de euros en el primer trimestre (es decir, vencieron más críéditos de los que se concedieron). "Las inyecciones han tenido íéxito porque ahora el interbancario está bien engrasado, pero el dinero se queda ahí­ porque los bancos no lo prestan y no llega a la economí­a real", explica David Cano, analista de AFI.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo del BCE, el propio Trichet reiteró esta visión negativo al sostener que "la economí­a mundial, incluyendo la zona euro, todaví­a está atravesando una severa contracción, con previsión de que la demanda interna y externa se mantengan muy díébiles en 2009, para ir recuperando gradualmente en el transcurso de 2010. Esta afirmación incorpora varios acontecimientos negativos que probablemente se materializarán en los próximos meses, como un mayor deterioro del mercado laboral".


Otra cosa es si la solución a una crisis provocada por el exceso de críédito es conceder más críédito, o bien es necesario que previamente se produzca un proceso intenso de desapalancamiento antes de que las entidades vuelvan a prestar. El propio informe de estabilidad financiera del Banco de España advierte de que "el desapalancamiento del sector financiero y, en general, de la economí­a, tanto en España como en el ámbito internacional, va a ser permanente". Lo cual alargará la salida de la crisis, en el caso español, hasta como mí­nimo finales de 2010 según las previsiones más optimistas. Los más pesimistas, como el profesor Fernando Fernández Míéndez, de la Universidad Antonio de Nebrija, aplazan la recuperación hasta 2012.

Alargar plazos, fundamental

Sea así­ o no, lo cierto es que el BCE dio ayer una nueva vuelta de tuerca al suministro de liquidez, que algunos expertos consideran que puede ser más eficaz que las medidas anteriores. Por un lado, alargó el plazo de las inyecciones de liquidez de seis a 12 meses, una vieja demanda de la banca española que por fin ha sido atendida. "Esto es fundamental para las entidades, porque pueden organizarse su financiación a un plazo más largo y tienen mayor capacidad de dar críédito", afirman en un banco. Otra entidad añade que "si tu financiación tiene un plazo muy corto, no sabes si puedes prestar porque a lo mejor el BCE te pide que le devuelvas el dinero dentro de tres meses. Ahora tienes mucha más tranquilidad".

Las fuentes consultadas destacan que esta medida es mucho más fácil y rápida que otras ví­as de financiación como el FAAF o las emisiones avaladas que les permiten financiarse a tres años. En íéstas "tienes que hacer un folleto, organizar la colocación, buscar inversores, pagar comisiones, etc, mientras que con el BCE basta con ir a Fráncfort y pedir lo que quieras al 1%, que te lo dan", según una de ellas.

Compra directa de cíédulas


La segunda medida anunciada ayer por Trichet es la decisión de comprar directamente cíédulas hipotecarias en un programa dotado con 60.000 millones de euros. Las cíédulas hasta ahora no eran admitidas como garantí­a en las subastas de liquidez, aunque sí­ las titulizaciones; De hecho, la imposibilidad de llevar cíédulas a Fráncfort habí­a aguzado el ingenio español, y hemos asistido en los últimos meses a una práctica muy curiosa: varias cajas se juntan y titulizan sus cíédulas para poder usarlas como garantí­a, lo que se ha llamado "titucíédulas". Para un paí­s que ha inventado los fondepósitos, no hay reto demasiado grande.

Las cíédulas hipotecarias son un tipo de bonos que emiten las entidades y que cuentan con la doble garantí­a de los críéditos hipotecarios de la entidad y del propio banco o caja, por lo que pagan menos intereses que la deuda senior (de la que responde únicamente el patrimonio del banco) y mucho más baratas que las titulizaciones hipotecarias (que sólo tienen detrás los críéditos que se titulizan). "Esto va a permitir que puedas utilizar unos activos muy importantes que tení­amos en cartera y que no serví­an para nada", asegura una de las fuentes consultadas, que añade que el paí­s más beneficiado por esta ampliación de los activos es Alemania, donde estos bonos se llaman Pfandbriefe y son muy populares.

Esta iniciativa del BCE es una copia de las medidas que ya habí­an anunciado la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra: la compra directa de deuda. Ahora bien, a diferencia de EEUU y Gran Bretaña, en la zona euro no comprará deuda pública porque eso supone un enorme problema polí­tico: ¿En quíé proporción se compra la de cada paí­s, ahora que todos tienen que emitir ingentes cantidades de deuda para financiar unos díéficit públicos disparados? Para evitar meterse en este jardí­n, Trichet ha preferido adquirir titulizaciones a las entidades financieras.

Estas compras, que serán permanentes -hasta que se amorticen las cíédulas o se puedan vender en un mercado que ahora mismo está cerrado-, han sido muy bien recibidas por el sector. Aunque hasta el 4 de junio no se conocerán las condiciones de las mismas, se da por hecho que sólo se admitirá papel con rating AAA y que podrán ser cíédulas antiguas, no de nueva emisión, lo que permite que los fondos de inversión tambiíén acudan al BCE a venderlas. Tampoco se sabe si, a cambio, la autoridad monetaria pondrá algún requisito de aumento del críédito a las entidades, pero la opinión generalizada es que no: "Los Gobiernos no lo hicieron porque entonces la banca no querí­a sus ayudas, así­ que no es probable que el BCE imponga condiciones de ese tipo", según Cano.