El Ibex 35 se aficiona al vuelo sin motor y mira al alza
Publicado en Expansión por Josíé Antonio Fernández Hódar
Sólo se puede entender la subida de la bolsa española desde una perspectiva global. Los pesos pesados que más ponderan en el índice son empresas multinacionales y se mueven al alza al ritmo que lo hace Wall Street, donde tambiíén cotizan.
Los inversores comienzan a ponerse nerviosos. No se atreven a entrar en bolsa, pero cada día ven cómo las cotizaciones dan un nuevo paso adelante y se van alejando de los mínimos. El Ibex 35 ha puesto esta semana el contador a cero, y la termina ganando el 2,31% con respecto a los precios de cierre del ejercicio anterior. Si volvemos la vista a los precios del 9 de marzo, no se puede evitar la sensación de víértigo. Entre mínimos y máximos intradía vemos un 98% de revalorización para el BBVA, el 85% para el Popular, el 80% para el Santander.
Las constructoras se han puesto manos a la obra y han cogido otro de los remos. OHL, a la chita callando, ya sube un 96,8% y es raro el sector que no tiene valores con subidas espectaculares, como el 198,7% que gana Sol Meliá o el 77% de Abengoa.
El índice selectivo ha puesto esta semana el contador a cero y supera en un 2,31% el nivel en el que cerró el pasado ejercicio
Se le pone algo de sordina a las subidas si pensamos que una caída de 8 a 4 euros supone perder el 50%, y si luego sube de 4 a 8, se habrá revalorizado un 100%. Estamos asistiendo a la recuperación de los excesos cometidos hacia abajo. Los mensajes catastrofistas de los que siguen a la espera del Apocalipsis que acaba con el capitalismo, hicieron mella en el ánimo de los inversores. Muchos hemos vuelto a leer a Galbraith, para buscar paralelismos con el crash del 29, y hemos repasado la historia de Japón para estudiar los dilatados efectos de su crisis inmobiliaria y bancaria. Diez años tardó Japón en aplicar medidas que ahora se han puesto en marcha, en EEUU, en año y medio.
Las bolsas no cotizan hoy el duro invierno que tendrán que sufrir las economías hasta que recobren el aliento y caminen solas. Cotizan que se han taponado las vías de agua. Que lo peor está visto, y que el barco ya no se hunde, que no es poco.
Llegados a este punto, hay que regresar al principio del texto y preguntarse si aún se está a tiempo de entrar en bolsa. Si ya se han escapado las cotizaciones y, lo que es más importante, si tendremos una vuelta atrás que permita subir al tren sin tener que tomarlo en marcha.
Poner el contador del Ibex 35 a cero, es sólo recuperar el descalabro de los dos primeros meses de 2009. A partir de aquí hay que confiar en que no vayamos a cometer los mismos excesos hacia arriba. Esperamos que no sea así, porque las riendas de Wall Street están en buenas manos y no van a permitir que el caballo se caiga ni que se desboque. Si esta premisa se cumple, sigue siendo momento de entrar en valores con buenos fundamentales, porque muchos de ellos aún están baratos. Si optamos por la seguridad que supone haber visto una corrección, hay que tener asumido que íésta, cuando se presente, será corta y no, como algunos pronostican, un batacazo que nos lleve a mínimos.
Hay que mirar la bolsa, sin prestar atención a la economía española, con un Gobierno agotado e incapaz de hacer lo que toca. No tenemos motores que impulsen al Ibex. Vuela arrastrado por Wall Street y por los cinco grandes de nuestro mercado.