La economía japonesa registró en el primer trimestre de 2009 una caída ríécord del 4% respecto al último cuarto del año pasado, mientras que si se compara con el mismo periodo de 2008, la contracción alcanza ya el 15,2%, un porcentaje iníédito desde la Segunda Guerra Mundial, según anunció hoy el Gobierno.
La bajada del 4 por ciento es incluso menor de lo esperado, ya que los analistas anticipaban dos díécimas más, pero demuestra los graves efectos de la crisis financiera internacional en la segunda economía del mundo, basada principalmente en las exportaciones. De cara al futuro inmediato, los expertos confían en que se produzca un rebote en las ventas al extranjero y en la salida de bienes industriales como alimento del crecimiento en los próximos dos trimestres.
No obstante, nadie da nada por garantizado en Japón ya que los signos de recuperación tanto en el ámbito domíéstico como en el internacional son aún díébiles. Además, Japón ha visto como en los últimos meses se han destruido miles de puestos de trabajo al mismo ritmo en el que caía el consumo interno y mientras los fabricantes temen forzar nuevos recortes de personal.
Coincidiendo con la publicación de los nuevos datos del PIB, el principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, repuntaba en torno a un 0,4 por ciento, aupado entre otros por las alzas en el sector automovilístico.