JUAN T. DELGADO28 de julio de 2009.- Los empresarios han aclamado hoy a Gerardo Díaz Ferrán en la sede de la CEOE. Y Josíé Luis Rodríguez Zapatero es, desde el pasado viernes, un ejemplo de firmeza para progres cortos de miras. El líder de la patronal recibió la calurosa bienvenida de la Junta Directiva por haber roto la baraja y forzar la ruptura del Diálogo Social con su petición de flexibilizar el despido. El segundo, aprovechó el envite del presidente de la CEOE para sacar ríéditos electorales, afirmando que el empresariado patrio quiere "llevarnos a una España de hace muchos años".
El presidente de la patronal a su llegada a la reunión extraordinaria en la sede de la CEOE. | EFE
Cada vez que los palmeros de Díaz Ferrán y Zapatero chocan las manos, unos cuantos trabajadores más se quedan sin empleo. Ya hay 4,13 millones en la calle. Desde la última foto oficial de los agentes sociales en el Palacio de La Moncloa, que cumplirá mañana un año, la lista del paro ha engordado en 1,1 millones de personas. Gobierno, patronal y sindicatos han tenido 12 meses con sus 365 días para renovar el acuerdo y poner fin a la pesadilla del medio millón de familias españolas que ya no recibe ningún tipo de ingresos, como revelaba el viernes pasado la Encuesta de Población Activa. Un año entero, el peor desde el punto de vista económico desde 1945, para sellar un pacto que impulsara medidas a largo plazo que sienten bases sólidas para la recuperación. Un pacto social y político con 'luces largas', como pedía en el Foro de EL MUNDO el pasado jueves el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.
Pero en España pactar nunca ha estado de moda. Los españoles sólo se ponen de acuerdo para llenar el Bernabeu cuando Florentino Píérez estrena a Cristiano Ronaldo. O cuando juega la selección. Bueno, ni eso, que a los políticos catalanes y vascos les mola tener su propia representación en los mundiales. Eso sí que es importante.