Que triste.Cuando Hacienda se dedica a devorar empresas
Por Gurus el Julio 23rd, 2009
Que los tiempos actuales están difíciles todos los sabemos, que el Estado se enfrenta a un díéficit creciente, a la caída de recaudación de impuestos y al incremento del gasto no es ninguna sorpresa, entre dentro de los normal en una recesión, al igual, tambiíén que el drama del desempleo sea una triste realidad para cada vez más españoles.
Lo que me deja perplejo es que la Hacienda Pública, en este periodo de crisis, se dedique a ejercer el rol de Saturno. En la mitología romana, Saturno es el hijo menor de Coelus, el Cielo, y de la antigua Tellus, la Tierra, tras derrocar a su padre, Saturno obtuvo de su hermano mayor Titán el favor de reinar en su lugar. Titán puso una condición: que Saturno debía matar a toda su descendencia, para que la sucesión del trono se reservase a sus propios hijos.
Pues bien, parece que con los tiempos que corren, el apetito recaudatorio de Hacienda está alcanzando límites surrealistas, devorando todo lo que encuentra a su paso.
Os voy a poner un ejemplo real del que he tenido noticia hace algunos días, por razones de confidencialidad y por tratarse de un tema delicado no diríé nombres y maquillaríé algo la información.
Imaginad que tenemos una pequeña empresa de tecnología, si de esas que encajarían perfectamente en el nuevo modelo económico basado en el valor añadido y el I+D+i al que todos los políticos nos indican que debemos intentar converger. Es una empresa que ha pasado por varias etapas, en su fundación a principios del 2000, lo pasó francamente mal, estalló la burbuja punto com, y además los gestores fueron, por decirlo de forma suave, deshonestos. Lo normal es que la empresa hubiese desaparecido, pero algunos de los socios decidieron seguir apostando por ella, se capitalizado la empresa, se cambió al equipo directivo y gracias al gran esfuerzo de todos, despuíés de unos 7 años de viacrucis, hoy es una empresa puntera en su nicho de mercado, con una facturación creciente, una rentabilidad pequeña pero aceptable y sin deudas financieras y da empleo a unas 30 personas de forma directa.
Es decir es la típica o no tan típica, pyme innovadora y dinámica.
Y aquí es donde entre en escena nuestra Hacienda Pública, en un contexto de profunda la crisis económica y con el díéficit público disparado, los inspectores abren inspección a la compañía. Consideran que aunque la compañía no ha incurrido en una infracción tributaria (no ha habido mala fe) si que ha raíz de unas operaciones que se realizaron hace ya unos cuantos años cuando la empresa estaba en dificultades, la compañía realizó mal su declaración de impuestos. El inspector comunica que levanta un acta por una cifra de unos cuantos millones de euros, los fiscalistas consultados por la empresa, dicen que no hay ningún problema, que la compañía realizó dentro la ley en vigor en ese momento lo que Hacienda dice que es incorrecto y que la jurisprudencia es favorables a los intereses de la compañía, es decir que recurrimos y vamos a juicio lo más probable es que el jucio sea favorable a la empresa.
Bueno, hasta aquí, parece que todo bien, pensaríéis que pues ya que la empresa es muy probable que tenga razón, pues lo normal es recurrir ante la decisión de Hacienda e ir a juicio. Pues, siento deciros que hay un pequeño problema. Si quieres tener la oportunidad de pleitear contra Hacienda, tienes que depositar al menos un aval bancario por el importe reclamado. El problema es que el importe reclamado es de millones de euros, y la compañía ni tiene ese dinero, ni los socios pueden obtener esas garantías, es decir, para que unos tribunales le puedan dar la razón dentro de unos años, la compañía entra de forma inmediata en concurso de acreedores y seguramente en liquidación.
La jugada de Hacienda, aunque consideren que tienen razón, es absurda, sabe que la empresa no tiene activos para pagarle lo que reclama y sabe que la compañía no podrá litigar ya que no tiene capacidad para presentar el aval y para rematar envía a 30 personas a cobrar el paro y una pyme innovadora borrada del mapa empresarial para siempre.
Quizás no es tan absurda, si en medio de todo el proceso, cuando el inspector estaba levantando el acta, este hizo un extraño proceso de negociación al estilo, mire en lugar de reclamar X millones de euros, les reclamos X-Y millones, una cifra que considero que pueden pagar y ustedes a cambio me firman el acta en conformidad. Un chantaje puro y duro que la empresa no acepto. ¿Se me habrá olvidado mencionar la palabra extorsión?
http://www.gurusblog.com/archives/cuando-hacienda-se-dedica-a-devorar-empresas/23/07/2009/