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Autor Tema: LA MEJOR MANERA DE AHORRAR ES AYUDAR A SUICIDARSE  (Leído 563 veces)

Orpheo

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LA MEJOR MANERA DE AHORRAR ES AYUDAR A SUICIDARSE
« en: Noviembre 19, 2009, 12:12:35 pm »
En tiempos de crisis, todas las empresas, estan buscando la manera de poder ahorrar costes, para no tener píérdidas, para ello, tienen que hacer malabares con los números, pero todo tiene un lí­mite, el jugar con la vida de los empleados. Hoy hemos leido en la prensa, que France Telecom, una de las mayores compañias de tíélefonos de Europa, incentivaba a sus directivos, con desmotivar a sus empleados, donde algunos llegaron a suicidarse. Esta práctica la llevan a cabo porque un gran número de empleados son funcionarios y es un gran gasto el despedirlos y les decia a los directivos que los desmotivara de tal manera para que se fueran por su propia voluntad y perdieran el conocido Finiquito. El sueldo del directivo era variable segun la capacidad de desmotivar a los empleados, algunos llegando a tirarse a las vias del tren, ahorcarse y un largo ect... .
Y yo pregunto, ¿hasta donde estamos llegando?, por lo que se ve la vida de la persona está por debajo del dinero, estamos en una sociedad de prácticas desleales entre empresas, donde los empleados son considerados números, no personas. Porque llegar a este punto, donde la persona se suicida, han tenido que ocurrirle muchí­simas cosas dentro de la oficina, para llegar a ese fatal desenlace; pero otra pregunta que me hago, es ¿que se le tiene que pasar al directivo que su sueldo depende de las personas que tiene que despedir?, a personas con familias, y lo peor es ¿A que lumbreras se le pasó por la cabeza esa idea de incentivos?, ya que llevan haciendo esta práctica hace tiempo y el gobierno francíés no hizo nada y en cambio tiene el 26 % de la compañí­a y hasta que la noticia no ha salido a la luz, el gobierno no ha empezado a investigar la situacion. Se nota que estamos en una íépoca de crisis económica, pero tambien estamos en una íépoca de crisis moral, de empresas sin escrúpulos, que como dije antes, les interesa mas el dinero que la vida de los empleados, que son los que generan el dinero.

http://diariodecrisis.blogspot.com
« Última modificación: Noviembre 19, 2009, 12:15:57 pm por Orpheo »


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.

Orpheo

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Re: LA MEJOR MANERA DE AHORRAR ES AYUDAR A SUICIDARSE
« Respuesta #1 en: Noviembre 19, 2009, 12:15:02 pm »
Otra más sobre el tema:
ABC.es | MADRID
«Suicí­dese, s'il vous plaí®t!»: así­ titula la revista Vanity Fair un reportaje en su última edición en el que se destapa quiíén se beneficia de los suicidios en la compañí­a francesa France Tíélíécom.
A travíés de múltiples entrevistas a empleados, miembros sindicales y directivos, la periodista va desentrañando el misterio de los 25 suicidios y los 15 intentos más en año y medio. Y es que, los directivos se propusieron el objetivo de recortar personal para reducir costes: como muchos eran funcionarios, habí­a que conseguir que se fueran por su propio pie.
Relatos macabros de los suicidios como que una empleada conversó con un compañero durante una hora hasta que se dejó arrollar por un tren, algo que ella tambiíén escuchó o que otro trabajador de France Tíélíécom se ahorcó con un cable de telíéfono, se combinan con los datos más escandalosos sobre las muertes y depresiones masivas en la empresa: en 2008 los 100.000 trabajadores sumaron 2 millones de dí­as de baja por enfermedad al año, entre un 15 y un 40% del sueldo de los directivos dependí­a de su capacidad para desmotivar y provocar que los empleados abandonasen la compañí­a y así­ hasta configurar incluso el perfil del suicida: varón, funcionario, de entre 50 y 60 años.
Los míétodos para promover las bajas eran espeluznantes: movilizar a la gente de puesto de trabajo, de oficina y de ciudad varias veces sin motivo, pasar a un informático a «marketing» y un tíécnico a teleoperador eran los más suaves. Las declaraciones cortan la respiración: «Cada mañana, en el camino que me llevaba de casa al trabajo, lloraba»; «Los funcionarios no pueden perder su trabajo, pero les podemos exigir que hagan lo que sea donde sea. A los que tienen contrato, no podemos pedirles que hagan cualquier cosa en cualquier lugar. ¡Pero los podemos despedir!»; «Yo he visto cómo un director, en público, apuntaba con el dedo a una persona y decí­a: "Por su culpa no habíéis alcanzado la prima". ¡Imagí­nate! ¡Todo el mundo estaba en contra suya!».El lema «Una llamada, una venta» serigrafiado en la oficina, no era un objetivo, era casi una obligaciónY es que, no sólo los directivos ganaban más si conseguí­an más bajas de funcionarios y despedí­an a más gente, sino que el salario de los trabajadores tambiíén dependí­a de lo que vendieran en tíérminos extremos, tanto es así­ que en las oficinas aparecí­a seriagrifado «Una llamada, una venta». De hecho, por vender poco, por levantarse mucho al baño o irse un minuto antes del puesto, un empleado recibí­a amonestaciones graves o retirada de una parte del salario.
Pero France Tíélíécom mientras facturaba 53.000 millones de euros en 2008 y negaba rotundamente estas acusaciones, hasta llegar a escuchar el siniestro argumento del responsable de Recursos Humanos de la compañí­a: «La cantidad de suicidios no ha aumentado estos años. Le recuerdo que en el 2000 hubo 28 casos y en el 2002, 29».
Sin embargo, en septiembre de 2009 saltó el último escándalo, en el que un trabajador dejó una carta acusando directamente a France Tíélíécom de su muerte: saltaron las alarmas, Sarkozy presionó a la compañí­a de la que el gobierno francíés participa en un 26% y se decidió destinar medio millón de euros a analizar los problemas de los trabajadores y han confiado enJean-Claude Delgenes para «crear un buen ambiente de trabajo», 12 años despuíés de que esta locura comenzase cuando se inició la privatización de France Tíélíécom, locura que consiguió un recorte de 30.000 empleados y el cierre de una de cada tres sedes en cinco años.

ABC.es | MADRID Actualizado Jueves , 19-11-09 a las 05 : 51«Suicí­dese, s'il vous plaí®t!»: así­ titula la revista Vanity Fair un reportaje en su última edición en el que se destapa quiíén se beneficia de los suicidios en la compañí­a francesa France Tíélíécom.
A travíés de múltiples entrevistas a empleados, miembros sindicales y directivos, la periodista va desentrañando el misterio de los 25 suicidios y los 15 intentos más en año y medio. Y es que, los directivos se propusieron el objetivo de recortar personal para reducir costes: como muchos eran funcionarios, habí­a que conseguir que se fueran por su propio pie.
Relatos macabros de los suicidios como que una empleada conversó con un compañero durante una hora hasta que se dejó arrollar por un tren, algo que ella tambiíén escuchó o que otro trabajador de France Tíélíécom se ahorcó con un cable de telíéfono, se combinan con los datos más escandalosos sobre las muertes y depresiones masivas en la empresa: en 2008 los 100.000 trabajadores sumaron 2 millones de dí­as de baja por enfermedad al año, entre un 15 y un 40% del sueldo de los directivos dependí­a de su capacidad para desmotivar y provocar que los empleados abandonasen la compañí­a y así­ hasta configurar incluso el perfil del suicida: varón, funcionario, de entre 50 y 60 años.
Los míétodos para promover las bajas eran espeluznantes: movilizar a la gente de puesto de trabajo, de oficina y de ciudad varias veces sin motivo, pasar a un informático a «marketing» y un tíécnico a teleoperador eran los más suaves. Las declaraciones cortan la respiración: «Cada mañana, en el camino que me llevaba de casa al trabajo, lloraba»; «Los funcionarios no pueden perder su trabajo, pero les podemos exigir que hagan lo que sea donde sea. A los que tienen contrato, no podemos pedirles que hagan cualquier cosa en cualquier lugar. ¡Pero los podemos despedir!»; «Yo he visto cómo un director, en público, apuntaba con el dedo a una persona y decí­a: "Por su culpa no habíéis alcanzado la prima". ¡Imagí­nate! ¡Todo el mundo estaba en contra suya!».El lema «Una llamada, una venta» serigrafiado en la oficina, no era un objetivo, era casi una obligaciónY es que, no sólo los directivos ganaban más si conseguí­an más bajas de funcionarios y despedí­an a más gente, sino que el salario de los trabajadores tambiíén dependí­a de lo que vendieran en tíérminos extremos, tanto es así­ que en las oficinas aparecí­a seriagrifado «Una llamada, una venta». De hecho, por vender poco, por levantarse mucho al baño o irse un minuto antes del puesto, un empleado recibí­a amonestaciones graves o retirada de una parte del salario.
Pero France Tíélíécom mientras facturaba 53.000 millones de euros en 2008 y negaba rotundamente estas acusaciones, hasta llegar a escuchar el siniestro argumento del responsable de Recursos Humanos de la compañí­a: «La cantidad de suicidios no ha aumentado estos años. Le recuerdo que en el 2000 hubo 28 casos y en el 2002, 29».
Sin embargo, en septiembre de 2009 saltó el último escándalo, en el que un trabajador dejó una carta acusando directamente a France Tíélíécom de su muerte: saltaron las alarmas, Sarkozy presionó a la compañí­a de la que el gobierno francíés participa en un 26% y se decidió destinar medio millón de euros a analizar los problemas de los trabajadores y han confiado enJean-Claude Delgenes para «crear un buen ambiente de trabajo», 12 años despuíés de que esta locura comenzase cuando se inició la privatización de France Tíélíécom, locura que consiguió un recorte de 30.000 empleados y el cierre de una de cada tres sedes en cinco años.

http://www.abc.es/20091118/internacional-europa/france-telecom-pagaba-directivos-200911182109.html
En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.