Santander ha alcanzado un preacuerdo con Banco do Brasil y Bradesco para compartir sus respectivos cajeros automáticos en el país latinoamericano, con lo que sus clientes podrán acceder a una red de 11.000 terminales que contará con una marca consolidada.
Según informó hoy el Banco do Brasil, la firma de este acuerdo de intenciones no tiene efecto vinculante, pero el objetivo de las entidades es formalizarlo definitivamente en un plazo máximo de cinco meses, y ya buscan nombre para la red.
"Una vez concluida la operación, los bancos pretendemos tener un modelo de negocio que posibilite el acceso de los clientes a cerca de 11.000 terminales", subrayó Banco do Brasil, el mayor de Amíérica Latina por volumen de activos.
Este modelo proporcionará un significativo aumento de la disponibilidad y capilaridad de la red y generará ganancias de eficiencia respecto al actual uso individualizado de las redes de cajeros, indicó la entidad financiera.
Aunque la idea de compartir cajeros es algo a lo que las entidades han dado vuelta en los últimos diez años, las negociaciones se han intensificado mucho en los últimos meses. El acuerdo beneficiaría a las tres entidades, sobre todo teniendo en cuenta que en Brasil los cajeros automáticos no son de uso universal.
Santander es el tercer banco privado de Brasil, donde la entidad que preside Emilio Botín cuenta con un plan estratíégico en los próximos años que incluye tanto la extensión de la red de cajeros automáticos como la apertura de unas 600 oficinas.