Por... EMMA VANDORE y PAN PYLAS
PARIS -- En momentos en que el viejo continente enfrenta una crisis financiera se populariza con rapidez la idea de crear un Fondo Monetario Europeo que sea un prestamista de último recurso que evite que los gobiernos que gastan en exceso desestabilicen al euro y a los mercados mundiales, como sucedió con la crisis de deuda de Grecia.
Ese es el mismo papel que suele cumplir el Fondo Monetario Internacional, pero para la Unión Europea sería una humillación tener que recurrir al organismo multilateral con sede en Washington.
La pregunta más urgente es si los líderes europeos tienen la voluntad de hacer cumplir las nuevas reglas de protección del euro. Tambiíén hay dudas sobre si un fondo de rescates terminaría incentivando conductas irresponsables.
Una de las lecciones clave de la presente crisis griega es la respuesta vaga de la UE a los crecientes problemas de uno de sus integrantes: una de las principales razones por las que los mercados reaccionaron de manera tan negativa a la situación fue que nadie sabía quíé podía hacer la unión regional al respecto.
La crisis tambiíén mostró la vulnerabilidad inherente del euro: no hay manera de obligar a los gobiernos a no romper las reglas contra deudas exageradas que socavan el valor de la moneda común.
La reputación del euro se deterioró tan pronto que hasta su propia existencia se convirtió en tema de debate. La tasa de cambios cayó de 1,51 dólares en diciembre a 1,3610 el lunes.
Ahora los europeos o al menos los 16 países que usan el euro, parecen haberse decidido. Necesitan ordenar sus cuentas, encontrar la manera de mejorar la disciplina fiscal y diseñar un míétodo para rescatar a los países en problemas.
La creación de un equivalente regional del FMI sería una de las claves de la nueva zona del euro tras la crisis y la idea parece estar ganando apoyos en varios países. El ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schaeuble la mencionó el fin de semana y la canciller alemana Angela Merkel dijo el lunes que es "una idea buena e interesante".
"Nuestros instrumentos no son suficientes" para enfrentar situaciones como la actual, dijo Merkel a periodistas extranjeros. Enfatizó que "queremos ser capaces de resolver nuestros problemas en el futuro sin el FMI".
El fondo evitaría que la región entera cayera derribada por su eslabón más díébil, un escenario contra el cual los líderes europeos no tomaron previsiones en 1999 al lanzar la moneda común.
Más tarde, agregaron límites a los díéficits, pero los países no los han respetado y la UE no tomó medidas punitivas.
La Comisión Europea dijo el lunes que las negociaciones para crear el fondo podría terminarse hacia el 1 de julio, pero no mencionó quíé poderes tendría ni cómo recolectaría sus reservas.
Juergen Stark, un miembro influyente del comitíé ejecutivo del Banco Central Europeo, dijo que el fondo era una mala idea, porque crearía un incentivo para que los países no mantuvieran sus cuentas en limpio, lo que debilitaría al euro.
"Cada país es responsable por sus finanzas públicas y por lo tanto por su deuda", escribió en un artículo para la edición del martes del diario económico alemán Handelsblatt. "Sería el inicio de un sistema de compensación financiera que se volvería muy caro, fijaría los incentivos equivocados y al final sería una carga para los países con finanzas públicas sólidas".