Un fondo monetario de Caja Laboral ve salir 700 millones
Un fondo conservador de Caja Laboral se ha convertido en la última víctima en España del virus de las hipotecas basura estadounidenses. Se trata del CL Tesorería, que retrocede un 6,8 por ciento desde el pasado mes de julio, unas píérdidas inconcebibles para productos como íéste que están pensados para dar cobijo al ahorro más conservador.
Un dinero que ha volado del fondo en cuanto han llegado las píérdidas. De los 1.062 millones que gestionaba en junio de 2007, el producto ha pasado hasta "cerca de 300 millones", según explica un portavoz de Caja Laboral, cooperativa de críédito integrada en Mondragón Corporación Cooperativa.
El número de clientes del fondo tambiíén se ha reducido drásticamente. De los 11.763 partícipes del producto a cierre del primer semestre, ha pasado a los 2.553 al tíérmino de febrero, según los datos de Inverco, la asociación de los fondos de inversión.
Descenso del patrimonio
Se trata por lo tanto de un descenso del patrimonio cercano al 70 por ciento y del 80 por ciento en el número de partícipes en nueve meses, aunque desde la gestora afirman que sus propios asesores han aconsejado a los clientes pasar desde este fondo a otros productos del grupo financiero, como depósitos.
El contagio se ha producido por la vía de sus inversiones en los mercados de críédito, que desde el verano se han quedado secos por el temor de los inversores a un brusco repunte de la morosidad. Y si están secos se debe sobre todo a la ausencia total de compradores, porque vendedores sobran. Sobre todo, de los llamados ABS, títulos que invierten en riesgo crediticio -tanto de hipotecas como de consumo- y cuyo precio se ha desplomado desde verano.
Demasiado peso de ABS
Precisamente estos activos abundan entre las inversiones del Caja Laboral Tesorería. Y no sólo eso, sino que han ido ganando peso según empeoraba la situación. Así, mientras a cierre de junio, los 80 millones de euros en ABS internacionales apenas suponían el 8 por ciento de la cartera, el 31 de diciembre su peso se elevaba hasta el 12 por ciento, y eso que la inversión en estos activos se había reducido a 63 millones de euros.
Esto se explica precisamente por la dificultad para deshacerse de estos títulos por la comentada sequía de críédito. Muchos gestores de productos parecidos al de Caja Laboral se están viendo obligados a vender los mejores activos que tenían en cartera para hacer frente a las peticiones de reembolsos sin tener que salir a malvender los ABS y otros productos similares.
Según informan desde Caja Laboral, en los últimos meses "se están vendiendo parte de estos activos -lo que está detrás de la brusca caída de rentabilidad desde que arrancó el año, que roza el 5 por ciento-, pero otros no, porque confiamos en la recuperación de los mercados y en que el fondo avance terreno", explican en la firma.
Sin embargo, el resto de la cartera tampoco ofrece garantías de recuperación a corto plazo, ya que está cargado de emisiones del sector financiero, en el que la confianza es escasa en el contexto actual.