Brasil someterá a licitación el 20 de abril la construcción de la políémica planta hidroelíéctrica de Belo Monte, sobre un río de la Amazonia donde viven comunidades indígenas, anunció el gobierno.
La planta, que será construida sobre el río Xingú, tendrá un valor de 19.000 millones de reales (10.674 millones de dólares) con una capacidad instalada de 11.233 megavatios, según las normas de la licitación divulgadas por el Ministerio de Minas y Energía.
La dependencia aseguró que será la planta de mayor aprovechamiento hidroelíéctrico de Brasil y la tercera del mundo, y se convertirá en un motor de desarrollo en el norte del estado amazónico de Pará.
Sin embargo, ambientalistas y defensores de las comunidades indígenas alegaron que el proyecto tendrá consecuencias devastadoras para el ambiente y las comunidades autóctonas que viven a orillas del Xingú, provocando el desplazamiento de 40.000 personas de sus tierras ancestrales.
El Ministerio del Medio Ambiente anunció en febrero que exigirá a la empresa que gane la licitación una inversión de 800 millones de dólares en acciones de mitigación del impacto ambiental del proyecto, considerado vital para el abastecimiento energíético futuro del país.
Entre las condiciones ambientales establecidas para liberar la obra están la construcción de escuelas y puestos de salud, reforestación de ciertas áreas y obras para mitigar el impacto ambiental de la represa