España encaja en el retrato robot de naufragio económico
por Antonio León
"La UE ha de centrarse en los desafíos acuciantes de la competitividad y la evolución de la balanza de pagos. Si bien la evolución presupuestaria ha sido objeto de seguimiento en virtud del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, se ha prestado insuficiente atención a las divergencias en la competitividad dentro de las economías de la UE y en el exterior", detalla el borrador de las conclusiones que este viernes en Bruselas deberían pactar por unanimidad los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países de la UE.
"La acción política es tanto más necesaria en los Estados miembros que muestran de modo persistente grandes díéficits de cuenta corriente y grandes píérdidas de competitividad. El Consejo Europeo volverá a tratar esta cuestión en junio de 2010", añade el documento.
El veredicto está claro. El problema prioritario para el equilibrio de la economía europea no son tanto los superávits de Alemania y el bajo consumo germano, como rechazaron el lunes pasado en sendas comparecencias ante el Parlamento Europeo el francíés Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), y Jean-Claude Trichet, primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo: las reuniones mensuales de los ministros de Economía y Finanzas de los 16 países que comparten el euro como moneda única.
La cuestión más candente son las deficientes economías de países como España, Grecia y Portugal.