Despuíés de la muerte física el cuerpo etíéreo, tambiíén llamado cuerpo sutil o astral se separa del cuerpo físico. La energía de un ser humano se halla almacenada dentro del cuerpo etíéreo; la información correspondiente a la personalidad o falso yo, con toda la gama de patrones emocionales y residuos físicos de las experiencias acumuladas durante la vida física, se halla registrada en este campo energíético, incluyendo las experiencias de otras vidas.
Envuelto en este cuerpo sutil, el ser se dirige hacia la luz, la cual está siempre presente. Los espíritus guías se acercan para recibir al espíritu del reciíén difunto. Los espíritus guías no tienen una forma definida, pueden parecer ángeles, personas queridas o pueden ser simplemente, formas de energía. Los espíritus de los familiares o seres queridos pueden hacer de guía, y aunque íéstos no posean forma, el difunto los reconocerá por la vibración de sus almas.
Aparentemente, hay una barrera o un portal por el que hay que pasar para poder entrar completamente en la luz. Si el espíritu del difunto se mueve más allá de ese portal, avanzará hacia la 5ta densidad, a la cual van las almas de todos los seres despuíés de la muerte. Al morir, el cordón de plata que une al espíritu con el cuerpo físico en la tercera densidad se rompe definitivamente.
Sin embargo, no todos los espíritus fallecidos siguen su camino hacia la luz. Algunos se pierden en el camino, ya sea por decisión consciente o por simple ignorancia, muchos quedan atrapados en el estado entre la quinta densidad y la densidad física, la tercera densidad. Algunos autores denominan dicha zona como bajo astral, zona gris o zona intermedia. íquel que no traspasa el portal, vagabundea por dicha zona y puede que encuentre a algún ser humano al que adherirse para poder seguir disfrutando de las actividades inherentes a la vida física.