ACS ha comenzado a preparar la próxima emisión de bonos convertibles con la que pretende recapitalizarse y hacer frente a su elevada deuda. La constructora ha contratado a La Caixa y a Caja Madrid para realizar esta operación, que ofrecerá una rentabilidad cercana al 7% a los inversores particulares. La colocación, prevista para la primera quincena de octubre, se ha retrasado a principios de noviembre y será promocionada en televisión.
ACS acudirá a la gran pantalla por primera vez en su historia para convencer a los inversores minoristas de las bondades de sus bonos, que ya fueron ofrecidos a los gestores institucionales con escaso íéxito. Los inversores profesionales fueron tanteados en el primer trimestre por el holding participado por la familia March y los Albertos, pero el cupón o interíés exigido por los ahorradores para suscribir la emisión no convenció a Florentino Píérez ni a Mediobanca, su asesor.
Tras la venta de Abertis y la de la división de puertos, cuyo cierre está previsto para noviembre, ACS quiere poner en circulación entre 750 y 1.500 millones de euros en bonos, tal y como adelantó este diario en abril y corroboró la compañía el pasado 17 de mayor en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): Ello supondría ampliar capital entre un 7 y un 14%, lo cual supondría una importante y posterior dilución para los accionistas.
Para la conversión, ACS utilizaría las acciones que mantenga en autocartera en el momento del canje. La constructora ya ha sobrepasado de nuevo el 5% del capital –en agosto alcanzó el 5,16%- pero a diferencia de anteriores ocasiones, no ha anunciado que las amortizará. El grupo siempre ha jugado con la autocartera de forma constante, hasta el punto que el pasado año destinó más dinero a comprar títulos propios -466 millones- que a invertir en el negocio de la construcción (408 millones).
ACS ha adquirido cerca del 16% de su propio capital en dos años y ha amortizado el 11,2% de estos títulos aumentando el control de sus principales accionistas, los March, los Albertos y el propio presidente del Real Madrid. La constructora ha desembolsado con cargo a resultados unos 1.700 millones por hacerse con el citado 16% en bolsa, lo que le ha servido para mantener la cotización y ser la constructora con mejor comportamiento en los mercados del sector. De esta práctica se han beneficiado sus ejecutivos, ya que han podido ejecutar con grandes plusvalías sus planes de opciones sobre acciones.
A finales de año para no coincidir con Enel Green Power
La maniobra es similar a la que hizo el pasado año FCC, que colocó 450 millones de euros en bonos convertibles a cinco años. La constructora de Esther Koplowitz pagó un cupón del 6,5% para convencer a los inversores. A diferencia de la que prepara ACS, FCC reservó la emisión al colectivo de gestores institucionales. La compañía fijó un precio de conversión a 39,28 euros por acción. OHL tambiíén acudió al mercado, en el que colocó 700 millones de bonos simples al 7,3%
La operación de ACS se iba a lanzar a principios de octubre, pero la compañía ha decidido retrasarla a noviembre, según aseguran fuentes próximas. De esta manera se intentará evitar que coincida con la comercialización en las oficinas bancarias de las acciones de Enel Green Power, la filial de energías limpias de Enel y de Endesa, en la que tambiíén participarán La Caixa y Caja Madrid.
ACS asegura que la emisión todavía está en estudio y que el calendario que se maneja para su lanzamiento es el último trimestre. Lo curioso es que para atraer al público minorista, el holding llevará a cabo una campaña televisiva, algo bastante inusual en una compañía del perfil de la que dirige Florentino Píérez.
