Hoy tendrá lugar el primero de los dos importantísimos acontecimiento de esta semana, las elecciones legislativas en EEUU (el otro es la reunión de la Fed) que marcarán el futuro de los mercados, tal vez incluso más allá del corto plazo.
En estos casos, los medios y los analistas siempre intentan dar consejos a los inversores para aprovecharse del resultado más probable, pero hay que coger con pinzas estos consejos.
En primer lugar, porque son mera teoría y el mercado no suele comportarse casi nunca como "debería". Y en segundo lugar, porque el impacto de este acontecimiento puede olvidarse tranquilamente al cabo de 48 horas. Los mercados se mueves por tendencias y no por noticias, y ni siquiera una tan importante puede ser suficiente para cambiar el rumbo predefinido de las cotizaciones.
Además, en este caso tenemos que el Congreso de EEUU, independientemente de quiíén gane las elecciones, tendrá muy difícil sacar adelante los grandes temas que tiene en la agenda antes de fin de año, como la renovación o no de las rebajas fiscales de Bush y otro montón de cuestiones fiscales, la ampliación de los subsidios de desempleo (eso nos suena en España), la forma final de la nueva asistencia míédica pública y, por supuesto, el presupuesto para 2011.
En todo caso, aquí van los principales consejos para beneficiarse de la previsible victoria republicana en el Congreso (se espera que los demócratas mantengan el control del Senado, pero sin mayoría absoluta). Como es sabido, el rally del último mes se ha fundamentado en la anticipación de un parlamento más favorable a las empresas y en el nuevo programa de estímulos monetarios de la Fed, que se hará público mañana.
A priori, parece que la confirmación de este escenario no debería impulsar mayores alzas, o que incluso debe provocar una toma de beneficios (comprar con el rumor y vender con la noticia). Pero Alexander Young, estratega de S&P Equity Research, cree que el mercado no ha descontado el alivio fiscal y regulatorio de una victoria republicana, lo que puede alimentar nuevas subidas. En el otro extremo, Oppenheimer cree que una victoria republicana incrementará la incertidumbre regulatoria, y ya se sabe que lo que menos gusta a la bolsa es la incertidumbre.
Pero además, hay sectores y valores que pueden beneficiarse si las cosas salen como se espera. Por ejemplo, las constructoras y las ingenierías, así como las energías renovables, pueden sufrir de unos menores contratos federales y de unas menores primas ecológicas. Asimismo, las empresas sanitarias pueden caer porque será más difícil que se apruebe una reforma sanitaria tan ambiciosa como la propuesta por Obama, mientras que los hospitales privados se beneficiarían de este escenario.