Con el arranque del año bursátil, Bloomberg ha puesto en marcha el primer índice que mide la evolución de las empresas cotizadas con intereses en la extracción de las Tierras Raras. Es un hito más importante de lo que puede parecer, y lo es por dos motivos. En primer lugar, es la primera referencia válida y pública sobre los lantánidos o Tierras Raras, lo que permite seguir su evolución en precios.
Si bien es verdad que un índice que replica la evolución de una cesta de empresas mineras especializadas es imperfecto (como ocurre en otras materias primas, i.e. oro, litio, plata, etc.), no es menos cierto que no existe otra manera de obtener una idea de cómo marcha el mercado de los lantánidos.
Si China produce el 87% de las Tierras Raras que se consumen en el mundo, la información sobre los precios es opaca y, por tanto, no hay forma de crear vehículos de inversión sobre estas materias primas (futuros, mercados otc, etc.). Y eso es lo que al final verdaderamente importa: que se pueda invertir en Tierras Raras.
Ahí está la segunda clave de este nuevo indicador. Bloomberg, asesorado por los expertos de TMR, ha elegido las trece empresas con mejores proyectos de exploración en todo el mundo y las ha ubicado en su índice. Esto implica que ya existe una base sobre la que generar productos financieros en el sector.
No obstante, el índice tiene mucha más miga de la que parece, pues no son mineras, sino ‘mineras junior’ las compañías incluidas en el índice. Y esto es muy importante, porque ninguna podrá poner lantánidos en el mercado antes de finales de 2012. Es una carrera contra el crono entre las trece empresas con proyectos más consistentes en el sector de las Tierras Raras. Esto se traducirá en que el índice subirá a medida que suban los precios de los lantánidos (bien porque aumente la demanda debido al crecimiento mundial, bien por las limitaciones chinas a las exportaciones) y subirá tambiíén a medida que las empresas vayan cumpliendo los objetivos de su plan de negocio. Un riesgo doble o un doble estímulo.
En realidad, el indicador debería reflejar en sus precios las presiones de la industria (automovilística, energía, defensa, telecomunicaciones, etc.) sobre las únicas empresas que pueden satisfacer la demanda creciente de unos metales escasos y con aplicaciones tecnológicas muy concretas. De momento, el índice arrancó en pruebas en febrero de 2010 en los 110 dólares, cotiza en torno a los 278 dólares y ya ha marcado máximos por encima de los 300 (320) cuando China ha hecho públicas las cuotas de las exportaciones para el primer semestre de 2011.
¿Quíé se juegan a que tenemos un ETP sobre este índice antes de que acabe el año?