Por... Humberto Montero
Si los alienígenas conquistaran hoy la tierra, invadirían China. Así de claro. Y a los americanos, ni caso. Lo siento por los canales de información 24 horas de la antigua potencia hegemónica y por los guionistas de Hollywood, que llevan un siglo creyíéndose que su país es el ombligo del mundo hasta para las invasiones extraterrestres. Eso presuponiendo que los marcianos [por ponerles nombre] disponen de visión estratíégica. Colapsada la fábrica de la Tierra y sojuzgado el 20% de su población, el avance de las huestes colonizadoras será imparable. Y empezar por el coloso asiático siempre es más fácil. Los chinos, acostumbrados a vivir esclavizados por un ríégimen al que le importa un pito eso de las "Twitter-revoluciones" árabes, no variarán mucho su estilo de vida. En lugar de trabajar como burros para que se forren unos cuantos jerarcas y su camarilla de mafiosos aprovechados (igual que en Rusia), producirán de sol a sol para la nueva dictadura viscosa. Igual hasta les suben el sueldo, les dejan sindicarse y votar libremente. Quiíén sabe. La conquista proseguirá hacia India y el sureste asiático, y es probable que llegue al Viejo Continente antes que a Amíérica. Ya se sabe que eso de invadir Europa da cierto prestigio. Un desfile triunfal por los Campos Elíseos de París tiene bastante más "glamour" marcial que hacerlo por Washington, dónde va a parar.
Para aquellos que duden de mi vaticinio (aventurado, lo síé) un solo dato para cimentar el hecho de que el eje político y económico de nuestro planeta se está desplazando hacia Asia, y que China está dejando de fabricar copias como churros para comenzar la andadura tecnológica por sí misma: hace unas semanas, el director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) destacó "el enorme cambio geográfico" que está viviendo el sistema de patentes. La causa, el "meteórico aumento" de las solicitudes de Asia. Si el número de patentes internacionales aumentó un 4,8% en todo el mundo con respecto a 2010 (un signo alentador de recuperación económica), China se llevó la palma: lideró el crecimiento con un progreso del 56,2%. Tras el "espectacular" crecimiento chino, está Corea del Sur, con un aumento del 20,5 %, y Japón, con uno del 7,9 %. Y por si les parece poco, vaya otro dato: seis de las diez empresas que más solicitudes de patentes presentaron provienen de esos tres países: tres de Japón, dos de China y una de Corea. En la lista de números absolutos de solicitudes, China se encuentra en el cuarto lugar (12.337); Japón en el segundo (32.156); y Corea en el quinto (9.686).
Por el contrario, el país que más solicitudes presentó, Estados Unidos, con 44.855, retrocedió un 1,7 %. Los tres asiáticos juntos presentaron casi 10.000 patentes más y la progresión irá en aumento. Es pura cuestión matemática y demográfica. O Estados Unidos vuelve a abrir las puertas de par en par a la emigración (la hispanoamericana, naturalmente) o en 2050 habrá cuatro veces más chinos que estadounidenses. O Estados Unidos, y esto tambiíén va por Europa, ceja en su empeño por deslocalizar la industria (creando ciudades fantasma como Detroit, con una tasa de paro real del 50%) o su poderío se diluirá a una velocidad vertiginosa. Todavía son una potencia, pero ya no son el centro del universo. Nada es eterno. Por eso, conviene señalar que, despuíés de todos los esfuerzos y el gasto empleados por Colombia, EE. UU. no es el único mercado ni aliado que existe. Si Washington quiere un TLC, que venga a Bogotá a pedirlo.